Mi Nombre es Angel

Capítulo 1

En el presente.

Abro lentamente los ojos, creo haber escuchado algo. Estoy en una habitación pequeña, solo hay una cama y un retrete. Miro mi cuerpo, estoy vestida con una bata blanca ¿en dónde rayos estoy? ¿Cuánto estuve dormida? ¿Dónde está mi familia?

Escucho pasos venir y me levanto impaciente. Intento ocupar mis dones y echar la puerta abajo, pero nada sucede, lo intento una y otra vez sin resultado. Miro cada rincón de la habitación y puedo asegurar que estoy aquí porque descubrieron mis poderes, porque descubrieron que tengo telequinesis, es por eso que esta habitación los inhibe.

La última vez que estuve despierta, me sedaron y se llevaron a mi familia. Estoy segura que estas instalaciones tienen que ver con el gobierno, posiblemente es una base militar.

Un hombre entra a la habitación. Siento la necesidad de empujarlo con mis poderes, pero no puedo ocuparlos aquí ¡Maldita sea!

—Esta habitación está hecha especialmente para inhibir todo tipo de poder mental —comenta el hombre suponiendo mis planes —nada de lo que intentes hacer vale la pena.

— ¿Quién es usted? ¿Cuánto tiempo he estado aquí? ¿Dónde está mi familia, que hizo con ellos?

—Porque no te sientas mejor —apunta la litera.

—Porque mejor no me da respuestas —respondo enojada.

—Tienes todo el derecho de estar enojada Annie Jane.

— ¿Cómo sabe mi nombre? ¿Acaso usted es parte del gobierno?

—Te responderé todo lo que quieras, solo con una condición —dice el hombre.

Gruño enojada.

— ¿Una condición? Me separaron de mi familia ¿y yo debo acceder a una condición? ¡Púdrase! —tiro un escupo a sus relucientes zapatos.

El hombre alza una ceja y aspira profundo.

—Veo que no hay mucho que pueda decir para que te calmes, así que te lo hare más simple, comenzando yo —dice carraspeando —soy el comandante William y estas en una base militar.

Lo sabía. Me llevan rastreando de hace meses.

—Nuestras intenciones no han sido dañarte, sino todo lo contrario. Me disculpo por arrastrarte aquí, pero temíamos que escaparas y eso es justo lo que no queremos.

— ¿Cuánto tiempo he estado aquí?

—Una semana.

¿He estado inconsciente toda una jodida semana?

— ¿Cuál es el propósito de todo esto? ¿Qué es lo que quieren?

—Queremos tu ayuda.

— ¿Mi ayuda? —alzo una ceja —para empezar, ¿Quién les hablo sobre mí? Me llevan persiguiendo por meses, los he visto.

—Nadie nos habló sobre ti, fuiste tú quien se expuso.

Frunzo el ceño — ¿de qué habla?

—Te hemos estado vigilando hace bastante tiempo. Sabíamos que tenías un don peculiar y no fue difícil darnos cuenta de eso, ya que hace unos meses las cámaras de vigilancia del condado grabaron tu incapacidad para tener tus poderes al límite. En el supermercado ¿lo recuerdas?

¿En el supermercado? Ya lo entiendo. Recuerdo que mi madre no tenía dinero, habíamos conducido por kilómetros, ya que vivimos en el auto luego de que nos quitaran la casa por falta de dinero. Erick tenía hambre y yo igual, así que decidí hacer unos truquitos con mi mente para conseguir comida. Las cámaras deben haberme grabado. Sin embargo, él dijo que me llevan vigilando bastante tiempo, creo que esa no debe haber sido la única vez que descubrieron mis extraordinarios dones.