Capítulo 4

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'Toda persona fuerte fue alguna vez Débil. Todo asesino fue alguna vez la víctima'


'Azazel'

Escucho el nombre en mi mente, es la voz del ángel.

¿Ese ángel se llama Azazel?

—Vaya —dice mirándome y acercándose. De cerca puedo ver que tiene el aire de un líder, pero no tanto como el ángel que me acompaña, porque este destila superioridad que ni Azazel puede llegar a tener —veo que traes compañía.

El ángel me mira de reojo.

— ¿Qué haces aquí? —está atento a sus pasos.

— ¿Es así como recibes a un amigo después de tanto tiempo?

—No soy amigo de demonios caídos —responde el ángel.

—Oh vamos, eso fue hace mucho. Además, llevo años esperando tu caída. ¿Quién diría que al fin te revelarías? te aburrieron esas absurdas reglas del cielo ¿no?

A mi lado el ángel se tensa. Algo me indica que esta visita no le parece para nada agradable.

—Ve al grano Azazel ¿a qué has venido?

Azazel sonríe, una sonrisa que no considero amistosa.

—Los oscuros me informaron que andabas en la ciudad. Te quieren ver muerto.

—Espero que sigan soñando —responde con superioridad.

—Ya lo creo. Supongo que sigues teniendo el rango que tenías haya arriba, no lo has perdido ¿o sí?

—Eso no te interesa —contesta.

—Vamos Razi, no seas así con un viejo amigo, ¿o acaso no recuerdas los buenos tiempos?

— ¿Buenos tiempos? —alza una ceja, notoriamente molesto —caíste, te contaminaste y contaminaste a los humanos. Nunca fuimos amigos, nunca seré amigo de un desertor como tú, que te quede claro.

—Rencor ¿eh? veo que pasar mucho tiempo con los humanos te contamina más de lo que creí —me mira a mí.

Tensa la mandíbula.

—Habla, ¿Qué es lo que quieres? ¿a qué has venido?

— ¿Sabes que le han puesto precio a tu cabeza? —dice acercándose —creen que eres una amenaza para los nefilims y sus procreadoras.

—Lo soy —responde seguro.

—Ya veo, así que es verdad lo que se rumorea. Al parecer desde el cielo no pudieron detenerte.

—Ya no cumplo reglas del cielo.

—Pero si de la tierra —comienza a moverse, algo en su andar me parece sospechoso, como si evaluara posibilidades para atacarnos desde varios ángulos — ¿Sabes qué? tus planes no me agradan.

—El sentimiento es mutuo Azazel.

—Bien, porque no tendré consideración contigo ni con tu mujer humana solo por haber sido amigos en el pasado. Si realmente eres una amenaza para los nefilims no me queda otra que acabar contigo.

—Así que ahora los defiendes —alza las cejas — ¿Qué te convenció? ¿una humana?

—No, no fue solo una humana —hay algo de orgullo —los defiendo porque yo soy su líder, líder los ángeles oscuros.

El ángel lo mira, probablemente sorprendido, aunque no se le nota. Sin embargo, yo si estoy sorprendida.

Él es el líder de toda la horda de horribles ángeles con ojos rojos que nos han estado persiguiendo. Sin embargo, Azazel no tiene el mismo color de ojos que ellos.

Mi Nombre es AngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora