Tercer Curso (Harry Potter)

19. ¿Cómo será? - Último Capítulo

ÚLTIMO CAPÍTULO DE 3er CURSO.

~Caminaba por un oscuro bosque, cada paso que daba hacía que se escuchara el crujir de las hojas secas.  La luna llena se encontraba en su punto más alto así iluminando el bosque, esta me mostró a una chica que se encontraba entre los arbustos. Corrí hacia ella, sorprendentemente llegué rápidamente a donde estaba ella. La chica al escucharme llegar se giró asustada y soltó un fuete grito. Mi cabeza estaba confundida, pero mi cuerpo actuó por sí solo y se abalanzó sobre la chica haciendo que cayera fuertemente al suelo. Solté un gran aullido, este haciéndome despertar de aquella horrible pesadilla.~

Abrí mis ojo de golpe, mi respiración completamente agitada. Observé mi alrededor, me encontraba en una camilla en la enfermería. No estaba sola, ya que frente a mi estaba Remus y mi abuelo Dumbledore.

-¿Qué pasó?- pregunté desesperada.-¿Dónde está Sirius? ¡¿Y Harry?!- preguntaba rápidamente intentando incorporarme en la camilla, pero Dumbledore con su brazo no me permitió levantarme.

-Con calma, Emily.- dijo Dumbledore, con su voz pasiva.- Sirius está bien, escapó y está a salvo por el momento. Harry estaba aquí hace unos minutos, pero le ordenamos que fuera a almorzar, ya que no se movía de aquí.- mi respiración se calmó.

Es entonces cuando noté que Remus no me quería mirar, su mirada estaba en el suelo.

-¿Que sucedió?- pregunté tocándome la cabeza, la cual no dejaba de dolerme.

Al hacer ese movimiento no fue solo la cabeza lo que me dolió, sino también el brazo. Me quedé confundida al ver que este brazo estaba vendado. Fue entonces cuando recordé todo lo que había sucedido.

En la noche que Remus se había convertido en hombre-lobo, él me había mordido. Recuerdo haber estado gritando como nunca cuando llegó Sirius en su forma de animago y logró quitármelo de encima. Observé mi brazo, el cual estaba sangrando, y luego no recuerdo más. Lo más seguro es que me había desmayado.

Ya entiendo porque Remus no quiere mirarme.

-No, no, no.- susurré observando mi brazo mientras lágrimas se formaban en mis ojos.

-Es por esto que nunca me acerqué a ti antes, Emily. Tenía miedo de hacerte daño.- dijo Remus, el cuál estaba soltando unas lágrimas.- No quería lastimarte, pero mira ahora todo esto es mi culpa.- sollozó tomándome de la mano.

Comencé a sollozar igual. Logré sobrevivir la mordida, pero ahora estaré enferma de por vida con Licantropía. Y sé que Remus no tiene la culpa, él no sabía lo que hacía esa noche.

Mi abuelo me miraba con una enorme tristeza.

-Tiene que haber algo para no convertirme.- susurré cerrando los ojos. Esto tenía que ser un sueño.

-No hay nada. Solo está la poción, pero eso no evitará que te transformes.- murmuró mi abuelo cosa que me hizo sollozar más aún.

Una vez al mes me convertiría en una licántropo. Muchas personas desprecian a los Hombres-lobos, inclusive el Ministerio de Magia. ¿Cómo será de mi vida ahora? No quiero lastimar a mis amigos, ni a nadie.

-Podrás seguir con tu vida, Emily. Te ayudaré en eso, y sé que Lupin también te ayudará. Cuando estés en Hogwarts harás lo mismo que tú madre y Lupin, en la noche de la luna llena irás a la Casa de los Gritos y te convertirás allí. Todos los meses tendrás al alcance la Poción Matalobos, para que mantengas tu conciencia mientras estás transformada. Obviamente no se le mencionará nada de esto al Ministerio.- explicó Dumbledore.-Dudo que tus amigos te traten diferente, así que no te preocupes por eso.