Capitulo: 1

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Primer día en la universidad.

Ha sinceridad llegué a dudar en alguna etapa de mi vida que llegaría a entrar en alguna universidad debido a mis bajas calificaciones, a decir verdad no sé el por qué de mis malas calificaciones si contaba con los conocimientos para sacar +A en los exámenes pero ahora me lo pienso mejor y las imágenes de los últimos cinco años se cuelan y de golpe mi cara toma un color rojo. Vaya, si que fueron cinco años intensos. Me miré unos segundos más en el espejo de cuerpo entero que esta integrado a la puerta corrediza de mi closet y repaso mi atuendo de nuevo, unos vaqueros ajustados y una blusa de cuello de color verde oscuro, zapatillas altas de color negro y algunos accesorias a juego, vale estoy representadamente decente para mi primer día de clases en Northern Racing College.

Me quede parada en el umbral de la cocina y observé divertida el rostro de mi hermano mayor y mellizo Veck, su cara era todo un poema con lo que sea que mi padre le esté explicando con gestos y señas, creo no estar lejos del tipo de conversación que tienen.

—Buenos días, cielo —me saluda mamá desde el otro lado de la cocina, los hombres que mayormente rigen mi vida se abstienen de su conversación y me miran sonrientes, me acerco y dejo un beso en la mejilla de mi padre antes de depositar otro beso en la mejilla de mi hermano.

—Hola, mamá... quiero mi beso de buenos días —le digo, ella va a donde me encuentro y deja un beso en mi mejilla, la amo, así de simple amo a mi mamá y me gusta aprovechar los momentos que tenemos todos juntos en casa.

— ¿Qué quieres para desayunar?

—Muchos Pancakes —respondo y me pongo roja en casa no suelo comer mucho estoy a dieta la mayor parte del tiempo pero hoy quiero hacer una excepción, me siento en una silla libre del pequeño comedor que tenemos en la cocina y escucho sin prestar mucha atención lo que mi padre dice, pienso que ya tengo diecisiete años y que debo centrarme en este año y los siguientes como una universitaria madura que la vida salvaje quedo en la preparatoria hace unos meses atrás.

—Alessia... ¿Estás? —vi la mano de mi hermano moverse frente a mi rostro, fruncí el ceño y alejé su mano de mi cara—. Ey, te fuiste...

— ¿Nerviosa? —negué, no siento nada de nervios, solo es otro entorno al cual tendré que acostumbrarme con el paso de los días, será sencillo, mamá regresó con todo un plato de pancakes con miel y un tazón de fruta picada y un vaso de jugo de naranja, empecé a comer ante las miradas felices de mi familia al observarme comer así, reitero, la mayor parte del tiempo estoy a dieta, no me gusta engordar y con las lujuriosas noches que me he pagado durante los pasados cinco años con más razón no quiero estarlo ni ahora ni nunca, no odio a las personas gordas, pero yo me odie cuando tenía poco menos de doce años y era gorda, no lo soporto—. Recuerdo mis tiempos en la universidad, todas esas chicas —comenzó mi papá y volví a fruncir el ceño al mismo tiempo que mamá.

—Suerte la tuya que yo estaba embarazada de estos dos —mis padres tienen ambos treinta y cinco años, nos tuvieron a mi y a mi hermano en su etapa de universitarios, han peleado pero nunca por otra mujer y sorprendentemente ninguno se ha pegado el cuerno, aprendí de ellos que nunca debería pegarle el cuerno a nadie y también a que debo de respetar las relaciones, aunque mi vida de puta haya sido buena hay cosas que muchas chicas debieron de haberme agradecido al menos.

—No estoy para una relación, prefiero conocer las opciones antes de comprometer mi estado civil de soltera a estoy en una relación —digo y mi hermano se ríe porque ha captado el doble sentido de lo que he dicho, no soy una chica de relaciones soy solo de una noche y buenos acostones. El hombre que logre que la fiera hambrienta del sexo opuesto que llevo dentro se detenga, aún no ha nacido, le doy un guiño a Veck y esa mirada lobuna que tiene ya me la conozco a la perfección.

—Lo bueno es que no tienes amigas...

—Las necesito, estoy harta de ti, Alejandro —llamé a Veck por su segundo nombre, él me dio un golpe en la cabeza y me queje y me dispuse a patearlo por debajo de la mesa, yo también sé vengarme.

— ¡MADRE! —gritamos ambos al unísono, yo lo grité porque sabía que él lo haría para no quejarse exactamente por el dolor causado por mi patada, en mi defensa el cabrón se la merecía.

—Castigados, ya terminen de desayunar que se les hará tarde —mamá no era como papá que si nos veía en una situación así o me da las de ganar o se retira y hasta que la sangre de alguno no corre, no se entromete.

Terminé mi desayuno, Veck y yo nos despedimos de nuestros padres antes de tomar las mochilas y salir de casa. Wow, castigados el primer día, nunca pensé que esto llegaría, Veck pone su mano en mi rodilla y deja un apretón en ella mientras conduce.

—Eres una boba...

—Y tú... —le digo sin querer corregir lo que he dicho.

—Al menos soy una boba sexy... —sonrío con aquello y el enojo que pensé en sentir se disipo con rapidez—. Entonces... ¿qué piensas acerca de madurar un poco?

—Los hermanos Fitzgerald serán los cueros de Northern Racing College. La costumbre no se irá fácilmente.

—Lo sé, ¿Hacemos el intento? —quiero asentir pero me abstengo de ello y no lo hago y lo miro, miro al chico al cuál me parezco tanto.

—Te irás detrás de la primera falda que veas...







Enamorada De Mi Profesor -Liam Payne- (TERMINADA) EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora