Capitulo 4

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Apenas llegué a casa subí corriendo a mi cuarto a ver que cosas debo tener para el ritual. Era:

*Una vela.

*las palabras que debo decir.

*Que sea de noche.

*Una tarjeta de crédito o una radiografía médica (Luego les explico esto)

*Estar en la estación de trenes.

Aunque la última era algo obvio. Ya tenía todo. Y lo estaba guardando todo en mi bolso cuando mi padre pasó al cuarto y me asustó.

-Claire ¿Qué haces? Se supone que debes descansar.

-Emm... Nada. No estoy haciendo nada.- Que no sospeche. ¡Todo menos eso!

-Claro... Entonces ¿No hay problema en que vea tu bolso?- Bueno... en este momento. Estoy fregada. Como pude me negué, pero tomó el bolso y todo se había caido.- Son cosas del colegio. No te preocupes.

-¿En serio crees que soy imbécil? ¡Claire! ¡Te dije que te olvidaras de ese tren!- Exclamó. Él tiene un carácter fuerte. Pero yo no me voy a quedar callada... Ya no.

-Pero ¿porqué? ¡Dime! Porque ignorar algo tan maravilloso ¿Sabes? Este puede ser un gran descubrimiento. Por fin saber que hay más allá de la muerte. Y ya no tener que preocuparse por morir.

-¡Pero es peligroso! ¡¿En serio quieres acabar como ese chico?!

-¡Probablemente si querría! ¡Lo hago por un buen propósito! Mamá y Gray probablemente me apoyarían.- Al decir eso, se enojó más. Tenía el papel donde estaba el canto, lo arrugó y lo tiró al suelo.- ¡Estás castigada! No irás a arriesgar tu vida para nada.

-¡No puedes hacer esto! ¡Estás abusando de tu poder!

-Si puedo. Y ya lo hice... ¡Ésta conversación se acabó!- Dijo mientras salia del cuarto.

¡Ja! El cree que no iré... Me acerqué a la puerta e intenté abrirla, y ¡BOOM! Está cerrada ¡con llave!

[...]

-Maravilloso...¡Realmente Maravilloso!- Me fijé en el reloj y eran las 11:15 pm. Aún estaba a tiempo de llegar. La estación de trenes no estaba muy lejos. Sólo... Necesito ver como saldré. Empecé a ver a todos lados desesperadamente, buscando una salida. Y de repente... escuché una voz. No sé si fue una alucinación o fue real. Pero si me ayudó bastante.

<<Claire... Debes ir...>>

-¡Si! ¡Pero no sé como saldré de aquí!- Es extraño que esté hablando sola. O no tan sola ¿verdad? Pero si era lo necesario para salir de ahí. ¿Quién soy yo para juzgar?

<<Ve por la ventana...La ventana es la salida, cae sobre el árbol y luego ve a la estación>>

-Espero no me estés llevando a un secuestro o algo así.

<< ¡Sólo anda!>>

-Ok, ¡no te enojes conmigo!- Por extraño que suene, le hice caso a una voz que probablemente sea de mi cabeza, y si no lo es. Un año con el psicólogo no hará daño.

Tomé mi bolso y guardé todo, al guardar la hoja lo volví a pensar, pero no iba a dar marcha atrás. Estaba lista, sólo tenía que pensar como salir de aquí, sin salir lastimada. Supongo que iré por el árbol...

Abrí la ventana, y salí con mucho cuidado de no hacer ruido, de todos modos mi padre tiene el sueño pesado. Pero igual prefiero no arriesgarme.

-Veamos que pasará. Espero que nada malo.- Y bajé por el árbol, miré hacia atrás para contemplar mi hogar, Quizás por última vez, quizás no. Sólo es cosa del destino.

Me dirigí a la estación, la noche era fría y todo estaba abandonado, como si no hubiese nadie en esta ciudad, casi como un desierto. Exceptuando las casas, edificios y todo eso. ¡Bueno! ya me entienden... Me fijé en la hora una vez más, aún era "Temprano" Eran las 11:38 pm. Aún tenía tiempo de llegar. Son solo 7 minutos de camino.

Supongo que se preguntaran ¿Claire, como piensas pasar? ¿Si todo estará cerrado ya que es de noche? Pues algo que no es dije. La señora mercury me dijo que podía entrar por la entrada de empleados, sólo necesitaba algo así como una tarjeta de crédito, o una radiografía. Con suerte mi tarjeta de crédito servirá.

[...]

Finalmente llegué, saqué la tarjeta, y la pasé por la ranura de la puerta. ¡Sirvió a la perfección! Cuando entré escuché pasos, me escondí con sólo escuchar 3 pasos. Supongo que es un guardia.Ya todo estaba casi hecho, sólo quedaba llegar a los andenes de los trenes, un dato que me relaja es que, los guardias se van antes de las 12:00. Porque todos son supersticiosos, y temen del tren.

-Veamos, casi es medianoche... El guardia ya se tuvo que haber ido.

<<Ya puedes pasar... No hay nadie>>

-¿Esto será una costumbre? Esta voz, ¿es real o sólo una ilusión?

<<Pronto lo sabrás... Todo a su tiempo Claire. ahora, ¡ve a los andenes!>>

-Ok...- Me dirigí a los andenes y todo estaba solo, saqué la vela y la encendí. Obviamente tenía fósforos. No soy tan torpe como para venir sin ellos. Saqué el canto y me fijé en la hora ya casi eran las 12:00 solo quedaban unos 2 minutos.

Tomé el canto y empecé a decirlo, ni tan rápido ni tan lento... El frío se iba haciendo más fuerte, tanto que la vela se apagó. Me fijé en el reloj y eran las 12:00 am. La señora Mercury no me dijo que pasaba porque no lo recordaba, así que todo a partir de ahora, sería una sorpresa total para mi.

-Que sea real, tiene que ser real...No...-Apenas pude terminar la frase cuando un tren había llegado, era como el de mis sueños. Era un poco antiguo pero funcionaba de maravilla. ¡Todo salió bien! Ahora, podré ver yo misma a Ian May... En fin, el tren se quedó quieto por unos minutos, cuando se escucharon unos pasos. Di unos dos pasos hacia atrás porque no sabía quién era. Osea... si lo sabía pero no iba a sacar conclusiones aún.

-¿Hola?- fue lo único que se me ocurrió decir, estaba ansiosa. Pero también tenía un poco de miedo.

-Vaya... Parece que tenemos una pasajera nueva o ¿Me equivoco?- Preguntó aquella voz. Esperen... ¡Esa voz, es la misma que escuché! Ian me estaba ayudando a venir. Si lo hizo fue por algo.

-Si... Pero, tu me traiste hasta acá. ¿Qué quieres de mi?- Se quedó callado por un momento, espero no haberlo molestado.

-Sube, y te lo diré en el camino.- Hice caso y subí. Ya no hay vuelta atrás.

El Tren de MedianocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora