Donde está el espectro?

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"Ah, te parece muy gracioso."

"De hecho sí. Es que te ves de lo más

hermoso haciendo tanto esfuerzo."

Estaba determinado a mover el enorme librero que había comprado, ya teníamos suficiente libros como para llenarlo, aunque cubría toda una pared, con los libros que Catalina y yo poseíamos, más los que ella ha venido comprando desde que nos conocimos, puedo estar seguro que el espacio no será desperdiciado.

"Deberías moverlo más a la derecha." resopló Catalina desde su asiento en el sofá.

La miré con fingido enojo y dije, " Que tal que vengas y lo muevas tú."

"Nop, me encanta verte sudar."

Me reí y la miré maliciosamente, "Hay otras formas en las que puedo sudar..."

Ella se rió pero su mirada decía otra cosa.

"Aspen!"

Escuché una voz que no era de Catalina y me puse en alerta.

"Aspen!"

La voz tiraba algo dentro de mi cabeza, pero no se qué era.

"Aspen, bicho, donde estás?"

Cerré los ojos intentando aclarar mi mente y cuando los abrí, en el lugar que debía estar el mueble y Catalina, estaba esa mujer que había visto tantas veces pero no podía recordar su nombre.

"Aspen, querido, ahí estás. Donde has estado? me has asustado a muerte!"

Mi mente intentaba descifrar duramente quien era ella pero algo lo bloqueaba, me sentía inútil por no recordar algo tan simple como un nombre, no quería preguntarle cual era porque algo me decía que se ofendería.

"Estás bien? Pareces que has visto un fantasma!"

Ella se rió a carcajadas y como cosa extraña sus palabras hicieron que todo tuviera sentido.

"Agatha!" Cómo la había olvidado? Algo no andaba bien, de eso estaba seguro.

"Sí, ese es mi nombre. Dónde has estado? me tenías preocupada, pensé que te había perdido."

"Dónde más? Aquí mismo donde me has dejado. Lo peor de todo es que ahora creo que alucino."

"Hmm, eso podría explicar porque tienes casi tres semanas desaparecido."

Trato de digerir esas palabras rápidamente, aunque para mi no hacen sentido.

"Qué?! Y Catalina no ha regresado aun?"

"Querrás decir Valentina y no, aun no." Agatha me miró un poco triste, me estaba ocultando algo. "Pero así está bien, es mejor para los planes que tengo, a eso he venido hoy, para hablar contigo."

"No puedo creer que aun no haya vuelto a casa. Esta ves si la embarré verdad? no volverá? Por eso es que estoy desapareciendo?"

"Calma! Primero, escucha lo que te voy a decir y presta mucha atención porque no lo repetiré!"

Asentí obedientemente aunque no podía dejar de pensar que tenía tres semanas desaparecido, ni a aquí ni allá, y ese era el tiempo que Valentina había estado fuera, a lo mejor mi teoría era cierta y ella sería la razón por la cual dejara esta casa.

"He encontrado un cuerpo."

"Eso qué quiere decir?"

"Para tu transición."

"Mi que?"

"Tu trasn-"

"Yo se lo que es eso, pero no entiendo."

"He encontrado alguien que nos puede ayudar."

"Nos puede ayudar? Agatha que piensas que vas hacer?"

"Te sacaré de esta casa, por esa puerta, como un hombre de carne y huesos aunque sea lo último que haga."

Sus palabras me dejaron atónito. "A que te refieres con 'hombre de carne y huesos'?"

"He conocido un chamán que puede poner tu alma en un cuerpo."

"Estás loca? Has perdido la razón? Estás peor que yo! dispuesta a matar a alguien, por mi? por alguien que ni siquiera conoces, no es como si fuera real, ya no más."

"Siempre tienes que comportarte como un niño malcriado cuando te digo cosas así? Tú solo te callas y haces lo que digo. Y no, no vamos a matar a nadie. Consiguiéremos un cuerpo moribundo."

"Estás loca." Dije con disgusto.

"Es un plan perfecto. Por eso he mantenido a Valentina fuera de la casa."

"Que has hecho qué?!" Estaba muy agitado, no podía creer como Agatha había planeado todo esto dejándome fuera completamente sin saber si eso es lo que quiero, sin razonar si eso es lo que necesito. "Te has dado cuenta que tu genial plan puede fallar si la mantienes lejos de aquí? he estado fuera todo el tiempo que ella lo ha estado."

"Eso he observado." dijo mientras se paseaba por la sala con una mano en la barbilla, como si estuviera pensando algo muy profundo. "Por eso no podemos esperar más tiempo, tendremos que hacerlo lo antes posible."

"No haremos nada, estoy totalmente negado a semejante locura."

Ella siguió paseándose como si no me escuchara.

"Me niego a robarle la vida a alguien."

Ella se paró repentinamente y me miró fijamente. "Ya te he dicho que no le robaremos la vida, solo el cuerpo y será alguien que nadie podría extrañar."

"He dicho que no y no hay nada que me haga cambiar de idea!" Dije un poco gritado. No recuerdo haber estado tan enojado en mi vida.

"Eso ya lo veremos." Ella respondió muy segura.

El espectro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora