Armas.
—Hosie, hey... cariño.
Mi cuerpo estaba rígido sobre el frío piso de madera perteneciente a mi departamento, casi pude sentir como el cuello me crujía por la mala posición que adopto mientras yo esperaba a que YoonGi regresara.
—Mmm, h-hyung...
—¿Eres tonto o qué? Arriba, vas a enfermarte y yo no soy bueno con esas cosas.
Como pude me reincorpore y solté un quejido bajo a la vez que tallaba mis ojos.
—Estoy aquí, y muero de hambre.
Antes de avanzar, me apoye en la pared ya que un mareo nubló mi visión. Pronto las manos de YoonGi en mi cadera me brindaron estabilidad.
—¿Q-Qué hora es?
—Dos treinta de la madrugada.
—Después comes, vayamos a un lugar.
—HoSeok, oye... —sus manos buscaron contacto con las mías, pero lo impedí.
—No. Tú quieres un cambio, voy a darte un cambio... espero que tengas balas suficientes.
A tientas busque mi chamarra de cuero negro e hice lo mismo con mi calzado en la entrada del departamento.
—Hosie, tranquilo ¿sí? No voy a obligarte a hacer nada... no hay porque esforzarse —informó con tranquilidad, tratando de conectar su vista con la mía.
—No me digas esa estupidez, yo si tengo algo porque esforzarme... ¡y ya no cambiare de decisión! —mi voz salió firme, con un tono claro de enfado.
—Ah, ¿y cuál es ese algo? —indagó mientras se calzaba con sus converse negros.
—Tú, idiota. Deberías de saberlo. Te odio. Te odio, odio tener que hacer esto.
—Tú no me odias, o eso creo —sonrió casi con seguridad—. ¿Hacer el qué, HoSeok?
—Cállate, ya no preguntes y sígueme.
Tome las llaves y mi arma que se encontraba sobre la mesa.
YoonGi me miraba con intriga, pero era él el responsable de mis acciones. Él no estaba creyendo en mi, entonces yo le daría motivos para creer en mi.
Ya no era un mocoso de nueve años, y sé lo demostraría.• • •
—Hace tiempo conocí un terreno baldío, cada que estaba fuera de mis cabales iba ahí para desahogarme —hablé para deshacerme del silencio que nos rodeaba.
—¿Y qué, vas a matarme ahí? Mejor hazlo rápido. No hay nadie justo ahora —YoonGi miro hacia atrás y luego a mi.
—Si no te amara, te haría caso —mascullé.
—¿Cómo? No escuche bien.
—Jodete.
A unos pasos de llegar hasta el solitario terreno, YoonGi haló de mi brazo estrellándome contra su pecho.
—Escúchame, supongo que nunca te lo he dicho... HoSeok yo t...
—¡Ugh, no! —chillé—. Después de terminar con lo que planee me dices lo que quieras.
—¿Por qué no ahora? —preguntó con una risilla.
—Porque me volverás débil.
—¿Un beso?
Negué rápidamente.
—Eish, ¿por qué no?
—No quiero ablandarme justo ahora, después de demostrarte que soy capaz y no soy aquel niño de nueve, me harás lo que tú desees.
—Si lo dices de esa manera, hazme sufrir para hacerte pagar de la forma más dolorosa que idee en mi cabeza.
—Trato hecho —me separé de su cuerpo y caminé hasta adentrarme en el terreno baldío.
Sus ojos me observaban con cautela, esperado a que hiciera el primer movimiento.
El vaho salía por nuestras bocas en cada exhalación y suspiro.
YoonGi lucía hermoso, pero era sólo la piel de un demonio que llevaba un par de años dormido.Era mi oportunidad de demostrarle que podía hacerlo, que a pesar de mis temores, haría todo con tal de ayudarlo.
Pero el primer paso era enfrentarme a la muerte, al propio amor de mi vida.A YoonGi.
—Cargue mi pistola con sólo tres balas, si doy al blanco, que será tu cuerpo. Yo seré quien enfrente a los guardias de seguridad que vigilan a NamJoon en el pabellón de psiquiatría y tú irás por Jin.
Como era manía de él, alzó su ceja izquierda, claramente sorprendido por mis palabras.
Yo nunca me clasifique como idiota, sabía perfectamente que lo mas difícil sería sacar a NamJoon del pabellón psiquiátrico. Lo menos que podría hacer en toda mi vida, sería facilitarle la vida a YoonGi, incluso si tenía que sacrificar la mía propia.
—HoSeok, no creo qu...
—Cállate.
Empuñe mi arma listo para disparar, mi pistola era automática. La desventaja de ésta, era que los tiros serían continuos si no quitaba mi dedo índice del gatillo y con lo lento que me había vuelto con el pasar del tiempo, seguro y me acababa los tres tiros. Pero estaba especulando.
—Deja de pensar tanto, sólo tienes tres tiros. ¿Es muy difícil acaso?
—Dije que te callarás, es una lástima que en estos momentos no te vea como alguien cercano a mi —pronuncié con seriedad.
—Bien, si será de este modo, juguemos.
En un parpadeo YoonGi estaba empuñado su arma con una sonrisa torcida.
—No interfieras con juegos estúpidos hyung. Si lo haces, te mataré.
—No sé que pla...
Dispare, por primera vez aplicaría los métodos que YoonGi me obligo a memorizar de pequeño.
—¡Hijo de puta! —gritó estupefacto.
—Uno, no sentimientos —rememoré en mi pasado.
El rostro de YoonGi se contrajo. Parecía tener un sentimiento que comúnmente no demostraba, quizá ¿arrepentimiento?
Pero era tarde, no me echaría para atrás.—HoSeok, me has disparado.
©セシア
Ahre^^ se pondrá un poquito intenso esto. Pero don't worry. Después van a reír, sí, escribí reír aunque se lea raro. O al menos van a sonreír. Pienso yo. Jé.
Ellos le dan sentido a mi vida y a mi oscura alma.ヾ(T(エ)Tヽ)
Gracias por leer, se acercan los últimos capítulos.✨
30/01/17.
03/06/17.🔍💜🔎
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사랑을 위해 살인 Temporada 1 || YoonSeok
أدب الهواةYoonGi era un niño distinto. YoonGi jugaba a crear su propia iglesia bajo sus propias reglas y creencias. YoonGi sólo tenía 11 años cuando manchó sus manos con el pecado y la muerte, condenándose así, a una vida miserable y llena de desdicha. HoS...