Hogar

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Buenas buenas!

Antes que nada les pido encarecidamente a algunos lectores que revean el capítulo anterior "Condena", esto debido a que en algún momento sin darme cuenta restaure una versión anterior y errónea mientras escribía este capítulo, y no estoy segura si leyeron la versión correcta!
Les pido disculpas a los que leyeron la versión errónea!

Disclaimer: los personajes no me pertenecen, pertenecen a Marvel/ Mr. Lee / y demás creadores de estos increíbles súper seres. Esta es solo una idea mía convertida en letras.

Gracias por leer y espero lo disfruten!

Capítulo 25

La mente de Tony aún estaba algo confundida, respiro para amortiguar todos los recuerdos que se agolpan en su memoria. Los ojos se le humedecieron al recordar los sucesos anteriores. Una suave mano le acaricio la mejilla.

"Anthony" él la miró a los ojos, perdiéndose en esas joyas amatista, la calidez que desprendía envolvió su corazón y no pudo evitar que lágrimas caigan por sus mejillas, se sentía sucio y corrupto, humillado, destrozado. "No llores corazón mío"

Tony asintió con dificultad bajando la mirada. Necesitaba una explicación de todo lo que había sucedido.

Abby se removió y lanzó un gemido cuando el dolor atravesó su cuerpo, sonido que hizo a Tony voltear rápidamente observando sorprendido el aspecto de su guardián. Tenía los ojos cerrados y la piel color ébano, a pesar de la sorpresa, se adelantó rápidamente, cayó de rodillas y cogió entre las suyas las largas y delgadas manos del demonio.

-Abby, Abby! - lo llamó con miedo en la voz, suavemente apoyo la cabeza del demonio en su regazo desnudo. Acaricio sus blancos cabellos con cuidado. Aquel hombre que lo había cuidado había dado todo para rescatarlo, hasta su propia vida. - Eres un tonto, no era así como debías terminar – nuevas lagrimas cayeron por sus mejillas. "oh, Dios, que he hecho"

Abby abrió los ojos, y apareció una sonrisa débil en su rostro. No hizo
ademán siquiera de incorporarse. Miró hacia el techo y después dirigió la vista hacia el millonario.

- Carissime, porque veo tu rostro acongojado cuando deberías estar feliz por volver a casa?- Una mueca de dolor le contrajo la cara, y Wanda se mordió una mano para evitar que se le escapara un sollozo. El demonio cerró los ojos y prosiguió– Que Dios proteja a los simples mortales de tu dulzura Amor Meu- replicó limpiándole las lágrimas que caían por sus maltratadas mejillas.

- Abby lo lamento.

- No tienes porque. Todo lo que ha sucedido fue decisión mía, Carissime. Salvar tu vida será siempre más importante, puedo jurar que nada puede valer más que esa resplandeciente alma que posees. Mereces vivir, ser feliz, ser amado, proteger y  ser protegido por los que te aman, nunca lo olvides. Deja de culparte y vivir una vida miserable, estas rodeado de amor Anthony.

La palma fría del demonio acaricio el rostro de Tony, este le sonrió a medias mientras intentaba acallar los sollozos que deseaban escapar.

- No digas nada Abby, esto suena a despedida y no me esta gustando.

- No soy dueño de mi destino Anthony, tal vez mi tarea fue cumplida y es hora de que dejes de volar bajo mis alas para extender las tuyas- el tono suave de su voz se asemejaba al de alguien que estaba cayendo en un profundo sueño.

- NO!- la voz rasgada de Tony llenó el ambiente. Sin que Steve pudiera evitarlo Tony se acercó velozmente a la hilandera - No lo dejes morir, te lo imploro - dijo hincándose al suelo y sujetando como era posible la fina tela que cubría su cuerpo maltrecho. - no dejes que Abby muera, no se lo merece, no merece ir al Hell y sufrir el sufrimiento eterno.

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