Un largo día

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-¡te necesito ya!

Reconocí la voz inmediatamente, era Sheila la locatis por la cual ahora soñaba con un atractivo chico, pero no entendía la razón por la cual me estaba llamando desde otro número de teléfono

-tranquila ¿que te pasa?- la pregunte intentando relajar su respiración

-mi movil- gritó -no se donde lo he metido no lo encuentro por ninguna parte de la casa-

-¿y que pretendes que le haga yo?- pregunté entre carcajadas

-no te rías es un tema serio- dijo algo molesta

-vale perdón, y ¿en que puedo ayudarte?

- estuve hablando contigo ¿verdad?-pregunto extrañada

-sí

-y luego me dormí....

- ¿no has pensado que a lo mejor está en la cama entre sábana y sábana?

Yo sabía perfectamente que Sheila no era de las mejores haciendo la cama asi que seguramente la habría hecho con el movil dentro

-¡pues claro!, gracias gracias gracias no se que haría yo sin ti- dijo antes de colgar.

Yo si se lo que haría, lo perdería todo excepto la cabeza porque la tiene pegada a la cabeza, pero  aunque  sea  muy  despistada  es  mi  mejor amiga y  una  increíble persona, recuerdo una  vez  estar  muy  triste ya que acababa  de  romper  con  mi  novio  y  ella a  la  mañana siguiente despues de enterarse  se  plantl  en  la  puerta de  su  casa y llamó al  timbre , cuando abrió la  puerta le  empezó a  soltar  una  grandiosa  charla sobre  mí  y  sobre  lo  buena  que  era  y  el  gran  error que  había cometido al  dejarme  y  por  lo  que  más  la  amo  es  por  que  antes  de  finalizar dijo  que  se  alegraba  de  que  me  hubiera dejado porque no se  merecía a  una  gran  persona como  yo.

Al  recordar  esto  último mis  ojos  brillaron  y  me  emocione  un  poco  tendiendo  que  retener  unas  pequeñas  lágrimas de felicidad que  asomaban  por  mis  ojos.

Escuché la  campana que  había en  el  pasillo y  me  alegré al  saber  que  era  la  conocida campana que  nos avisaba de  que  porfin nos  podiamos  ir  a  nuestras casas, para  mi  no  era  un  sonido  tan  feliz  ya  que  implicaba  que  tendría que  llegar  a  casa  con  una  molestacion para  que  mi  madre  la  firmara.

De  camino  a  mi  casa topé con  un  grupo  no  muy  amable de chavales que aparentaba ser dos o tres años mas mayores que yo, al  verme  aparecer enfocaron sus  ojos hacia  mí y callaron, uno de  ellos  soltó un silbido  el  cual  fulminé  con la mirada.

-¿pero  que  tenemos aquí?- dijo  uno  recostado un coche mirándome de  arriba a abajo

Continué  haciendole caso omiso a  lo  que me  decían, hasta que uno de ellos se puso  delante mio  interrumpiendo mi  camino

-no  corras señorita...no  queremos que  se  te  arruge  esa  falda  tan  bonita  que  llevas  puesta... Oye tengo  una  idea  porque no  te la  guardamos nosotros para  que  no  se  te  estrope - dijo  mirando a  los  demas  chicos  mientras se  rían

Al  escuchar  esas  palabras intenté correr  pero  otro  chico  me  cerró el  paso sujetando mis  muñecas por  encima  de  mi  cabeza y  poniendome  contra  la  pared, aunque tenia  mis  ojos  contra  el  muro  podía sentir  su  mano  intentar  levantar  mi  camisa, intente forcejear pero eso solo hacia que apretara nas mis muñecas, dos  lagrimas calleron  en  silencio por  mis  mejilla bajando por  mi  cuello,quién me tenia sujeta aprovechó para secarlas con un beso en mi cuello cuando sentia su basta mano por debajo de mi falda escuché un  forcejeo y  un  gran  escándalo  luego  sentí mis  manos libres  y  un  gran  empujón que  me  hizo  chocar  con  la  pared.

-¡¿dios  Mely  estás bien?!

Solo  conocía a  una  persona  en  el  mundo  que  me  llamase  Mely  y  escuchar  su  voz  me  tranquilizó  mucho, en  cuanto me puse  de  pies me  lancé a sus brazos rompiendo a  llorar.
La  voz  pertenecía a  una  de  las  personas, junto  a  Sheila  y mis padres ,más  importantes  en  mi  vida, mi  "hermano",Leo, digo "hermano"porque  no  compartimos  sangre  pero  es  mi  ángel de  la  guarda  personal, es  el  hermano mayor de  Sheila y  practicamente nos  hemos criado  juntos, desde  que  tengo  memória he  estado la lado  de  una  loca  muy  despistada y  de  un  chico  que siempre ha  sido  mas  alto  que  yo.

Me  abraze a  él llorando, me  sentó en  un  banco,  me  separó de  él sujetandome  de  los  hombros suavemente y  me  puso cara a  cara.

- ya  paso  tranquila, sabes  que  siempre te  voy  a  cuidar, eres  mi  hermanita  pequeña y  no  voy  a  dejar  que  te  pase  nada, ¿quieres que  te  lleve  a  casa?

Yo  asentí y  me  llevó hasta su  coche, una  vez  dentro  me encojí en  en  asiento mirando  por  la  ventana  como  todo  pasaba velozmente delante  de  mí.
Cuando llegamos  a  mi  casa  le  di  un  gran y cálido abrazo y  fui  hasta  la  puerta donde  me  dijo  adiós desde  el  coche, entré y  subí a  mi  habitación,  mi  madre  no  estaba  a  si  que  podría despejarme  y  olvidarme de todo lo que había pasado, de  todas  formas  Leo  había aparecido  a  tiempo evitando que  nada  malo  me  pasara.
Cené y  hice  la  tarea, hablé con  Sheila y  le  conté lo  que  había pasado, se  sobresaltó mucho pero  cuando  le  dije  que  Leo  me volvió a  proteger se  quedó mucho  más  tranquila, cuando  escuché la  puerta cerrarse  salí al  pasillo  a  saludar  a  mi  madre.
Yo  quiero  mucho  a  mi  madre, trabaja en  unos  grandes almacenes y  se que  tiene  unos  horarios  muy  esclavos y  por  eso  no  puede pasar  todo  el  tiempo que  le  gustaría conmigo pero  nos  llevamos muy  bien.
Cuando toda  la  casa  estaba  en  silencio me  levanté de  mi  escritorio cerré mi  cuaderno de  dibujo  y  me  acerqué  a  la  cama, me  tumbé  boca  arriba y  cerré los  ojos  pensando  en  los  sentimientos que  me  hizo vivir  ese  sueño, ¿volvería  a  soñar  con  ese  tal  Lukas  o  sería solo un loco delirio  de  una  noche?.... Porque razón  me  preocupaba  por  eso  no  había manera  de  controlar  los  sueños.....pero  si  de  alimentar  los  deseos......

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