낯선 사람들; Nachseon salamdeul

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Los desconocidos.

—Siento lo de ayer.

—Hosie, quizá esto es mucha carga para ti —dedujo YoonGi mientras verificaba algunas cosas en su celular.

—No, no es eso. Ayer, estaba cansado, mucho y... y, bueno...

—Calla —pidió de manera atenta, levantado su vista del aparato electrónico para escudriñarme con la mirada—. No quiero involucrarte en esto, no quiero perderte HoSeok. Por eso quiero que te mantengas fuera.

—¿Por eso quieres traer a tus amiguitos pandilleros, para mantenerme amarrado sin dejarme ayudarte? —recrimine, comenzado a sentir la sangre hervir.

—Cuidado como los llamas, si ellos te escuchan, ni de broma van a querer ayudarme.

—Me importa una mierda, no me puedes excluir de esto Min YoonGi.

Lo siguiente que escuche, fue el horrible chirrido de la silla corriéndose hacia atrás, en donde YoonGi se encontraba sentado.
Se levantó con una tranquilidad y una lentitud inigualable en su persona, logrando hacerme sentir un escalofrío.

—Y-YoonGi... —retrocedí casi por instinto.

—Mi pequeño hombrecillo —sonrió ladino—. Más haya de los muros de la inteligencia, la vida esta definida. 

Lo observe con temor, no era tonto. Sabía perfectamente a que se refería con aquella frase.
Por más que ingenira un plan brillante junto con él, habría algo que tendría que salir mal. Incluso así reuniera a los mejores de su clase, a los más desquiciados, algo saldría mal, nos gustase o no nos gustase.

—¿A qué hora estarán aquí? —evadí su mirada, girando sobre mis talones a la pequeña estancia.

Hosie —solto mi seudónimo con un tono lastiemero que estrujó mi corazón.

—Vale, entiendo hyung —farfulle tiradome sobre el sofá, viendo el techo y abanico que daba vueltas sobre mi cabeza.

—Hosie, no me hagas sentir como una mierda.

—¿Quieres que me arregle? Cómo debería vestirme, ¿me pongo la chamarra de cuero negra? —seguí evadiendo el tema—. Cielos, tengo tanta curiosidad por ese tal Zico y el otro llamado Zelo.

YoonGi tomo asiento a mi lado, podía sentir su mirada penetrante en todo mi cuerpo, me acuchillaba con cada parpadeo.

—HoSeok, por favor...

—Sabes, —reí bobamente—. Zico me recueda a una marca de condones, ¿a ti no? Que ingenioso para ponerse así —volvi a reír cerrado enta vez los ojos, así quizá la miarada de YoonGi dolía menos.

—¡MIN SUGA!

Me exalté dando un pequeño respingo en el sofá. YoonGi rápidamente aparto su mirada de mi, al tiempo en que se ponía de pie.

—¡ABRE RÁPIDO ENANO!

Me tense en cuanto YoonGi regreso hacia el comedor y tomo el arma que estaba sobre la mesa, poniéndola detrás de su espalda.

—Vale, tranquilo Hosie, es sólo por prevención —sonrió queriendo trasmitirme paz, cosa que no consiguió.

—¡CARA DE VAM...

La frase quedó al aire en cuanto YoonGi abrió la puerta de mala gana.

—¿¡QUÉ NO SABES TOCAR!? —devolvió YoonGi con enfado.

—Mira nada más, mi pequeño Sugar. ¡ZELO!, el cara palida creció unos —se detuvo a pensar unos segundos y prosiguió—. Tres centímetros, gran avance Min Suga.

—¡SUGA, VIEJO!

Tanto grito iba a romperme los tímpanos. Deduje que el peliblanco casi rubio con rastas era Zico, y el otro, Zelo.
Unas ganas inmensas de ponerme al lado de YoonGi me invadieron, tanta confianza me molestaba, y más con ese apodo, YoonGi nunca me habló de tener un sobrenombre.

—¡Quita esa cara!, sonríe bastardo, tu padre esta aquí y va a ayudarte a sacar a esas damiselas en un dos por tres —chachareo el hombre de rastas. Zico más bien.

—Oye, y esa bellez... —se quedó en mute, está vez Zelo.

—Hosi... HoSeok ven aquí.

—¡AH, TÚ! Él Julieto de mi Sugar —vociferó Zico con una sonrisa traviesa.

YoonGi suspiro muy, pero muy pesadamente, e hice lo que me pidió  caminando lo más tranquilamente posible hasta ponerme de su lado.

—Ahora veo porque nunca llevabas una tía contigo mientras íbamos de haya para acá en América —enunció Zelo.

—Soy Jung HoSeok —hice una pequeña reverencia y les mire a cada uno—. YoonGi me ha hablado de ustedes y, esperó que puedan ayudarlo. Por favor pasen, YoonGi no tiene modales todavía.

Ninguno de los dos ahí dijo algo, por lo que trague en seco por miedo a haber dicho algo que no era.

—¿Sucede algo? —pregunté fijando mi vista en ambos hombres.

—¡No!, faltan los demás, están dormidos pero ya los despierto yo, ya vuelvo Zico.

Era realmente impresionante la cantidad de tatuajes que ambos llevaban consigo, y más impresionante era el tamaño de ellos. YoonGi y yo quedábamos fuera de su alcance. Aunque admitía que no parecían malos, y eso me tranquilizo.
Zico se adentró a la cabaña y poco después se lleno de todos los demás desconocidos para mi.

—Creo que, no pense en el tamaño de la cabaña para tantos idiotas —YoonGi soltó con hastío, mirando con desinterés algún punto muerto de la pequeña cabaña.

Le mire molesto desde la barra de la cocina, el tamaño de la cabaña era lo de menos. Casi no había comida para tantas bocas hambrientas.




©セシア

Los últimos capítulos están quedándome más largos de lo que esperaba. Así que, un poco más adelante espero que lo disfruten.

N/T: ésa soy yo cuando veo sus comentarios

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N/T: ésa soy yo cuando veo sus comentarios. GRACIAS POR HACERME FELIZ. Jaja las adoro.💜 yo tuve un mal día pero eso no se significa que no venga a darles amor.

사랑을 위해 살인 Temporada 1 || YoonSeok Donde viven las historias. Descúbrelo ahora