Tercer Curso (Harry Potter)

18. Hombre-Lobo/ Penúltimo Capítulo

Comienza un poco lenta, pero luego se pondrá más interesante.

-Están dementes. Scabbers lleva en mi familia...- comenzó a decir Ron desesperado, no estaba creyendo nada.

-12 años.- interrumpió Black.- Una muy larga vida para una simple rata.

-Eso es cierto, las ratas comunes solo viven alrededor de 3 años.- mencioné.

-¿La falta un dedo, cierto?- preguntó Black lo cual puso el ambiente en más tensión.

-Todo lo que sobró de Peter fue su dedo.- recordó Harry.

-El cobarde se lo cortó para fingir que estaba muerto.

Miré cuidadosamente a la rata de Ron. Scabbers quería zafarse del agarre de Ronald a como de lugar. Observé su pata y sin duda alguna, no tenía un dedo.

-¿Y estás diciendo que fue Peter quien le dijo a Voldermort de mis padres?- preguntó Harry aun con duda.

-¡Si! Yo nunca le hiciera daño a James, era uno de mis mejores amigos.- dijo Black, tristeza en su voz.

-¿Mejores amigos?- preguntó Harry incrédulamente.

-Déjame continuar contándoles..- comenzó nuevamente Remus.- Como ya saben soy un hombre lobo, pero no era el único con esta enfermedad.- dijo mirándome cuidadosamente.

Espera, ¿a qué se refiere?

-Entré a Hogwarts gracias a Dumbledore, quien me aceptó inclusive con mi enfermedad. Al entrar a Hogwarts descubrí que no era el único del colegio con ella, ya que una estudiante tenía la misma condición que yo. Era tu madre, Emily.- dijo Remus haciendo que yo diera unos pasos hacia atrás y me sentara en la cama junto a Ron.- Tu madre era una licántropo al entrar, y Dumbledore nos ayudó a tener un lugar seguro para poder transformarnos sin lastimar a los demás.

-La Casa de los Gritos.- suspiré.- Esas huellas en el álbum, eran las suyas.- dije y él asintió.

-Por eso tu madre y yo éramos tan cercanos, compartíamos eso. Los primeros años éramos solo nosotros dos, y ambos nos manteníamos compañía aunque no recordáramos que fuéramos amigos. Al tercer año, mis amigos se dieron cuenta, como Hermione, de mis días "enfermos" y una noche me siguieron. Al principio pensaban que siempre me escapaba con Emma para...- paró de hablar de momento y rió nerviosamente.- No importa eso. Ajá, la cosa es que una noche nos siguieron y nos vieron convirtiéndonos. Emma y yo pensábamos que habíamos perdido su amistad, pero al contrario ellos querían ayudarnos y no nos trataron mal. Esos amigos eran Sirius, Peter y tu padre Harry, James.- dijo Remus ahora observando a Harry.- Sirius tenía como apodo Canuto, Peter tenía Colagusano, mientras que James tenía Cornamenta. Y si, nosotros cuatro creamos el Mapa del Merodeador.

Harry al igual que yo, prestábamos atención completa a esta historia, ya que estábamos escuchando de nuestros padres.

-James, Sirius y Peter estuvieron intentándolo por años a escondidas, convertirse en animagos. En nuestro quinto año fue que pudieron lograrlo. Cuando estaban en su forma animal Emma y yo no le hacíamos daño alguno, y es por eso que se convirtieron, para estar con nosotros en nuestras transformaciones.- Remus sonrió al decir esto y observó a Sirius.

Black le dio una media sonrisa recordando esos días.

Si esa historia es cierta, son unos amigos geniales. Convertirse en animagos, en contra de cientos de reglas, por dos de sus amigos.