El Tren de Medianoche

Capitulo 7

Pasaron las horas. Y debo aclarar que fueron las horas más aburridas de mi vida. Sólo ver Facebook y ver Twilight. No es muy recomendable. Mi padre había llegado, se acercó a mi y me revisó. Creo que era muy obvio que estaba mal.

-No tienes fiebre. Pero creo que es un leve resfriado ¿Avisaste en la escuela?- Preguntó mi padre. El con esas cosas... Suele ser un poco sobreprotector. Pero no lo culpo.

-Aja... Avisé apenas desperté. Y no, no le dije a la Señora Mercury que viniera porque sabes que no me agrada.

-Entiendo... Se está haciendo de noche. No te preocupes por la cena. Traje algo que seguro te gustará mucho.- Se acercó a la cocina y vi como sacó una caja de Pizza. ¡Ah si! La pizza es mi comida favorita.

-¡Vaya! Muero de hambre.- Dije y abrí la caja. El olor a pizza era sensacional, el queso estaba derretido perfectamente. Y le pusieron la cantidad perfecta de peperoni. Ya con estos tipos de análisis en la comida siento que debería ser chef o algo así.- Buen provecho papá.-Y tomé el primer trozo de pizza.

Como es costumbre. Siempre solemos hacer competencias de quien come más trozos de pizza. Siempre gana él. Pero ésta vez no sé que pasó y gané yo. Terminamos de cenar y cada quien fue a su habitación. Entiendo a mi padre. Está cansado, fue un día largo. Pero en cuanto a mi. Tenía que volver al tren. Necesito aclarar mis dudas. Y necesito ayudar a Ian.

-Bueno, segunda noche. Espero que sea mejor que la primera.- Tomé mi bolso, me aseguré de que no olvidara nada y bajé por la ventana. Esta vez era más temprano. Cuando salí, eran las 11:00 pm. Lo cual es relativamente temprano. Para hacer este tipo de cosas si lo es.

No puedo quejarme. Sería peor si fuera en la hora del diablo. (Para los que no sepan. La hora del diablo son las 3:33 am) Así que tengo que conformarme.

[...]

Cuando llegué a Moon River todo estaba desierto. Pasé a los andenes. Pero... había algo diferente y aterrador sin duda alguna. Cuando me asomé a esperar el tren de medianoche vi a una mujer. Con una pijama de un color rosa sucio. Estaba de espaldas así que no pude verle el rostro. Al menos en ese momento.

-Vaya... Esto es extraño ¿Porqué me meto a hacer estas cosas?- Pregunté. Lo que no sabía es que, aquella mujer fuera a responderme.

-¿Porqué lo haces? Pues... Porque eres una chica curiosa. Que se mete con lo que no debe.- Respondió. Su voz... ¡Dios! Que horrible era. Sonaba como si le hubieran cortado las cuerdas vocales. Pero de alguna manera podía hablar. Yo sólo me quedé observándola, a una distancia respetable de dos metros, mi gran error fue revisar el celular ¡Sólo quería ver la hora! La mujer se me acercó. No sé en qué momento. Y se abalanzó sobre mi.

-¡Claire Grappeone! ¡No deberías jugar con estas cosas! Sino, te esperará un destino lleno de infiernos y sufrimientos.- Exclamaba. Y mientras hablaba pequeñas gotas de sangre salían de su boca en dirección a mi cara.

-¡Déjeme! ¡Suélteme señora!- Intenté soltarla como podía. Pero ella era demasiado fuerte. Me tomó de los hombros y empezó a golpear la cabeza contra el suelo. En un momento de arranque la golpeé con mi cabeza, así ganaría algo de tiempo, me levanté y vi la hora. ¡Casi eran las 12:00!

-¡Esta noche el tren de Medianoche he de llamar!- Empecé a decir el canto. La mujer se tapó con ambas manos sus oídos. Y se arrodilló como si un violín desafinado estuviera sonando.-¡Si crees que digan soy, me harás entrar!- La mujer Gritaba que me detuviera. Creo que es un fantasma o algo así.- ¡Si crees que no merezco tal viaje... Me dejarás gritar en la oscuridad!- Terminé de decir el canto y la mujer cambió de aspecto. Era horrible. Su cara estaba toda destrozada. Sus manos, eran más como garras. Intentó lastimarme. Pero sentí una mano en mi hombro me jaló rápidamente al tren. Y se cerró la puerta.

-¡¿Qué estás haciendo?! ¿Quieres morir acaso?- Preguntó Ian preocupado.

-Pues... Quería venir ¿No es obvio?

-Supongo que no te advertí...- ¿A qué se refiere?  Lo miré con un gesto de asombro y lo dejé hablar. 

-Debes tener cuidado... Hay sombras o más bien, demonios. Que quieren colarse al tren. No me preguntes porqué. Y hacen lo que sea por entrar. No les importa matar a una nación entera. Con tal y entren. Debes cuidarte Grappeone... Ellos, te están persiguiendo.- Dijo. Se veía muy preocupado.

¿Porqué a mi? Esa frase se quedará en mi mente por mucho tiempo...

Ellos te están persiguiendo...