Prodigamente vuelve a casa

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Los planes de Agatha me habían dejado con la cabeza hecha un desastre. De dónde habrá sacado semejante locura? cómo se le ocurre esa clase de cosas a esa mujer?

Estaba enojado no sólo porque ella había planeado esto sin mí, sino porque deseaba que el plan en realidad funcionara más que nada en esta vida espectral. Estaba enojado conmigo mismo por incluso idearme como sería cuando Valentina me viera, aunque no fuera en este cuerpo.

Por otro lado estaba determinado a no desaparecer, a quedarme aquí, incluso si Valentina no estaba - porque en el fondo quería que Agatha volviera e hiciera magia conmigo.- no tenía idea de como lograr permanecer, a penas controlo mi estadía aquí como para saber que me ata y como lo manipulo.

Si me hubieran dicho que moriría y quedaría vagando en mi casa asustando a todo el que entre probablemente habría reído por días. Un escéptico como yo no tenía tiempo para creer en todo aquello que no fuera tangible y concreto. Después de lo que me ha pasado creo en todo. Porque, por qué no creer en fantasmas? que no los puedas ver no quiere decir que no existan, no puedes ver a los gérmenes pero sabes con certeza que están ahí. Antes de esto mi única certeza de todo era la ciencia y a ello dedicaba mi vida, a la ciencia y a Catalina.

Catalina.

Eso es lo que esta pasando. Inmediatamente pensé en ella y sentí un tirón que me hizo débil, el pensar en ella, los recuerdos me han ido desapareciendo estos días, no entiendo por qué.

Escuché el ruido de llaves en la puerta y dejé todo atrás, me apresuré al pensar que Agatha halla encontrado un cuerpo para mí tan rápido, incluso si había dicho que no me sometería a ese proceso. Pero para mi sorpresa, quien entró por la puerta fue Valentina.

A pesar que mi vida fantasmal, era eso, fantasmal, inexistente, me hizo sentir bien su presencia, hasta que me di cuenta que no venía sola.

Un tipo muy alto y lleno de músculos entró en mi campo de visión y de inmediato me enfurecí, estaba celoso, eso era cierto, pero no solo de que el pudiera acompañarla y tocarla cuando yo no, sino que de su apariencia, a lo mejor a Catalina en esta vida le gustan los hombres fuertes y musculoso, todo lo contrario a mí, me miré a mi mismo en mis memorias y se que nunca me vi así. Decepción, no podría sentirme más inseguro incluso si lo intentara.

Ahora soy un patético, flacucho y celoso espectro. Yo mismo me sentía asqueado.

Había algo entre Valentina y el señor músculos, pero no sabía que era, no podía poner el dedo en lo que pasaba, pero parecían estar cómodos en la presencia del otro haciéndome sentir aún más dolido y patético.

"Quieres algo de tomar?" le ofreció ella mientras caminaba hacia la cocina.

"No, estoy bien." dijo mientras exploraba la sala de estar y se metía ambas manos en los bolsillos traseros.

"Ok, estaré lista en unos minutos, ponte cómodo." le sonrió y ella desapareció por el pasillo. La seguí.

La vi moverse por toda la cocina buscando algo y cuando no lo encontró se dirigió al baño. Sus pastillas para la migraña, hasta en esta vida sufría de ello.

Luego se dirigió a su habitación y empezó a recoger algunos libros y papeles.

Me empecé a preguntar que hacía?

Sacó ropa de su closet y las empezó a poner encima de la cama y mi pregunta ha sido contestada: se iba, ya era definitivo, ya se me acabó el tiempo.

Voy a desaparecer.

"Ya casi acabo!" gritó hacia fuera para que su invitado la escuchara y yo invisiblemente me caía a pedazos.

"Por favor." dije en voz alta en un tono neutral.

Ella se detuvo, respiró profundo y se lamió el labio inferior.

No se que eso quiso decir, pero intenté hablarle nuevamente.

"No te vayas."

Ella avanzó más rápido de organizar las cosas en un bulto de mano nerviosamente.

"Agatha va a arreglar esto."

Tomó sus cosas y salió de allí. Fui tras ella pisándole los talones.

"Valentina, detente y escucha."

Patético.

Milagrosamente ella se detuvo y yo tuve la oportunidad de ponerme frente a ella en el medio del pasillo que dirigía hacia la sala de estar. No podría decir si ella me veía o no, pero una lagrima cayó de su ojo derecho y fue todo lo que necesité para intentar abrazarla. Cuando mis brazos tocaron su cuerpo, ella fue todo piel de gallinas, le había herizado la piel y sé que ella podía sentirme.

"No... puedo..." dijo en medio de un solloso, me atravesó y siguió caminando.

Hay algo en ella que no es igual, su conocimiento acerca de mi se ha ampliado y no se si es por Agatha, o su alma se ha estado conectando con la mía. Pero hay algo en definitiva que no es igual.

Esta vez no la sigo, dejo que vaya con él, los escucho hablar. Tienen una breve conversación de la casa y lo hermosa que es, por ese dato me doy cuenta que ella no le ha hablado de mi, aún no puedo descifrar que hay entre ellos, quiero pensar que no hay nada, pero la lógica me apunta a que puede ser que sí. Salen y los oigo encender el auto y marcharse y yo vuelvo a mi soledad, de la cual nunca debí salir.

El espectro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora