오늘밤; Oneulbam

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Esa noche.


Llegar a la capital de Seúl nos tomo una hora y media aproximadamente, los nervios estaban matándome.
Los chicos terminaron dividiéndose en dos camionetas tipo van, Zelo con los suyos y Zico de igual manera, iban por delante de nosotros, ya que YoonGi no quiso ir en ninguna van, por lo que llegamos en su auto deportivo.

La prisión estatal podía verse claramente desde mi asiento en la parte del copiloto. Unas ganas de decirle a YoonGi que se detuviera me invadieron la cabeza.
Estaba sintiéndome demasiado débil y no sabia si era por el miedo o porque comenzaba a morir internamente.

—Voy a necesitar que me alcances la mochila negra, por favor —pidió YoonGi sin ningún tono de afecto a mi persona.

Desabroche el cinturón de seguridad y me gire sobre el asiento a la parte trasera del auto, tome lo que me pidió, y en cuanto tuve la mochila en mis manos, volví a la misma posición en la que me encontraba.

—Gracias —pronunció, arrebatándome su pertenecia.

Tome un minuto para preguntarle un pequeño detalle.
Suspire indeciso, pero termine por hacerlo.

—¿Si voy a lo de NamJoon, no?

Le mire por el rabillo del ojo y escuche como soltaba una risilla queda e hipócrita, falsa para ser exacto.

—Suerte.

Fue lo único que dijo, después saco su laptop de la mochila, encendiéndola y tecleando algunos códigos extraños en ella.

Alguno de los chicos bajó de la van y toco la ventanilla de YoonGi, en cuanto la ventana fue bajada, visualice a Zelo.
Me removí incómodo sobre el asiento y mantuve la mirada al frente.

—¿Comenzamos ahora?, Jongup nos dará paso en cinco minutos por la entrada trasera de la prisión, ya sabes, por donde sacan la basura y los uniformes sucios de los presos.

—¿Dónde está HimChan? —cuestionó YoonGi con la mirada aún sobre la laptop.

—Cuarto de control, logro ingresar hace dos meses, sabe todo lo necesario. Si todo va bien, en cuanto corte la electricidad de la prisión tendremos más facilidad de movernos.

YoonGi asintió repasando con su lengua sus labios, mordiéndolos y apretándolos en una fina línea.

—Comenzemos.

Zelo repitió la acción de YoonGi, asintiendo y corrió hasta las otras camionetas.

Tenía que decirle algo, pero la voz no me salía de la manera en que deseaba.
Miré a YoonGi por unos minutos hasta que cerro su portátil, colocándola sobre el tablero del auto.
Estaba apunto de abrir su puerta, y sabía que ya no habría otra oportunidad de decirle lo que sea que mi boca le quisiese soltar, quizá por última vez.
Apreté con fuerza mis puños y me trague toda emoción, hasta que lo escuche...

—¿No vas a decirme nada esta noche?

Asentí, con un nudo en la garganta fui capaz de decirle lo que pensaba acerca de nuestro suicidio colectivo.

—Me duele tanto que creo que me volveré loco.

YoonGi sonrió melancólicamente y asintió cabizbajo.

—Aunque no lo creas, un buen amigo me dijo esto una vez, ahora te lo diré yo a ti —suspiro—. Está noche quemate con pasión, que es más ardiente que el sol, porque no hay una manera fácil de hacerlo, sólo queda confiar en ti mismo.

사랑을 위해 살인 Temporada 1 || YoonSeok Donde viven las historias. Descúbrelo ahora