Jugemos a mi manera

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-entonces no puede ser un beso así como así - dijo con una mirada deseosa y mordió mi labio

-eres tan deliciosa como pensaba....

Sujetó mis manos  sobre mi cabeza empujándome contra la pared, después me cargó en brazos y me llevó hasta un sofá que daba a la salida de la terraza donde me sentó mientras me echaba hacía atrás estiró sus manos para empezar a levantarme la camiseta mientras seguía besándome -creo que esto es mio....- dijo con una dulce voz mirando su camiseta que yo tenía puesta en este momento

- ¡¿pero que coño haces imbécil?!

Escuché y de pronto sentí que Conejo se quitaba de encima mio con un brusco movimiento, me levanté de sopetón del sofá me colqué la camiseta y miré a Edu que me hacía una borde señal para que saliera corriendo de la habitación,fuí al salón donde estaba Sheila sentada en un puf con los pies encima de su primo, escuché un  portazo de desde donde acababa de venir, una gran discusión comenzó al momento de irme yo, aúnque no lograra entender practicamente nada conseguí escuchar una corta frase "¿sabes lo que pasa siempre no?"

¿Que  pasaba siempre? No  lograba entender  el  significado de  esa  frase, era  la primera vez que veía a  ese  chico, mejor dicho, era  ma  primera vez  que  viajaba  a  Girona.

La  discusión terminó y  Edu  salió de  la  habitación como  si  nada  hubiera pasado me  miró de  arriba a abajo y sonrió, estaba  paralizada, no sabía lo  que  acababa  de  pasar,

-Bueno- dijo  Alex mirando por  la  terraza - sabiendo que  tenemos una  piscina  yo  no  la  voy  a  desperdiciar-

- Entonces la  limpias tú - dijo  Ferran apagando  la  tele

Un  revuelo empezó en  el  salón sobre  quién limpiaba qué y  que si quién  era  el  más  mayor  para decidir  o  que  si  el  mas  pequeño  tenía em  derecho de  escojer.

Yo  miraba  a  Lukas  hasta  que  me  armé de  valor  y  me  subí en  el  puf  dando  una  palmada  para  llamar la atención de  todos

- está bien  equipo, vamos  a  jugar  a  mi  manera, nos  dividiremos en  parejas  y  limpiaremos cada  uno  una  zona  de  la  piscina el  que  mejor  lo  haga  y  antes  termine tendrá derecho  a  hacerle  una  pregunta a  cada  uno de  nosotros, a  la  que  solo  se  podrá responder  con  la  más pura  verdad.

Empezamos a  limpiar  con una  gran  prisa, había despistados resbalones  que  causaban  las  carcajadas de  algunos  chicos. Jamás había limpiado una  piscina pero  estaba  siendo  de  lo  más  divertido, ahora que  lo  pienso habría sido  una  buena  idea  el  ponerse  un  bañador  porque  Sheila  me  lanzada  unos  rápidos mangerazos con  los  que  acabé empapada, conseguí escaparme  de  esa  húmeda guerra de  agua y  me  fui  a  cambiar y  a  ponerme  un  bañador de  color  blanco y  azul  y  volví al el  jardín donde  estaba  la  piscina.

Ya  casi  estaba llena  de  agua, mientras  se  terminaba  de  llenar  sacamos  unos refrescos  de  la  nevera  y  nos  sentamos en  la  hierba  del  jardín terminé  mi  refresco  deprisa  y  fui corriendo  a  mi  maleta  para  sacar la  cámara de fotos  regresé al  gardin  a  paso lento  agustando el  objetivo y  enfocando a  Sheila, a Diego  y a  todos los  demás que  estaban  sentados en  el  césped,  solo  Sheila  se  dio  cuenta  de  ello y  me  sonrió sin  decirle nada  a  nadie, estaba  de  regreso a  mi  habitación hasta  que  antes  de  salir  del jardin  escuché como me  llamaban.

-¿hey  a  donde  vas?- me  llamo Edu

Ferran  se  levantó y  se  acercó a  mí

-nos haces  una  foto y  te  vas  sin  eseñarla ,¿y  si  emos salido  mal  que?-

Todos  se  levantaron  y  me  rodearon  pidiéndome que enseñara  la  foto.

-¡no  me  gusta!

-a  mi  no  me  gusta  mucho

- haz  otra!

Accedí a  hacer  otra  foto entre  carcajadas

-pero  posar  para  la  foto- dije  señalando la  piscina  ya  llena

-pero  posar  para  la  foto- dije  señalando la  piscina  ya  llena

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-Así está mejor! ,hey Conejo no sale-  dijo Edu  susurrando

-es  verdad, donde  está?- se  preocupó  Sheila

Se  empezaba  a  hacer  de  noche  y  entramos  a  casa, vimos  que la puerta de su habitación  estaba  cerrada, la  habrimos  de  sopetón pero  él  no  estaba,  a  todos  nos  invadió la  preocupación, el  teléfono sonó y  Edu lo cojió suponiendo que  la  llamada era de  Conejo

-¿donde  estas  macho? nos  tienes preocupados

Nadie  respondió ni  un  solo  ruido  se  escuchaba desde  el  otro  lado  de  la  línea, Edu  colgó y  nos  miró con  una  cara de  pregunta.

-¿chicos donde  estáis?

Escuchamos como  gritaba  alguien desde  el  otro  lado  del  jardín

-¿espera que? ¿Conejo  está abajo en  el  jardín?- preguntó  Sheila confundida

-¿ME  AYUDA  ALGUIÉN CON  EL  CARBÓN?

Diego  se  asomó por  la  ventana y  vió una  humareda  que  salía de  una  empolvada  barbacoa

-pero mira  donde  se  había metido-  dijo  riendo  Alex  asomado  a  la  ventana  agitando la  mano para  que  Conejo  nos  viera.

-¡se  os  va  a  enfriar y  luego  no  va  a  estar  rico!- dijo  a  gritos desde  el  otro  lado  de  la  piscina

Cuando le  alcanzamos logramos oler  el  delicioso aroma a carne a la barbacoa y chorizos fritos nos sentamos en una vieja mesa de madera que había  y empezamos a cenar

-¿y  como nos  has  llamado a casa si tu movil estaba en la habitación?- dijo Edu  con  media  chuleta en la boca

-¿pero  que  dices?- dijo  Conejo riendon-no he  llamado a nadie

Todos  nos quedamos mirándole con  una  gran expresión de nerviosismo, eso era  imposible

A 699 kilómetros de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora