Estaban siendo un rato muy ajetreado, estaba verdaderamente cansada pero había algo que me hacía continuar, algo que no me dejaba parar.
Justo al final de todo, después de haber recobrado la respiración, me tumbó a su lado y me miró.
Yo estaba al lado de él, abrazada a su cuerpo y con la cabeza apoyada en su pecho, me besó en la cabeza y me sujetó bajo su brazo.
-¿Estás bien?- me preguntó con cierta preocupación
- si, ¿por qué no iba a estarlo?- le respondí incorporandome un poco y mirándole recostada en su pecho
-¿te hice daño?- preguntó temiendo la respuesta
Le di un beso en los labios y se tranquilizó
-No, no me has hecho daño tranquilo-
-te quiero.....- susurró en mi cuello acompañado de un beso
Algo recorrió mi cuerpo, era como un circuito eléctrico al entrar en contacto con el agua, yo también lo quería y su grave voz me izo abrazarme a él más fuerte.
Me dormí entre suspiros y respiraciones profundas, al despertar no lo sentí a mi lado, lo busqué con la mirada y lo vi de espaldas con unos vaqueros y una camiseta a medio poner
-buenos días- susurré estando aún adormilada
-buenos días, estabas muy cansada anoche, no se de quién pudo haber sido la culpa...- dijo sarcástico mirando el techo con una mano en la barbilla
-¡haj!- dije tapandome la cara con la almohada
-hey no te pongas así, tú tampoco estuviste nada mal- dijo mirandome y terminadose de poner la camiseta
-como te pille te mató- dije riendome
Me levanté muy pocos milímetros de la cama y tuve que volver a sentarme
-ay...- ahogé un grito y me senté otra vez.
Sentía un agudo dolor en la parte baja de mi vientre. Al verme volver a sentarme Lukas se acercó inmediatamente a mi lado
- hey, hey, hey, ¿estás bien pandita?- preguntó lo más tierno posible
Intenté poner la mejor de mis caras para despreocuparle pero.....
-lo sabía, soy un bestia- dijo levantándose de sopetón y colocando la mano en su cabeza
-no, pero...- intenté hablar pero me cortó
-sabía que esto pasaría- dijo sentándose en el suelo
Con todas mis fuerzas me levanté y al empezar a andar el dolor se fue desvaneciendo, me acerqué a él y me arrodillé para verle la cara
-Lukas, estoy bien, no me has hecho nada, ya se me está pasando y tampoco era para tanto- le dije calmandole
-te quiero-
-y yo Lukas y yo-
-ese es el problema-
-¿el que?-
-que me he enamorado-
-¡¿y eso es un problema?!-
-al último sitio al que fui a parar por el amor fue la UCI-
Mi respiración cesó y mi pulso se quedó casi mudo
-pero.....- traté de formular una frase pero no podía
- se llamaba Iren- dijo con la cabeza entre las rodillas
-era preciosa, un verdadero amor de verano, yo para ella era un entretenimiento- sacó la cabeza de las rodillas y vi lágrimas brotar de sus ojos
-pero el verano se acabó y ella se fue como dejándo a un perro en la gasolinera-
Lo abracé y pasé de estar en cuclillas a apoyarme a su lado
-¿sabes como de rápido va una moto?- dijo mirándome
-¿y lo que pasa cuando frenas de golpe al ver a tu chica besandose encima del capó de un coche con otro?- continuó
-frene pero choque con ella, la maté y yo estuve tres meses en la UCI-
-Edu estuvo a mi lado siempre-
-lo siento- dije ahogada
-tu no tienes la culpa, pandita, es sólo que no soportaría hacerte daño- dijo mientras me cogía y me sentaba encima suya
-y yo no quiero que te pase nada- susurre en sus labios antes de besarle
-gracias Mel y una cosa, ¿segunda ronda?- dijo Con su voz grave que tanto efecto tenía sobre mi, levantandome con mis piernas al rededor de su cintura y sonríendome con todo el significado del mundo
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A 699 kilómetros de ti
Teen FictionDistancias, números que nos dicen donde ir, donde estar y donde terminar, números que a veces ahogan nuestros sueños o ponen murallas para no poder alcanzarlos, pero sobre todo son números que marcan deseos, ilusión y confianza