Dentro del bosque

470 32 6
                                        

"Oh, rayos, estoy perdida!"

Había salido de la cabaña desesperada por un poco de aire fresco, acababa de tener otro sueño, o pesadilla, aún no estaba segura, no había tenido otro desde el primer día que llegué y este fue peor. Definitivamente necesitaba respirar, ponerme en contacto con algo o alguien, no creía ser capaz de distinguir la realidad después de ese sueño tan vívido, nunca me había pasado en esa magnitud.

Soñé con él, con ese hombre que me compraba café, soñé que él moría y que lloraba por días o meses no lo se, pero sentí que lloré demasiado y lo peor de todo es que al final del sueño me veía al espejo y no era yo, bueno me sentía como yo, pero lucía como otra persona. Sacudí mi cabeza tratando de quitar el recuerdo de mi mente pero no podía estaba allí y en medio de todo eso me había perdido en el bosque.

La oscuridad no ayudaba en nada, la luna, la cual me iluminaba el camino se había escabullido en una nube gris espesa que me daba la sospecha que traía alguna carga de agua. No quería entrar en panico pero las cosas no mejoraban cuando tropece con los cordones de mis tennis, quedaron enredados entre las pequeñas ramitas que salían de los arboles, caí duro contra el suelo amortiguándome un poco con ambas manos. No las podía ver pero estaba segura que me había roto la piel en la mano derecha, un búho me hizo saber de su presencia cuando empezó a ulular y el miedo comenzó a meterse en mi piel sin permiso.

Me paré con planes de salir corriendo aun si no tenía la menor idea en que dirección ir. Corrí por mi vida, no sabía que era peor si estar aquí en el bosque sola, sin saber que animales acechan, o volver a soñar con todo ese dolor que me desgarró el alma aun si no sabía por quien lloraba.

Una luz a la derecha me hizo parar en seco, era una cabaña y por un breve instante pensé que era la mía, pero luego vi el humo de la chimenea y me recordé a mi misma que no había encendido fuego. Estaba debatiendo fuertemente si ir a pedir ayuda o no, si era un lunático asesino en serie que usaba ese lugar para descuartizar sus víctimas no saldría de allí viva. Un lobo aulló a lo lejos e instintivamente di unos pasos mas cerca de la cabaña, me detuve, aun no había decido si ir o no.

Algo dentro de mi quiso devolverse cuando los pelos pequeños de mi nuca se crisparon.

"No te muevas."

Alguien dijo y seguida de las palabras algo frío se pegó a mi espalda. Podría desmayarme, mis piernas no servían para nada en ese momento, quería decirle que no iría a ningun lado que me tenía a su merced porque mis piernas no me funcionaban por el pánico, pero tampoco dije nada porque mi voz se había ido de vacaciones.

"Camina derecho." volvió a hablar el hombre mientras me empujaba con la cosa fría, supuse que era un arma. Como pude hice que mis piernas se movieran poniéndolas una delante de la otra sin caerme.

"Detente." dijo cuando habíamos llegado al claro donde se encontraba la cabaña, la luz del porche alumbraba lo suficiente para distinguir las cosas.

El tipo me rodeó lentamente y se puso frente a mi, yo dirigí mi mirada al suelo instintivamente, no quería que se sintiera amenazado y decidiera matarme porque vi su cara. Un sudor frío bajó por mi espalda mientras esperaba su siguiente mandato.

"Valentina?"

Por nada en el mundo esperé que ese sujeto dijera mi nombre por lo que subí mi mirada de golpe y lo vi a la cara con toda la curiosidad que una persona podría poseer. No lo conocía, pero algo en sus rasgos me daba la impresión de saber quien era.

El volvió a hablar, "Eres Valentina, cierto? La amiga de Jaquee que se esta quedando en la cabaña al otro lado del bosque."

Era mas que una pregunta, una afirmación. Aun sin poder hablar puesto que no me había recuperado del susto, asentí con la cabeza y suspiré en alivio.

El espectro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora