Cruzados - Rompiendo el Zarcronno || Zarcronno & más Shipps

× Uno ×

Eran las 4 de la mañana y Juan llegaba de fiesta. Estaba borracho y todos debían tener cuidado con él.

Por otro lado, Miguel se hallaba durmiendo en su habitación. Éste al dormir era inquieto, por lo que su mano estaba por el suelo y él por caerse de la cama.

—J-joder...— Pronunció Juan como pudo. —¡E-eh Brócoli! — Gritó desaforado.

Miguel tenía sueño pesado, por lo que no despertaría.

El otro, caminaba dándose contra las paredes, entrando, como podía, al baño.

Se miró al espejo. —¡Joder, estoy de maravilla!— Gritó.

Este grito hizo que Miguel levantara sus párpados, aunque no hizo movimiento alguno.

Juan salió del baño, chocandose de nuevo contra las paredes.

— Joder, este Zomber volvió ebrio— Susurró Miguel para luego cubrir su rostro con una de sus almohadas.

Juan se quedó en el marco de la habitación de Zarcort. —¡Eh! ¿Qué pasa Miguel?—. Al no obtener respuesta agregó, —¡V-vamos compi! A mi no me engañas. — Su tono era de sobrado. —Bah, ¡Que aburrido eres!

Al parecer el plan de Miguel había funcionado, por lo que logró conciliar el sueño nuevamente.

A los pocos minutos, Juan puso música a todo volumen.

[...]

Al día siguiente, el más alto amaneció tirado en el sofá mientras que Miguel despertó con unas notorias ojeras, no había podido descansar nada.

— Vaya mierda de noche— Se dijo a sí mismo.

Se veía como Juan había continuado tomando, pues había una botella de cerveza vacía tirada en el suelo.

Miguel como pudo se paró y comenzó a caminar, yendo a buscar agua. Suspiró y se sentó en una silla del living.

Lentamente Juan despertó y se levantó corriendo para ir al baño. Una vez llegó allí, vomitó a causa del alcohol que había consumido. Miguel escuchó que Juan había vomitado y llevó su mano a su frente suspirando. Luego, el más alto, se enjuagó y salió del baño.

El mayor de los dos, una vez acabó su agua, enjuagó el vaso para luego ir a su habitación.

—Hola, ¿no?— Dijo Juan al ver que Miguel le pasaba por adelante sin decir ni una palabra.

— Ah... Hola...— Bostezó el otro denotando que no había dormido.

—Qué seco.— Susurró para sí.

— Lo siento, no he dormido y eso me pone un poco de mal humor.— Dijo oyéndole.

El más alto rodó los ojos y volvió al sofá.

Mientras tanto, Miguel tomó una camisa a cuadros blanca, gris y negra, unos jeans y unas zapatillas suyas, tomó las llaves, su celular y pasó al living diciendo.

— Iré a grabar con Porta.

—Iri i gribir cin Pirti— Lo burló. —Anda, ve con tu noviecito.— Respondió el contrario cortante.

— No es mi novio, además está con una chica llamada Nahiara y yo con Anna.— Argumentó y se fue sin más que decir.

—¡Anna está con otro!— Gritó burlón. —Pringao', espero que se entere por sí mismo— Se decía a sí. —Y que no me venga con lloriqueos. — Reía egocéntricamente.

Juan sólo sacó otra cerveza de la nevera.

[...]

Miguel llegó a la casa del otro rapero y tocó la puerta.

Christian abrió la puerta con felicidad. —¡Migue! ¡Cuanto tiempo!— Le palmeó la espalda.

—¡Hola!— Saludó intentando que no note su falta de sueño, no era demasiada, al menos se podía mantener despierto.

—¿Todo está bien? Te noto raro...— Se preocupó Christian.

— Ah, sí, claro... Todo bien, no he dormido mucho ya que Juan volvió a casa ebrio y puso música a todo volumen a las cuatro y diez de la mañana, pero no pasa nada.

—Ese niñato.— Susurró. —Oye, cuando algo así pase, ven aquí si quieres, ¿si?— Ofreció amable el contrario.

— Vale... Gracias— Respondió Miguel con una pequeña sonrisa como agradecimiento.

—¿Qué tal si comenzamos?— Lo invitó a pasar tomándolo por la cintura.

— Claro.— Respondió con sus mejillas algo rosadas.

—Y dime, ¿cómo quieres que sea el rap?— Preguntó Christian mientras se sentaba enfrente de él.

— No lo sé, como a ti te parezca bien.— Respondió Miguel de forma sincera.

El otro se quedó pensando. —¿Qué te parece algo como... Nuevo versus Clásico? Compitiendo por los videojuegos actuales y los clásicos del pasado. — Sugirió Porta.

— Pues estaría bien.

—¿Le podrías pedir a tu primo un estribillo?

— Ah claro, si quieres le pido que venga y lo cante.— Respondió Miguel tomando su móvil.

—No, no hace falta, dejale el tiempo que necesite..— Comentó Christian despreocupado.

— Vale.— Éste le mando un mensaje a Pedro, su primo.

—Vale, pues, ¡a escribir!— Exclamó algo emocionado Porta.

Luego de un rato, ya tenían la letra, y gracias a Pedro, el estribillo para la canción.

—Vale, pues..— Mira la hora. —¡Hostia! Me tengo que ir perdona, he quedado con mi novia a las cuatro...— Comentó preocupado Christian.

— Vale, nos vemos.— Dijo el otro, se paró de su lugar, guardó su libreta y su lapicera para luego caminar a la puerta.

—No te enfades Migue...— Dijo algo triste.

—¿Eh? No no, para nada..— Respondió volteando para verlo.

—Va, tranquilo, ¿Un abrazo de despedida?— Cuestionó Christian.

— Claro.— Respondió Miguel y lo abrazó.

—Anda, ve con el Zomber.— Dijo correspondiendo el abrazo.

— Bueno, adiós Christian..— Dijo abriendo la puerta y caminando a su casa nuevamente.

—¡Adios!— Respondió alegre mientras se subía a su bicicleta para irse.

[...]

Miguel caminaba tranquilamente a casa mirando al suelo, perdiéndose en sus pensamientos.

—Nah, sí bro, es lo mejor— Hablaba Juan por el móvil con Cyclo.

Miguel llegó a casa y abrió la puerta, entró, para luego cerrarla.

—Vale, vale, te dejo bro. Un saludo..— Dijo cortando la llamada. —Ya has vuelto, ¿eh?— Comentó Juan.

—Pues si.— Respondió Miguel a la pregunta en un tono menos seco que en la mañana.

—¿La pasaste bien con tu novio?— Preguntó Kronno desinteresado.

— No es mi novio, además me comentó que hoy saldría con su novia.

—Hm.. Seguro..— Dijo el otro algo seco.

—¿Por qué no me crees?— Suspiró.— Además tú y yo somos amigos.. —Respondió en un tono algo tranquilo.

Juan rodó sus ojos; —Tendrías que ir buscando otra novia..—  Levantó una ceja.

— Ajá, sí...— Suspiró.

—¿No me crees? Miralo por ti mismo.— Agregó cortante y le mostró una foto de su «novia» junto a otra persona muy cariñosamente.