One Shots (Camren)

Wonderland (parte 1)

Historia no Camren.
Shipp: MadArcher/CuriousArcher (Alicia x Robin)
Serie: Once Upon A Time. Temp. 7

Después de la maldición a su padre, Alicia decidió esconderse en una cabaña en el centro del bosque, donde Ruby vivía.

Estaba encantada con ese lugar, los árboles daban una increíble sombra y a unos metros más allá, un lago cristalino.

Alicia se encontraba llevando leña hacia la casa, cuando unas ramas quebrando se la hicieron saltar y girar. Encontrándose con unos ojos verdes y una sonrisa soñada.

— Lo siento, no quería asustarte. — se disculpó, buscando entre su capa la carta del padre de Alicia.

— Gracias. — sonrió de lado al recibirla.

— ¿Cuando piensas regresar a la aldea? Él no deja de preguntar dónde vives ahora. — le mencionó, siguiendo a la rubia hacia la casa.

— No debe saberlo, es mejor así.— comenzó, buscando en la pequeña cocina dos tazas. — Hasta que encuentre una cura para su corazón. — suspiro, entregándole una taza y sirviendo té.

— Gracias. — le sonrió ampliamente.

Su tía Regina hacia un té riquísimo, pero por alguna extraña razón, el de Alicia siempre le dejaba un buen sabor a felicidad y esperanza, si eso existía.

— Ya no sabe que más hacer, es capaz de ir con el Oscuro. Está desesperado, Alicia.— ella no encontraba una razón para no hacerla volver.

— ¿Crees que yo no estoy desesperada? Estuve encerrada en una torre por trece años. ¿Sabes lo que es eso? Los únicos amigos que tenían eran un conejo de felpa y un viejo sombrero robado del barco de un pirata. — bufo, golpeando la mesa.

— No entiendo lo que es eso, pero sé que se siente no poder hacer lo que quieres. — dijo con tristeza. — Por mucho tiempo quise ser como mi madre, seguir sus pasos y ser una hechicera. Pero eso no funcionaba conmigo. — negó tristemente. — Hasta que encontré el viejo arco de mi padre y, supongo que algo de él aún tengo conmigo, aunque no lo haya conocido. — negó mirando su arco.

— Mi padre dice que soy como un regalo. — empezó la rubia después de escuchar a Robin. — Él no estuvo dispuesto a dejarme encerrada, cada noche subía por esa torre y llegaba con una nueva historia o aventura. — las dos sonrieron y la rubia se sonrojo al ver la sonrisa de la castaña. — Siempre estaré agradecida con él, pero no puedo permitirme hacerle daño.

— El quiere tenerte, quiere encontrar la cura contigo. — le recordó, acercándose lentamente.

— Sabes lo que pasó cuando lo abracé, la tía Regina tardo días en calmar el dolor. — su voz se quebraba y sus rojos se tornaba rojos.

— Y tu sabes que a él no le importa pasar por ese dolor. — sujeto sus manos para calmar a la chica, sintiendolas temblar por la ansiedad que crecía.

— Se de un lugar donde puedo conseguir la cura, pero es muy difícil llegar ahí, es un viaje de varios días. Pero valdrá la pena. — le contó sus planes. — Tengo que hacerlo sola, mi padre no puede saberlo, no me dejará ir.

— Lo prometo, no le diré nada. — sin darse cuenta, estaban muy cerca de la otra, unos centímetros más, y ocurriría la magia.

Sin embargo Alicia no quería hacerlo, no quería lastimar a nadie más, no le haría eso a ella.

— Se hace tarde, es peligroso que estés tan lejos de casa. — sacudió su cabeza, buscando su capa para salir y acompañar a la castaña.

— La que tiene el arma soy yo, no tu. — le dijo riendo.