Mi Nombre es Angel

Capítulo 12

Se me olvidaba decirles, que si decidí continuarla. Gracias a todas por los mensajitos. <3 & me alegro que les guste la historia entre Annie & Razi.

— ¿Qué hacemos aquí? ¿Supongo que no estás buscando un pasadizo hacia el infierno?

El ángel me fulmina con sus ojos.

—No humana, solo busco una manera de entrar que no sea por la puerta principal. A menos que quieras verte envuelta en una pelea con los policías, aunque meter tus narices en problemas es tu don.

Frunzo el ceño molesta.

—Solo intento saber que hacemos en una cloaca. Estos son los únicos pares de zapatillas que tengo.

El ángel sigue caminando por el sucio conducto, mientras yo le sigo. Intentó esquivar la basura, el agua mugrienta y me tapo con las manos la nariz. El olor es insoportable.

Estoy segura que había una mejor manera de entrar a la base militar que por un viaducto de aguas servidas.

Los militares tienen toda la entrada resguardada, armas y francotiradores por todos lados. No se ha sabido nada de lo que está sucediendo ahí dentro, y los medios ya sacan sus propias conclusiones que obviamente no incluyen 'gigantes nefilims' armando el caos dentro de la base.

Llegamos bajo una rejilla. Ambos miramos hacia arriba. Si Razi se estira puede alcanzarla, yo ni modo, mi tamaño no me lo permite.

—Creo que ahora es tu turno —señala la rejilla —debes abrirla.

—Insisto en que habían otras maneras de entrar.

— ¿Ya y como? —alza las cejas —el edificio está rodeado de humanos armados, es una suerte que estos conductos no tengan guardias dentro.

Miro la rejilla —tu puedes alcanzarla —la apunto —solo debes estirarte.

Me mira enojado — ¿porque me dejas todo a mí?

—Porque esta fue tu idea, mira mis zapatillas están llenas de mierda y más encima quieres que yo abra la rejilla.

—Tu eres la que tiene dones.

—Y tu eres el que tiene fuerza.

—Annie...

—Está bien —respondo de mala gana —como sea, lo haré. Apártate.

El ángel se hace a un lado.

Enfoco mi energía en la rejilla sobre nuestras cabezas y esta se abre, cae a nuestros pies y salpica agua sucia —facilisimo.

—Que engreída.

—Igual que tú.

Ambos miramos hacia arriba, se ve oscuro.

—Creo que lleva a otra cámara antes de ingresar al edificio —intenta alcanzar una de las orillas pero de todas maneras le quedan altas para el. Me mira —tu primero.

— ¿Yo? ¿porque yo?

—Porque sí, ven.

—Oh no, esta fue tu grandiosa idea, ve tu.

—Annie, no empieces, se me agota la paciencia.

—Y a mi también, ¿acaso crees que me gusta estar dentro de este alcantarillado con toda esta agua sucia y ese horrible olor a mierda?

—Estas alcantarillas llevan suciedad de humanos, y tú también eres uno de ellos. Así que si vas a sentir asco, siente asco por lo que tu cuerpo desecha.