Capitulo 6

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Después de que terminé de dibujar. Admiré mi dibujo, no es por andar de presumida. Pero me quedó muy bien. En fin... Luego de que terminé bajé a desayunar algo. La casa estaba sola ya que mi padre se había ido a trabajar. Tomé cereal, leche y unas cuantas frutas. Con eso estoy bien, fui a la sala a comer y mirar Tele. No señores, no crean que soy como esas chicas que les gusta salir de compras y arreglarse las uñas. Soy floja, me acuesto muy tarde o incluso no duermo por hacer investigaciones y por leer. 

Hablando de investigaciones... Me pregunto como será todo esto en la perspectiva de Ian... Supongo que ha de ser peor de lo que imagino. No siempre la vida es de arco-iris. 

-Si tan solo... Pudiera ir, sin necesidad de que sea tan tarde. 

<<Eso, se puede arreglar>>

-¿Quién dijo eso? ¿Ian? Pero... es extraño. ¿No se supone que estás atrapado en el tren?- Magnífico... Ahora hasta en mi vida cotidiana me persigue. 

<<Estoy muerto, es diferente, que esté condenado a pasar la eternidad en esa prisión también es distinto.>>

-Vale, lo entiendo. ¿Pero cómo es que puedo oírte si tu estás allá?

<<Vaya. Parece que la señorita Grappeone necesita clases de Ironía. Querida... ¿Porqué crees que se llama el Tren de medianoche? ¿No es algo obvio?>>

-Entonces... ¿Eres libre durante el día? Si es así. Deja de esconderte.- Ordené fría. A veces pienso que estoy hablando con una persona normal. En un abrir y cerrar de ojos lo tenía en frente de mi.

-Ya estoy aquí ¿Qué quieres de mi?- Preguntó mientras veía a muchos lados a la vez. Parece que no ha salido de ese tren por mucho tiempo. 

-¡Oye espera! ¡Esa pregunta te la quiero hacer yo a ti! ¿Porqué te metiste en mi cabeza cuando empecé todo esto? 

-Pues... Es una bonita historia. Y muy graciosa.- Aclaró. Pero, algo no me cuadraba reía mucho. De manera nerviosa. Me puse seria. El lo notó y empezó a contarme. 

-¡Habla ya!

-¡Ok! Vaya, que obstinada... Bueno. ¿Recuerdas que era de mi elección si pasabas o no? -Asentí y seguí escuchando.- Pues... Yo, quería dejarte morir. Incluso quería intentar cambiar de lugar contigo. Osea... Que tu te quedaras en el tren y yo poder a estar vivo. ¡Espero no te enoje! 

-Siendo sincera, me enoja. Pero, es justificable. 

-¿Porqué lo es? Pensé que serías como las demás personas.- Dijo y bajó la mirada. Su piel se volvió más blanca de lo que ya era. Su aspecto era diferente. Temí por el.- Que... sólo me ven, como un psicópata sin sentimientos. ¡Odio cuando los humanos hacen eso!

-¿Hacemos qué?- Pregunté. Me incluyo para que no se enoje. Pero, supongo que se refiere a juzgar sin siquiera conocer.

-Odio que la gente con sólo verme se ría, me maltrate y deje un puñal en la espalda. Son tan miserables. Y no contentos con eso, les hacen la vida miserable a los demás ¿Y quieres saber lo más triste de todo?- Iba a continuar, pero lo interrumpí. 

-Que no tienes con quién desahogarte. Y que por esa y muchas más razones agradeces estar muerto.- Quedó totalmente en shock cuando le dije todo eso. Es como si hubiera adivinado lo que iba a decir. 

-C-creo... Que ya debo irme. Nos vemos Grappeone.- Dijo y desapareció. La verdad es que el ambiente se sintió frío cuando se desahogó. Pero esa era mi idea. 

Siendo sincera, cada día que me hundo más en esta historia. Me interesa menos la lógica del asunto. Y me importa más ayudarlo. Pero, no puedo olvidar mi objetivo principal. Que es recuperar a Gray. 

¿Porqué Ian se fue? ¿Acaso lo incomodé? ¿Hay algo de su pasado que quería contarme pero que no pudo? Son tantas preguntas que tengo. Pero, ahora tengo otra... ¿Porqué no me dejó morir justo cuando el lo tenía planeado? Puede ser... Porque Gray tiene algo que ver. Probablemente luego de eso. Escriba un libro. O me dedique a las investigaciones. 

Es que... No me entra en la cabeza ¿Porqué la gente le tiene pavor a un tema de conversación tan maravilloso como este? Quieren saber que hay más allá de la muerte. Pero cuando se enteran de que tienen la posibilidad de conocerlo. Lo echan todo a la basura. Me gustaría decir que Ian tiene razón. Pero, no ganaría nada con eso. Quiero mostrarle el lado bello de las cosas. Así me lleve toda la eternidad. Pobre Ian, por tanto dolor que ha tenido en su vida dejó de ser el mismo. Creí conocerlo. Pero creo que es una persona totalmente diferente a lo que yo pensé. 


El Tren de MedianocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora