Ambos fueron corriendo a separarles, pero Ryan al darse cuenta de lo que iba a hacer paró a Kate por miedo a que le pasara algo._ Ya me encargó yo, tú apártate no te lleves algún golpe.
_ Por Dios, vivo en Nueva York, no soy ninguna damisela en apuros.
Se acercó a los dos hombres que se estaban moliendo a palos y le pegó un golpe a uno de ellos en los oídos, por supuesto se lo hizo al chico que no era Luke. Con ese pequeño golpe consiguió que perdiera el equilibrio y durante un minuto más o menos se quedara arrodillado en el suelo aturdido, lo cual sirvió para que dos personas lo sujetaran y otras dos sujetaran a Luke.
Kate se acercó corriendo a éste para ver cómo estaba, la verdad es que su contrincante tenía mucho peor aspecto, a Luke solo le habían dado un par de golpes en la cara y no parecían graves.
_ ¿Pero qué cojones te pasa Luke? -Le gritó el chico en cuanto volvió un poco en si, cuando vio que Katherine estaba delante de él asustada lo entendió todo y se echó a reír, el médico se había enamorado de ella, solo hacía falta ver la forma en que la miraba-. No me lo puedo creer, eres imbécil, no puedes tener otro nombre, te has enamorado de la puta del pueblo.
Todo el mundo chilló asombrado por lo que decía, todos creían que se refería a Rebecca, la cual importándole poco cómo estaba su prometido dio media vuelta y se fue de ahí corriendo mientras lloraba por la vergüenza. Luke entendió a la perfección a lo que se refería, cuando lo oyó se intentó echar otra vez sobre él pero estaba sujeto por varios y no pudo.
_ Tú ni nombrarla desgraciado, no tienes derecho siquiera a decir su nombre mal nacido.
Se llevaron cada uno a un lado del recinto, habían dos lugares con lo básico para atender a gente. Ryan y Kate acompañaron a su amigo para poder curarle el par de heridas que tenía.
_ ¿Cómo has hecho eso? –preguntó Ryan incrédulo-. Ha sido impresionante.
_ Vivo en Nueva York, con el tiempo he tenido que aprender a cuidarme yo sola, si golpeas en los oídos pierden el equilibrio y puedes salir corriendo.
_ Recuérdame que nunca te lleve la contraria.
_ Te tomo la palabra –le dijo riéndose-.
Dejaron a Luke en el puesto y tras examinarle un poco el par de heridas que tenía se fue a ver cómo estaba el otro, lo de Luke no era grave y se lo podía curar Kate sin ningún problema. Quedaron en que se verían en la zona donde estaba la barra de cerveza y picoteo y se fue a atender al otro chico, el pequeño puesto médico estaba a unos escasos minutos andando rápido.
Kate cogió un algodón con agua oxigenada y se dispuso a curar a su amigo molesta, no podía contenerse, era incomprensible que una persona culta y civilizada como él se dedicara a meterse en peleas en fiestas de pueblo, eso era de analfabetos, no de gente con dos dedos de frente.
_ ¿Se puede saber a qué ha venido esto? Luke, no te reconozco.
Le dijo mientras todavía preparaba todo lo que iba a necesitar.
_ He tenido un buen motivo para hacerlo.
_ Ningún motivo es bueno, la gente se entiende hablando, no pegándose cuales hombres de las cavernas. Parece mentira que una persona inteligente como tú pueda rebajarse al nivel de los paletos de este pueblo, de ese energúmeno me lo esperaba, pero de ti no.
_ Katherine Marie, déjame por favor, no estoy de humor para soportar una bronca por tu parte.
_ No Luke, me has defraudado esta noche, no me esperaba algo así de ti.
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Vuelta a los orígenes -COMPLETADA- (en corrección)
Любовные романыKate es una diseñadora que por un verano tiene que volver a su pueblo, donde se encontrará con su amigo de toda la vida, Luke, el mismo chico que le acompañaba a clase cada día, que era su fiel confidente, el hombro en el que siempre lloraba, el mis...