37

3.5K 226 23
                                    

-Mi amor, no, no, no... No es lo que crees, no ¿Quién te lo dijo? ¡Fue Mike, cierto! Yo sabía, yo sabía que él...

Rápidamente me solté del abrazó para hablarle frente a frente.

-Hey, hey... Karol, tranquila, estaba leyendo parte del libreto mientras nos abrazábamos. Resulta que Luna le mintió a Matteo con algo relacionado al personaje de Sebastián ¿Por qué respondiste así?

Piensa, piensa, piensa...

-Porque yo... ¡Ya había leído el libreto y decidí improvisar! ¿Por qué otra cosa sería, mi amor? –sonreí cual niña buena.

-Serías una muy buena Luna, eh...

-Sí, claro que sí.

Volví a tener una de esas falsas sonrisas.

Si supiera...

*

Angie fue a buscarme a los estudios, ya que Ruggero me dijo que se tardarían más y que si quisiera me vaya. Evidentemente mi conciencia me dijo que me fuera.

-Bien, tú conduce y yo busco alguno.- me dijo.

Acepté, ella buscaba algún restaurante mexicano cerca y yo manejaba. Angie encontró uno cerca, así que estábamos en camino. Me detuve en un semáforo.

-Despacito, deja que te diga cosas al oído... - canté mientras usaba el volante como tambor.

Mi teléfono sonó. Vi el nombre de Pablo y casi me golpeo.

-Me había olvidado que había quedado con Pablo para llevarle mis últimas pinturas.- comenté.

-¿Cómo puedes olvidarte de algo así?- me dijo Angie.

-¡Ya lo sé!- respondí.

Estaba más pensando en Ruggero y Lionel que en mis obligaciones.

Dejé a Angie en el restaurante, yo tuve que ir al departamento a sacar mis cuadros y luego fui rápido a la galería, tardé un poco a decir verdad. El lunes a primera hora, todos verían lo nuevo que había hecho.

Observé a Pablo colgar mi cuadro de león en la pared. Sonreí orgullosa. Sentía que había logrado uno de mis más grandes sueños.

-Están muy buenos.- me dijo Pablo, se puso frente a mí. Lo vi cruzar sus brazos y me dio una mirada. Yo sonreí.

-Gracias, me costó mucho pero lo importante es que lo hice. ¿No?- respondí mientras jugaba con mis lentes en las manos.

-Estoy seguro que serás un éxito y no solo en Argentina.- me aseguró.

-Todo te lo debo a ti, si pudiera pagarte de alguna manera lo haría.- dije riendo.

-Págame trabajando como lo estás haciendo, pero... yo daría lo que fuera por un beso tuyo.- dijo.

Me costó entenderlo, me sorprendió y él me miraba divertido. ¿Pablo entendía lo que me había dicho? O quizá, yo había entendido mal.

-Estás loco.- dije seriamente.

-¿Por qué?, nos gustamos y tu novio no se va a enterar. Es un besito, ni que te estuviera pidiendo hacer el amor.- dijo, encogiéndose de hombros.

-Estas muy equivocado conmigo.

-¿Entonces no me quieres besar?- preguntó riendo. Pablo se estaba haciendo el tonto.

-¡Por supuesto que...!- Pablo intentó besarme. Reaccioné rápido y llevé mis manos a sus hombros para darle un empujón, pero sus brazos rodearon mi cintura. Pataleé, tratando de golpear sus piernas y que me soltara.

Estamos Locos |Ruggarol|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora