Lauren Jauregui caminaba sigilosamente, era muy tarde, posiblemente las 12:30. Su bolsa del gimnasio estaba pesada, pero no necesariamente con su ropa.
Miro a ambos lados de la calle, los autos estaciodos de un lado y algunos perros ladrando. Cruzo la calle y llego al porche de la casa, subió las escaleras y con un pasador que se quito del cabello, lo metio al pomo, lo hizo girar varias veces y escucho el clic.
Entro en silencio, sigilosamente, dejo caer su bolsa y echo un vistazo por la casa, miro atentamente cada cuadro, la familia era perfecta, pero le interesa la mujer de un cuadro, donde estaba besando la mejilla de su hija.
Su sonrisa era bellísima, pero ella sólo miraba esos pechos alzados gracias al escote, maullidos en la cocina la hicieron saltar, no se preocupo. Seguro que estaba comiendo o algo así.
Subió por las escaleras, ella debería estar ahí, y lo confirmo cuando escucho el sonido de las gotas cayendo. Sonrió satisfactoria, esta noche seria mágica, abrió lentamente la puerta de la habitación y entro, cerrando en silencio.
— Lalalala...— la oía cantar, era encantadora.
Se deslizo por la habitación, y espio por el pequeño espacio abierto, su cuerpo reaccionó a la hermosa vista que dejaba ver aquel cristal, empañado y no sabia si era por calor del agua a temperatura o lo que crecía en su cuerpo.
Susurraba para sí misma, entro al cuarto de baño y aspiro el olor a vainilla de las cremas para piel de la bella mujer frente a ella.
Frotó sus manos y suspiro, mordió su labio cuando observo como el jabón caía sensualmente por el cuerpo de aquella perfecta mujer. Se deleito por unos minutos y espero el momento justo cuando la escultural mujer cerro la regadera.
— Shh-shh-shh.— canturreo, tapando su boca con la mano.
La castaña grito en un intento inutil, tratando de zafarse sin éxito, la ojiverde movió su otra mano hacia abajo, por el cuerpo desnudo y húmedo.
— Sueltame.— pidió nerviosa, una mano se dirigió a sus pechos, amasandolos y jugando con el pezón.
— Si cierras la boca, prometo dejarte dormir tres horas.— susurro en oído, haciéndola estremecer.
— Llamare a la policía.— susurro la castaña.
— No me importa, primero me divertiré contigo.— quito el cabello del hombro y cuello para dejar un beso en la zona.
Le dio la vuelta a la mujer y la coloco presionándola contra la pared del baño, los cristales empañados y los centros de ambas mujeres palpitaban en deseo.
— ¿Que clase de diversión?.— pregunto suspirando.
— Oh una muy diferente a la que estas acostumbrada.— beso su cuello, mordiendo suavemente y chupando de ves en cuando.
Una mano viajo a su centro, la otra se mantenía en su seno derecho, amasandolo. El cuerpo desnudo y caliente se estremeció por completo, sosteniendo su labio inferior con los dientes.
— Mi novia te matara si se entera de esto.— hablo la mujer, bajando las manos al cuello de la ojiverde.
— Tu novia puede joderse ahora mismo, debería estar aquí pero ¿donde esta ella?.— la de ojos verdes no despegaba sus labios del cuerpo, era como una dulce droga.
— Tuvo una reunión urgente, volverá en cualquier minuto y entonces uhmm-.— la mujer mordió un pezón. — Te sacara a patadas de aquí.
— Quiero ver que lo haga.— ahora las dos manos levantaron con agilidad a la mujer, presionando las caderas.
Llevo sus labios a los carnosos de la mujer, besándola con necesidad, como un niño que no ha comido chocolate en mucho tiempo. Los dedos se enterraban en los glúteos, y las manos delgadas de la mujer desnuda comenzaban a descender por ella cuerpo que la aprisionaba.
Quito la chaqueta rápidamente, dejándola caer al suelo mojado, después la ramera negra y quedo en sujetador deportivo. Sus dedos jugaron con el botón y cierre de los jeans oscuros, al bajarlo por completo metió la mano y palmeo el centro de la ojiverde.
Gimió al sentir los dedos en su clítoris sobre su ropa interior, sonrió sobre los labios carnosos, una mano fue guiada por la parte delantera hasta adentrarse en la humedad de su acompañante. Soltó un audible gemido.
— No lo hagas fuerte, recuerda que tu hija se encuentra a una habitación .— susurro sobre sus labios la de ojos verdes.
Cambio de posición y la hizo girar nuevamente, camino unos pasos y pegó su cuerpo con el de la mujer desnuda, ahora contra el cristal. Seguramente sus senos estaban perfectamente marcados en el cristal, era una escena tan erótica y excitante. Su propia humedad aumento y sin esperar a que la castaña hablara, introdujo dos dedos de una ves por la cavidad caliente y húmeda, la mujer mordió fuertemente sus labios.
— Oh dios.— gimió cuando jugaron con un seno, mientras los dedos se movían ágilmente dentro de ella.
— No sabia que eras religiosa.— mordió el lóbulo de la oreja.
— No lo soy.— negó, bajo su mano por el abdomen marcado de la ojiverde, hasta sus piernas.
Recorrió ese camino subiendo por el muslo interior y con ambas manos bajo el jean por sus piernas trabajadas. La sintió temblar detrás de ella y eso fue una buena señal, metió la mano derecha por el bóxer negro y como hizo la mujer, sin aviso la penetro con dos dedos.
Ahora ambas mujeres se daban placer mutuamente, el cristal completamente empañado y cada suspiro golpeaba con él. La ojiverde doblo sus dedos dentro, encontrando ese punto que hacia el placer subir ferviente mente, su cuerpo se derritió y juntas aceleraron los movimientos, sus piernas comenzaron a sentirse como gelatina.
— Vamos nena, dejalo salir para mi.— murmuro-gimio en su oído.
— Mierda Lauren, más rápido.— pidió cerrando los ojos, abrió sus labios.
— A tus ordenes.— acelero y el dedo pulgar acariciando el botón.
— Ahí, si. Sigue así.— rogó como nunca antes.— Sí sí.
— Ahh Camz.— se tenso al sentir un tercer dedo, debía pedirle a su esposa que se cortara las uñas más seguido.— Si bebé, tu sabes muuuuy bien.
La habitación se volvió un lugar de jadeos, gemidos y muchas afirmaciones seguidas de plegarias. Algo totalmente diferente, como lo dijo la ojiverde, si que lo necesitaban, hacia mucho tiempo que no se divertían así, pues su hija Merry ocupaba todo su tiempo, y ahora que estaba dormida debían tomar ese tiempo.
— Ohhhh mierda.— soltó la ojiverde siendo la primera en llegar tan deliciosamente.
— Ahh, un poco más cielo.— rogó la castaña, Lauren rodeo la cintura de su mujer para sostenerla, su mano se empapo con los jugos de Camila y las pierna le fallaron.
Actuó rápido y la cargo en sus brazos, termino de quitarse los jeans dejándolos en el suelo del baño, los pateo y Camila aprovecho esa posicion para besar y morder el cuello pálido.
— Deberíamos hacer esto más seguido.
— Le pediré a Mani que cuide a Merry la próxima semana, y tu y yo no saldremos de esta casa.— la llevo a su habitación, recostandola en la cama matrimonial, quitando sus ultimas prendas.
— Es un magnifico plan.— mordió su dedo en provocación.— Pero mi esposa no lo aceptara.— negó jugando.
Este juego de roles le estaba fascinando.
— No le diremos nada.— guiño la ojiverde, subiendo a la cama, sobre el cuerpo desnudo y húmedo.
— Eso sería un gran engaño.— negó sonriendo.— Y yo no soy así.
— Este puede ser nuestro secretito, mi esposa nunca lo sabrá.— Lauren tenia una obsesión con los pechos de su esposa.
— Cojeme.— pidió en el acento español que a su esposa tanto le encantaba y sabia que la encendía al instante.
Corto, lo sé.
Lo siento.
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One Shots (Camren)
FanfictionHistorias cortas sobre Camila Cabello & Lauren Jauregui. (Posiblemente tambien Norminah, Vercy, Trolly, Larry y ahora también shipps de series y/o películas) [Si piensan tomar ideas para usar en fics, den créditos.]