× Catorce ×

106 14 22
                                    

Tomó su móvil y le escribió a Pedro, "¿Puedo ir hoy?", para luego acercarse y besar a Miguel, quien correspondió.

Pedro respondió; "No, estoy ocupado con asuntos míos..."

Juan vio su respuesta y la ignoró. Mientras tanto, siguió mimando a su pareja.

[...]

—¿Qué te parece si ordenamos una pizza para cenar?— Sugirió Juan.

— Claro.— Respondió Miguel, asintiendo con su cabeza.

—¿De qué la quieres?— Cuestionó el menor.

— Pues sinceramente no lo sé, pero como tú la prefieras estará bien.— Le respondió y se dirigió a buscar una dichosa manzana.

—Joe', deja de comer manzanas y cómeme a mí, en todo caso...— Marcó una indirecta, Juan.

Miguel entendió y se sonrojó un poco al oír aquello.

—Vamos déjalas un rato...— Referido a las manzanas, se acercó por detrás.

A pedido del menor, dejó de comer su rojiza fruta, sin saber qué responder en dicho momento.

Juan, sin más, lo tomó por la cintura y besó su cuello, estremeciendo al mayor, por el contacto de sus labios en el cuello del otro. Sus manos se acercaron a la zona de su miembro.

Miguel no supo qué hacer ni cómo reaccionar ante lo que ocurría, sólo se dejaba.

—Ahora, ¿De qué quieres la pizza?— Susurró Juan algo seductor en su oído, mientras su mano se paseaba por el abdomen del mayor.

El otro sintió algo extraño al escuchar aquella forma de hablar de su parte, sin decir nada se volteó y le dio un pequeño beso en sus labios.

—Una de.. ¿Muzzarella?— Preguntó Juan, luego de corresponder el beso y separarse. Miguel asintió.—Vamos de qué quieres...— Insistió.

— Enserio, cualquier cosa está bien para mí.— Habló sincero.

—¿Si te doy una pizza de anchoas y piña, te gusta?

— Pues claro.— Respondió y tomó su manzana que aún no acababa y la mordió un poco.

—Ay Migue, no estás bien...— Luego de unos segundos agregó; —¿Y si yo fuera una pizza?

Miguel calló ante aquello, sin saber qué decir.

Juan se dio cuenta de que Miguel se incomodó un poco y dijo, —L-lo siento, c-creo  no debí h-haber dicho eso... Yo... Yo iré a pedir la pizza...— Tomó el teléfono para llamar a la pizzería.

El mayor asintió y con su manzana y su móvil en mano se fue a su cuarto a pensar en un ritmo para su canción con Christian, la cual aún no seguían por la falta del estribillo y del ritmo.

Un rato más tarde.

Miguel y Christian ya habían acabado de conversar sobre aquel rap que estaban haciendo y cambiaron de tema, a tonterías.

Por fin llegó la pizza.

—¡Migue! ¡Bajo a por la pizza!— Le gritó Juan antes de salir del apartamento.

El menor bajó y se encontró con que el repartidor no era alguien cualquiera, si no que, ni más ni menos, el mismo Jose.

Este último, al verlo, se le tiró encima, comenzándolo a besar. Por parte de Juan, se quedó quieto. El más alto lo empujó alejándose, pero el repartidor lo acorraló contra una pared.

Miguel bajó ya que notó que tardaba. Vio a Jose, se acercó y le dio una fuerte patada por la zona de la cadera, que lo dejó en el suelo.

—Migue, sube... Ahora.— Pidió Juan.

Cruzados - Rompiendo el Zarcronno || Zarcronno & más ShippsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora