Ian y yo nos cubrimos con nuestras chaquetas, mientras esperamos a que Razi llegue.
En la oscuridad solo se ven las sombras de los autos al pasar, mientras los dos observamos la guarida, que yo no le llamaría así.
Los nefilims y los ángeles oscuros tienen una forma divertida de encontrar lugares en donde reunirse.
Ya superé haber estado dentro de un cementerio en plena noche, pero esto, es algo retorcido.
— ¿Has visto esas películas donde siempre de tres sale uno herido? —pregunta Ian observando el lugar —creo que ese tercero, seré yo.
—Pensé que ya habías estado aquí.
—Orión siempre cambia de lugar, antes de esto fue un edificio abandonado en pleno centro de la ciudad y ahora es...
—Un hospital abandonado.
El lugar está lleno de maleza y fue abandonado hace años, se nota por su construcción ruinosa. Hay un cartel en el suelo que dice que será demolido y se construirán nuevas casas, pero al parecer alguien ya tiene otros planes para este lugar. Como hacer un refugio para nefilims.
— ¿Crees que podamos entrar? Orión siempre tiene bien vigilado el lugar.
—Razi sabrá cómo hacernos entrar —contesto.
— ¿Por qué confías en él? —frunce el ceño —me refiero a que él es un caído, no está precisamente del lado de los humanos.
—Razi es... diferente —supongo que sí lo es, no se comporta como los demás caídos, aunque si tiene el ego más grande del mundo.
— ¿Diferente?
—Tenemos un acuerdo para permanecer juntos, supongo que es lo que le conviene a él y a mí.
— ¿Acuerdo? ¿Por qué andas con él, que acuerdo hicieron?
Alzo una ceja —eso no es de tu incumbencia.
Se encoje de hombros.
—Solo quería saber. ¿Qué cosa podría un ángel querer de un humano, como para que decida ayudarnos? Otro ya nos hubiese matado.
—Eh...
El ángel necesita la corona, vale, eso lo sé. Pero no se que más necesita. Se que estamos juntos por el acuerdo que hicimos, y porque supongo que necesita algo de mí. ¿Qué exactamente? aún no lo se.
—La mayoría de los que han caído, no son muy buenos con los humanos. Menos los ángeles oscuros y digamos que los nefilims son... diferentes.
—Todos nos odian, ¿cierto?
—Ajá —asiente Ian —se que los ángeles caídos nos odian por tener que convivir con nosotros, en un mundo que no es suyo. Los ángeles oscuros nos odian porque creen que aún somos una raza primitiva que no evoluciona, aunque muchos de ellos han procreado con los humanos.
— ¿Por qué nos odian si han tenido hijos con nuestra especie? eso tampoco logro entender.
—Supongo que no es lo que ellos querían. Digamos que han querido saciar placeres solo con lo que tenían a mano y eso eran los humanos. Sus hijos mueren a los años, los nefilims no son inmortales y eso debe ser duro para un ángel oscuro que es inmortal. Siempre tendrá que ver morir a su descendencia.
—Cierto.
—Y bueno, los nefilims no odian a la raza humana, pero si nos odian a nosotros, a ti, a ese ángel y a mí.
—Vale, entiendo que odien a Razi, porque no está del lado de nadie, a mí por acompañarle, pero... ¿a ti, porque? tu trabajaste para ellos, les servías, ¿Por qué habrían de odiarte?
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Mi Nombre es Angel
ParanormalLas alarmas se han encendido y el gobierno ya esta enterado del peligro al que se enfrentan. Un ser ha caído del cielo y no viene con buenas intenciones. Annie es la única que puede ayudarlos, ¿pero que pasaría si las cosas no salen de acuerdo al p...