× Nueve ×

116 19 9
                                    

Juan se dirigió a la casa de Pedro. Una vez allí tocó la puerta.

Pedro abrió con mala cara.

— Hola, Juan Meira.— Dijo dejando que entre.

[...]

—H-hola Pedro...— Habló pasando a la casa del mismo.

— Miguel dijo que necesitas hablarme, ¿Qué quieres?— Preguntó.

—P-perdona...— Se lamentó.

—¿Por qué? ¿Por no cuidarme y usarme para tu propio placer?— Se cruzó de brazos.

—J-joder.. ¡Sí! ¡Por no haberte valorado! ¡Por haberte hecho tanto daño cuando no debía!— Se alteró Juan.

— Te perdono... Con una condición.— Habló Pedro.

—¿Q-qué?— Lo miró triste.

— Que si tú y mi primo llegan a ser novios no le hagas lo mismo que me hiciste a mí.— Dijo y agregó.— No soportaría ver deprimido a Miguel.

—Perdona— Repitió —Me atraías mucho y no pude resisitirme.

— Entiendo, entiendo, pero por favor... Cuida de mi primo... Es el único que me queda y que me entiende...

—Es tan corto el amor y tan largo el olvido...— Dijo acercándose un poco.

Pedro se alejó.

— No, no quiero tener que decirle esto a "tu Brócoli".

—Aún no logro olvidar por lo que discutimos...

Suspiró.

— Juan basta, por favor.

—Y ahora que lo pienso no cobra sentido...— Agregó el más alto.

— Ya lo hará.— Respondía únicamente Pedro.

—Las horas y horas que paso llorando por este motivo...— Se acercó un poco.

Pedro se alejó nuevamente.

— Juan Ignacio Meira, ya basta, terminamos hace tiempo, supéralo.

—Pienso en tus ojos y en ellos me miro, mira nuestro amor y en qué se ha convertido...

El menor miró al cielo pidiendo paciencia a Dios, se estaba estresando.

—En el silencio aún recuerdo los latidos que aceleran a mi corazón...— Continuaba Juan.

— Señor que todo lo puede, sálvame...— Susurró.— Juan, ya, basta por favor.

—¿Qué pasó entre tú y yo?

— Algo que ya deberías superar de una vez, estás con Jose y además te gusta mi primo, para, por favor.

—A veces pienso que valgo poco, sin tu presencia me vuelvo loco...

—¡VETE YA!— Gritó harto, no quería que su primo sufriese por lo que estaba pasando ahora.

—Oye, oye, no lo captas— Rió levemente.

— Por favor vete, Meira.

—Son sólo canciones... — Respondió el de mayor altura, rodando los ojos.

— Bueno ya, pero sólo vete, acabaste incomodándome.

—Tranquilo, en serio, sólo era una broma...

— Más te vale... Ahora que ya acabaste puedes irte.— Dijo Pedro.

—Pedro, no quiero llevarme mal contigo... En serio...

Cruzados - Rompiendo el Zarcronno || Zarcronno & más ShippsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora