D I E C I S I E T E

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Capitulo Final

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  Alguien la cogió por el brazo. El cuerpo del pastor Lincoln estaba a su lado, pero aparto los ojos de él y se quedó mirando a Kyung Soo.

En la distancia aún se veía el fuego que consumía la casa de Kyung Soo. Los relámpagos desaparecieron y empezó a llover con furia. Miro a Kyung Soo deseando correr hacia él, pero aquella mano le sujetaba el brazo con fuerza. Y el joven le dio la espalda

—Venga conmigo, Megan.

La voz era amable, familiar y, por un momento, creyó que se trataba de Joseph. Pero no era el, sino Salvatore, con la cara cubierta de heridas y moretones que lo hacían casi irreconocible.

—Está sangrando. Tiene que ir al hospital. Y la policía querrá hacerle muchas preguntas.

—¿A1 hospital? —repitió ella, sin comprender—. ¿La policía?

Miro a su alrededor y comprendió que los fanáticos habitantes del pueblo no se habían aplacado debido solo a la impresionante muerte de su líder.

—Venga conmigo —repitió Sal, conduciéndola hacia un coche de policía. La joven intento desasirse.

—Pero Kyung Soo...

—Yo cuidare de él. Siempre lo hago. Váyase con el lugarteniente Dixon.

La joven se volvió, preguntándose si no había algún modo de escapar de su mano, pero Kyung Soo seguía vuelto de espaldas. Alto, remoto, daba la impresión de que nada podía alcanzarlo. Ni siquiera ella.

El viaje hasta el hospital de Millers Fork le parecía interminable. Estaba sentada en la parte trasera del coche patrulla, mirando las luces del panel de mandos y respondiendo preguntas. Los policías le informaron a su vez de lo que ellos sabían.

Sal había ido a buscar ayuda en el momento en que comprendió lo que ocurría en el pueblo. El pastor Lincoln lo había dejado atado delante del altar de la vieja iglesia, pero las correas no habían sido bien apretadas y se las había arreglado para escapar, robar un coche y dirigirse a Millers Fork, donde estaba la estación de policía más cercana. No le había costado mucho trabajo convencer a las autoridades. Los golpes de su cara y la presencia de Ruth Wilkins en el hospital habían sido prueba suficiente de que algo violento estaba ocurriendo en Oak Grove.

Llegaron demasiado tarde para salvar la casa de Kyung Soo, pero la multitud estaba tan enloquecida que no se dio cuenta de que un grupo de coches negros se unían al convoy en su viaje de vuelta hacia el bosquecillo. El lugarteniente Dixon estaba a punto de intervenir en el momento en que el pastor Lincoln fue alcanzado por el rayo. Megan dejo de escucharlos. Aquello no le importaba. Lo único que importaba era que Kyung Soo había ido a salvarla y, en cuanto la había visto a salvo, le había dado la espalda.

Paso demasiado tiempo en el hospital. El pastor le había hecho un corte en la espalda que requirió varios puntos y tenía además varios golpes y moretones que había que limpiar. A las tres de la mañana no podía visitar a Ruth, pero le dijeron que la mujer se recuperaba bien y seria dada de alta en un par de días.

Deseaba desesperadamente volver a Oak Grove, pero no tenía más remedio que esperar. El lugarteniente Dixon quería llevarla a la comisaria para interrogarla.

Estaba amaneciendo cuando decidieron que ya le habían hecho bastantes preguntas. Había tres muertes que investigar. Todos habían sido testigos del horrible final de Lincoln, pero las muertes de Fredy y el medico eran más difíciles de explicar. Dixon había visto dos muertos, pero la joven sabía que la policía no podría comprender lo de Joseph así que aquello alargo aún más el interrogatorio y Dixon no estaba muy satisfecho cuando decidió dejarla marchar, pero no había nada más que ella pudiera decirle, ya que ni ella misma lo comprendía todo.

El Fantasma de la Noche ( con Do Kyung Soo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora