Capitulo 13

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Narra Claire. 

Eso, fue algo totalmente inesperado. No mentiré, no fue mi primer beso. (No quiero hablar de eso, ok? Es algo que no me gusta recordar) Pero, nunca pensé que habría un beso con Ian, no sé como describirlo. Pero, me hizo sonreír. 

"Para que tengas un motivo por el cual pensar en mi" 

Lo conseguiste... May, ahora no podré dejar de pensar en ti. Me estés escuchando o no. Lo diré, No puedo dejar de pensar en ti...

(...)

Ian hizo lo que prometió, mas o menos. Cuando volvimos, Kirsten y yo pensamos que había sido un sueño. Para nuestra suerte, no olvidamos nada. Que suerte, ¿no? En fin, ambas volvimos a casa, eran las 7:00 am. No habían muchas personas en la estación de trenes, Kirsten me acompañó a tomar el tren que me llevaría a casa, el viaje fue largo y un tanto fastidioso. Pero pude soportarlo.

(...)

Al llegar a casa, estaba vacía, mi padre se había ido a trabajar. Igual que siempre, me acerqué a la cocina a prepararme un ensalada de frutas, intentaba distraerme, pero era inutil. Varios pensamientos referentes a Ian venían a mi cabeza, antes solía pensar cosas como:
"El no me ama, debes aceptarlo." Pero, ahora es algo totalmente distinto... sólo son frases que se repiten en mi cabeza, como cuando escucho la canción de moda y no puedo despegarme de ella. Son frases que hacen que mis manos tiemblen "El me hace sentir cosas que nadie hizo" A veces me pregunto si esto es real o si es solamente un sueño, me pellizco el brazo y siento el dolor. Realmente me está pasando... Me gusta Ian. 

Pienso que todo sería maravilloso, pero también está esa parte desgarradora. ¿Qué pasaría si Ian me dice para irme con el? Si las cosas siguen como van, en algún momento se le ocurrirá. Llegados a este punto tengo dos opciones,dejarlo todo. Mi vida, a mi padre, mis amigos e irme con Ian, o romperle el corazón a Ian, decirle que no y hacer como que nada pasó. Me volveré loca. 

Narra Ian. 

No me arrepiento de nada, ese beso... me hizo sentir vivo de nuevo. Raro, ¿No? Tal vez no debería ilusionarme, ¿Qué le puede gustar de mi? Además, ella está viva, y yo estoy condenado a esta fría prisión por el resto de la eternidad. Ella madurará, conocerá a alguien, se enamorará, se casará, tendrá hijos y será feliz. Y yo, no podré hacer nada para cambiarlo. He intentado todo (Y créanme, cuando les digo todo. Es todo!) para salir de aquí, pero es inútil. Pero, ¿Saben una cosa? La muerte en realidad no existe. La gente sólo muere cuando la olvidan. Y aunque pasen los años, sé que Claire me mantendrá vivo en su mente...

(...)

Narra Claire.

He pasado toda la tarde pensando, cosas al azar. Pero, por alguna razón, me sentía mal, hablando sentimentalmente. Me sentía como preocupada, por alguna razón. Como si supiera que algo catastrófico fuera a pasar. Tal vez era un ataque de ansiedad, para calmarme decidí tomarme un té chino. Y al cabo de unos minutos me relajé. Fue tanto, que acabé por quedarme dormida... En mi sueño, estaba en Moon river, todo estaba oscuro. La luna llena era la única fuente de luz que había, miré hacia el frente y vi a Ian. Lucía diferente... Sus mejillas tenían un delicado tono rosa. Tenía una sonrisa, se veía vivo. Corrió hacia mi para abrazarme, y nos quedamos así por un instante. Fue extraño, pero vi todos mis deseos en una persona. Levanté mi mirada hacia el, y... Vaya, sus ojos cafés. Eran bastante hermosos. Iba a decirme algo, pero de repente. Apareció el tren, sus puertas abrieron, me vio preocupado. Me empujó a un sitio más alejado, y pude ver como una especie de sombra lo arrastraba hacia el tren. Ian luchaba por librarse, pero era inútil. Estrechó su mano izquierda hacia mi, en señal de ayuda, y lo único que pude escuchar de su parte fue un grito desgarrador diciendo "Ayudame, Claire" 

Por el impacto del sueño desperté, sabía que esa sensación de preocupación no era ansiedad. Tal vez, ese sueño fue una pista. Para saber realmente porqué Ian murió, y tal vez. Yo sea la clave para que eso no pase.

Si tengo que engañar a la muerte para que Ian esté a salvo. Que así sea...




El Tren de MedianocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora