12. Emma Dumbledore y Tony Granger

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El Profesor Lupin siguió hablando y explicándome, su voz se escuchaba dolida. Pero yo apenas escuchaba las palabras que él decía. Estaba en shock, como si el tiempo se detuviera aunque el Profesor me seguía hablando.

-Yo debería haberte protegido el año pasado de Riddle. Tu eras mi responsabilidad. Le fallé a tus padres. Lo siento mucho.- cerró sus ojos con fuerza aguantando las lágrimas.-Y me siento terrible por no haber estado contigo nunca, no en tus mejores momentos ni junto a ti en los peores. Me odio por eso, y entendería si me guardas rencor, pero tengo algo de esperanza de que me perdones por eso.

Solté una risa sarcástica.

-Emily, enserio perdóname.- dijo Lupin poniendo su mano en mi hombro.

-Te perdono.- solté suspirando. Con el rabillo del ojo pude ver una pizca de esperanza en sus ojos.- Pero, necesito un tiempo.- dije quitándole mi álbum de sus manos.

Me levanté y salí prácticamente corriendo hacia la cabaña de Hagrid.

Me detuve a mitad de camino y mire hacia el cielo.

-¿Algo más que deba saber? ¿Alguien más me ha ignorado toda mi infancia?- pregunté aún observando el cielo.

Una gota de agua comenzó a bajar por mi mejilla. Me tomó por sorpresa pensando que eran gotas de lluvia, pero no, eran mis lagrimas. Seque estas lágrimas y suspiré fuertemente. Mire a mi alrededor, estaba nevando, genial. Me aseguré de que mi abrigo me cubriera completa, ya que hacía un frío terrible. Me dirigí rápidamente hacia la cabaña de Hagrid, al entrar todos me miraron dudosos, al parecer ya los chicos le habían dicho a Hagrid lo que pasaba.

-Si fue él.- fue lo único que dije y me senté lo más lejos posible de los demás.

Apoyé mi cabeza en mis manos y suspiré. Pude escuchar unos leves gruñidos, ese era Fang acercándose a mi. Levanté la cabeza y él apoyó la suya en mis piernas, inmediatamente comencé a acariciarlo.

Ninguno se atrevió a hablarme o llamarme, pero aún seguían con su conversación de la cual yo escuchaba. Escuché como Hagrid no sería penalizado por lo ocurrido sobre mi y Malfoy con Buckbeak, ya que no era culpa suya. Pero, irían a un juicio para ver que harían con Buckbeak, ya que gracias Lucius Malfoy consideraban al hipogrifo como una criatura muy peligrosa. Hagrid estaba devastado por esto, soltaba lagrimas incluso . Hermione dijo que buscaría casos anteriores sobre hipogrifos, para que Hagrid pudiera defender bien a su criatura en el juicio.

Harry, Ron, Hermione y yo regresamos a la sala común antes de que oscureciera. Harry se veía ahora preocupado, por lo menos ya la idea de ir tras Black había desaparecido.

Caminé rápidamente por la sala común, hasta llegar a las escaleras para los dormitorios. No había dicho palabra alguna desde lo único que le contesté a Hermione en la cabaña de Hagrid. Justo cuando iba a subir el primer escalón la voz de Ron me detuvo.

-¿Quisieras contarnos qué pasó?- preguntó suavemente Ronald.

-Mañana.- murmuré y subí las escaleras hasta llegar a mi dormitorio.

Allí dejé mi álbum debajo de la almohada y me metí rápidamente en la ducha. Solté unas pocas lágrimas que no podía aguantar más mientras me daba un rápido baño. Al salir me vestí e ignorando la expresión de preocupación por Hermione me tiré en mi cama para quedarme dormida de inmediato.

Tercer Curso (Harry Potter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora