Porfin había llegado el día, verano, termine de cerrar la maleta y de hacerme la coleta, limpié mis gafas negras y salí disparada hacía la casa de Sheila, como su padre era taxista le había convencido para que nos llevara y nos hiciera un descuentito familiar.
Estábamos en la estación mas grande de todo Madrid, no nos lo podiamos creer. Nuestras maletas no eran muy grandes a si que las podiamos llevar como equipaje de mano y ahorrarnos la espera que lleva el facturarla, pasamos los controles y corrimos a toda velocidad hasta el andén desde donde salía nuestro tren hasta Girona, teníamos unas cuantas horas por delante pero no nis importaba en ese momento, la adrenalina corría por nuestras venas.
Entramos y nos sentamos en nuestro sitios, yo me pedí la ventanilla porque durante todos los viajes que hacía fueran en tren o en avión me gustaba sacar fotos, normalmente mi modelo era Sheila sin darse cuenta eso era lo que más me gustaba de las fotos, la capacidad de congelar un corto momento para siempre, mi vida se veía diferente ante el objetivo.
-¡¿Quieres soltar la cámara?!
La miré un poco desorientada y luego reaccioné - ha vale sí -
-cuando cojes tu cámara te quedas ausente
No sabía si ese comentario era positivo o de verás ella se sentía ofendida
-y además...... -dijo bajando la voz
Eso hizo que me preocupara un poco
-¡se te pone una cara de tonta! - echó a reir y me contagio las risas pasamos todo el resto del viaje hablando hasta que porfin escuchamos nuestra parada.
La casa donde pasaríamos el verano estaba un poco alejada de la estación a si que durante el viaje pensamos en cojer un bus hasta la zona y luego ir andando, pero nada de eso fue necesario ya que cuando salimos al centro de la estación el primo de Sheila nos estaba esperando junto a otro chico, los dos lucian de una manera despreocupada con unos pantalones de chándal y unas camisetas de tirantes anchos al ver a Sheila, Diego la levantó de un abrazo yo saludé tímidamente aúnque conociera a Diego no era una situación muy cómoda. Nos acompañaron a su coche y nos sentamos detrás
- Conejo conduce tu que hay que lucirse con la señoritas de la capital- dijo Diego mientras le lanzaba las llaves desde el otro lado del coche
Me quedé en shock por un momento, ¿acababa de llamarle Conejo?.....¿era él?
Estaba a punto de arrancar el coche cuando yo dije.... -ha, encantada Lukas-
Frenó en seco y dijo.....- Conejo - con un tono un poco borde mientras me miraba por el retrovisor con unos ojos poco amigables,
-menudo genio se gasta tu amiguito- susurró al lado de su primo
me sentí muy imcomoda cuando la escuché decirle eso a Diego, duramos el resto del camino en silencio que cada minuto que pasaba se hacía más y más pesado.
Cuando porfin llegamos a la casa Diego nos ayudó a bajar y subir las maletas a la habitación, estaba a punto de bajar a la cocina cuando escuché un grito de Sheila que venía de ella daje a toda prisa las escaleras y me encontré a Sheila sentada en la encimera del susto,
-Tampoco pense que fuera tan feo- dijo un chico entre carcajadas, -me presento, soy Ferran amigo de Conejo desde que eramos unos canijos
-¿ya estás asustando chicas? normal que luego no quieran venir por aquí -
-si claro, por eso será -
Estos dos eran Alex y Edu dos chicos morenos de ojos negros.
-dios os reproducis como las ratas, anda y iros al salón -dijo Diego hechando a los expectantes compañeros de piso de la cocina
-bueno, como veo que ya los habeis conocido solo os haré un repaso rápido, estos son Ferran (20 años), Alex (19 años), Edu(22 años),Conejo (20 años) y bueno, yo (20 años)
A sentimos tratando de asimilar todos los datos y nos servimos un vaso de agua
- déjate de números y empezemos con lo divertido- se oyó gritar a Alex desde el salón y echamos a reir
-tienes razón, hay que limpiar esto- contestó Sheila causando un revuelo en el salón
Diego echó a reir y miró a su prima, "¿tu nunca cambias?"
No se ni cuando ni como pero Sheila nos convenció para que limpiaramos, el problema es que yo no tenía ropa para trabajar o para ensuciar, al decir eso todos se miraron entre ellos y Conejo se quitó la camiseta y me la dio extendiendo un brazo mientras que con el otro se sujetaba en una de las hebillas del pantalón, noté como mis mejillas se tornaban de un color rojizo y escuche las risitas y los silviditos de algunos
- puedes pasar a mi cuarto a cambiarte si quieres- dijo el mirándome a los ojos
- de acuerdo..... - dije con una voz entrecortada
-me cambié y salí dispuesta a la faena, cuando terminamos de arreglar toda la casa todo se veía muy limpio y cuidado como todos había trabajado muy durl decidí hacer la cena, estaba de espaldas a la puerta cociendo el agua para la pasta cuando sentí unas manos en mi cintura y unos labios acercándose a mi cuello
-¿sabes cuanto me pone que estes con mi camiseta?
Me di la vuelta sorprendida y él me subió a la encimera y me besó, yo, rodeé su cintura con mis piernas continuando con el beso, a los pocos segundos paré y le miré a los ojos
-¿que pasa? -
- que......eres a la primera persona que beso...... -susurré tímidamente
él me cojio de la barbilla y me hacercó a él
-entonces no puede ser un beso así como así - dijo con una mirada deseosa y mordió mi labio
-eres tan deliciosa como pensaba....
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A 699 kilómetros de ti
Fiksi RemajaDistancias, números que nos dicen donde ir, donde estar y donde terminar, números que a veces ahogan nuestros sueños o ponen murallas para no poder alcanzarlos, pero sobre todo son números que marcan deseos, ilusión y confianza