Epílogo

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multimedia de Danner triste porque yo estoy triste de que esto se acabó:(


Suspiro otra vez, mirando a mi alrededor.

Todo parecía tan irreal, tan enredado e inesperado. Jamás me pude imaginar en esta situación, ni en mis más locos sueños. Las emociones dentro de mi pecho se enmarañaban sin encontrar una verdadera predominancia.

No era la primera vez que me encontraba aquí desde aquel día. Supongo que me encontraba en exuberantes mejores condiciones que un hace tiempo atrás, cuando volví a poner un pie en ese porche rojo de ventanales altos.

Recordaba, tan bien, tan nítidas esas sonrisas desbordantes de amor, esos ojos profundos que había tenido la dicha de observar muy de cerca en otros tiempos y en otra alma, pero eran esos mismos, castaños, blandos y lectores.

Recordaba como en cámara lenta los brazos que me rodearon, aceptando mi regreso tan gustosos, como si no les hubiera dado la espalda nunca.

A veces me cuestionaba si me merecía ese perdón "Pero, ¿de qué te estás disculpando tú, niña loca?" me decían ellos. Quizá mis disculpas iban dirigidas a mí misma, por privarme del cálido nido y haberme obligado a saltar aún sin saber volar.

El amor viene de tantos lugares que me costó entenderlo, me costó entender que el amor es recíproco, que ambas partes necesitan atención y que no es bueno ahogarse a solas en el dolor.

No había día en que en mi cabeza no se repitieran esas palabras que tan bien conocía. Por mucho tiempo intenté olvidarlas, porque era un continuo recordatorio de la realidad, del sufrimiento que me asfixiaba y, sin embargo, volvían a mí, letra por letra. Era un comentario perpetuo, tallado en una piedra sagrada que cubría el cuerpo de la mejor persona que alguna vez tuve el gusto de conocer.

"Para aquellos que aman, el tiempo es eterno"

Esa corta frase tenía tanto significado y tanta razón.

Porque sí, si ponía atención aún podía escuchar su risa por los rincones, podía escuchar sus pisadas en los escalones bajando apresuradamente porque había olvidado apagar la estufa, sus maldiciones mientras jugaba al fifa contra Tyler e iba perdiendo humillantemente, ese chapoteo de agua de cuando lo lanzamos a la piscina completamente vestido en su cumpleaños, sus estornudos histéricos justo después de esa celebración, esa voz chillona que ponía para imitarme mientras cantaba alguna canción de 5sos y, más que nada, podía escuchar cada uno de los "te amo" que salieron de su boca, hacia mí, hacia sus padres, hacia Ty, hacia Jane y hacia cada persona que tuvo la suerte de ocupar un lugar en su corazón tan lleno de amor y buenos sentimientos.

Pero no solo podía escucharlos en esta casa, si no que los llevaba conmigo a cualquier lugar al que fuera. Antes había querido acallar cualquier recuerdo que pudiera doler y me privé de todos esos hermosos sonidos que me recordaban que, sí, Finn Hardwell vivió, rió y amó.

Hoy se cumplía un año de ese día fatídico y sin embargo habíamos decidido olvidarnos de las tristezas para dejar paso a la alegría.

Hoy no se sufría la muerte de Finn, hoy se celebraba la vida eterna que tendría, hoy y siempre, en nuestros corazones.

Sentí un beso suave presionando mi sien, sacándome súbitamente de todos los pensamientos en los que me encontraba.

-Ya está todo listo, te estamos esperando para comer en el jardín.

Fijé mis ojos en aquellas gemas verdes que me devolvían la mirada.

-Muy bien, vamos, Mike.

Tomé su mano y nos dirigimos a la gran mesa rebosante de comida.

She's kinda hot »5sosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora