Capítulo cinco.

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¿Dónde estaba? Solía pensar que mi colchón era más suave. Me encontraba demasiado cómoda como para ser cierto, demasiado relajada como para ser yo. No quería moverme ni un milímetro para no arruinar esta inusual paz que se había formado en mi interior.

Una paz que no había tenido desde hace tiempo.

Me acomodé incluso más a lo que estaba aferrada, con miedo a dejarlo ir. Un aroma llenó mis fosas nasales, una fragancia masculina que se me hacia un tanto conocida.

Abrí los ojos de golpe.

Estaba con la mitad de mi cuerpo sobre Michael, con mi pierna y mi brazo rodeándolo y con mi nariz enterrada en su cuello.

-Oh dios mío –escuché decir desde la puerta.

Ahí estaban los chicos, con bandejas de comida en sus manos.

-Llegamos en mal momento –dijo Luke empujando al resto para que saliera de la habitación.

-Cállense. –refunfuñó Mike, apretando su agarre en mi.

-Mike...

-Oh, lo siento. –abrió los ojos.

-¿Por qué están en la misma cama? No, saben, no me contesten, no quiero saber.

-Ha-ha, gracioso chinegro, gracioso.

-¿Chinegro?

Ups.

-Nada. Ahora me vestiré, porque –suspiré con pesar-tengo que aclararles unas cosas...

-Ya escuchaste Clifford, afuera.


Bajé las escaleras con las piernas temblorosas, cuidando no tropezarme y rodar hasta el final. En el sofá estaban los chicos, tal como les había pedido.

Me senté en el suelo frente a ellos ¿había espacio en el sofá? Sí, pero quería hablar cara a cara.

-Bien, les contaré una historia un tanto...complicada. Escúchenme y traten de no interrumpir porque los golpearé con la sartén –eso los hizo reír, como a mí. Y es que necesitaba quitarle un poco de tensión al momento y hacerlo más ameno.- Si...si me pongo un tanto sentimental, solo déjenme ¿está bien?

-Si –murmuraron, preocupados.

-Aquí vamos –suspiré.

>>Era día lunes, tres días después de conocerlos, por lo tanto obviamente seguía emocionada. Venía hablando del concierto cuando una pelota de soccer tiró todos mis libros, por suerte no me pegó. Antes de que pudiera siquiera reaccionar se me acercó un chico que yo sabía, era del equipo de soccer de la escuela. Lo conocía, sí, era "popular". Más nunca había hablado con él. Traía una cara como si hubiera hecho el peor delito del mundo. Como si yo le fuera a golpear o algo.

-Lo siento, perdón. No ha sido mi intención.

-Bah, no te preocupes

-Soy Finnegan

-Danner

Me ayudó a recoger los libros y me preparé para seguir caminando. Nada podía arruinar mi mal humor. Solo di un par de pasos cuando me volvió a llamar. Me preguntó por mi número telefónico y ¡vamos! Él era guapísimo...

-¿Más que nosotros?

-¡Cállate Calum!

>>Desde ese día comenzamos a hablar, le hablé de ustedes, debo admitir. Cada vez nos hacíamos más y más cercanos. Yo no era popular en mi escuela, pero a él no parecía importarle. Solía dejar a sus amigos o las típicas niñas lindas para ir a hablar conmigo. A él no le importaban esas cosas.

She's kinda hot »5sosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora