El

645 38 1
                                    

Cuando eres un espectro, fantasma, pierdes muchas cosas, como la noción del tiempo.

No sé a que hora llegó Valentina ese día, lo que sí supe fue que llegó acompañada.

Había pasado todo mi infinito tiempo esperando porque ella atravesara esa puerta, porque ella volviera sana y salva, porque volviera y punto. En el momento que entró casi ni percato la presencia hostil de aquel extraño, que a pesar de ya no poseer todos mis sentidos pude notar que estaba tomado.

"Ugg, estas bien?" Le preguntó ella mientras lo agarraba por el brazo para que no cayera.

"Si, si. Solo ven aquí... Ahh!"

Valentina rodó los ojos cuando el intentó zafarse de su agarre y acabo tropezando con la mesa de café. Mi mesa de café.

"Necesitas dormir."

"No! Si estoy bien. Te necesito a ti."

No podía soportar esta escena: ella totalmente indefensa trataba de ayudar a este borracho a caminar mientras el solo pensaba en sexo!

Mi pregunta era de donde había sacado Valentina a este ser?

Salí de la sala en dos pasos y rocé su brazo, ella tembló y miró las ventanas, pensó que sería una corriente de aire. Bien.

Corrí hacia el ático, no sabía que hacer, no quería ver lo que sea que fuese a pasar. Ella evidentemente confiaba en el para traerlo a casa. No podía hacer nada, después de todo no estaba ni supuesto a estar aquí.

Los dejé solos por unos minutos y cuando volví el estaba todo encima de ella, prácticamente asfixiandola con todo su cuerpo y ella pedía que se alejara. Demasiado, eso era jodidamente demasiado.

"No te estoy dando el permiso. Quita esa mano de ahí. DANIEL!"

No era tiempo de pensar las cosas, tomé el asunto en mis manos he hice lo que siempre hago para que me dejen solo. Asusté el alma fuera de el.

Tomé su cabeza y puse mi mano en su nariz, a pesar de que no me podía ver, me podía sentir y tampoco se le hacía muy fácil respirar. Unos segundos así y estuvo rodando por el suelo.

"Qué diantres fue eso?! QUE DIANTRES FUE ESO?!"

Preguntó histérico.

"Eso es que te vas de mi casa."

-mi casa- dije para mi.

"Pues claro que me voy. Loca!"

Inmediatamente cruzó la puerta ella soltó un suspiro.

"Gracias."

Sonreí.

El espectro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora