Capítulo quince [final]

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-Así que están saliendo...como novia y novio.

-Si, Calum, vendría siendo la tercera vez que te lo repetimos.

-Esque yo no lo logro entender

-No te hagas el sorprendido, tú mismo sabías que Danner me traía loco.

-Sí pero ¿En una hora, hermano? Me fui una hora y cuando volví resulta que ya andaban en los besuqueos.

-Y qué, tú también andas a los besuqueos con Gala.

Calum se sonrojó.

-Yo no me he besado con Gala.

-¿Aún no? Y qué demonios hacían entonces en su paseo por la playa, se supondría que...

-No intentes desviar la atención a mi –entrecerró los ojos- La pregunta aquí es dónde demonios estaban todos cuando volvimos a nuestro lugar. Dejaron tiradas las cosas así como así, casi pensé que los habían secuestrado o algo.

-Danner y yo estábamos en el mar, se supone que ya sabes esa historia.

-Jane me acompañó a buscar algo acá a la casa. Además de que estábamos haciendo de chaperones allí.

-¿Y tú, Luke? ¿Dónde, por un demonio, estabas metido?

La pregunta abstrajo a Luke de sus pensamientos, quien levantó la cabeza mientras sus mejillas iban tomando color.

-Yo...estaba con Ty –tosió un poco antes de retractarse- Tyler.

-Ya, eso lo asumí, pero donde jodidos estaban.

-Dimos un paseo en su moto, ya sabes, a toda velocidad.

-¿Y te llevó a Miami o qué? Fueron los últimos en volver, algo así como tres horas.

-Yo diría cuatro –acotó Mike- Si, cuatro.

-Pues, nos detuvimos en un miradero ¿bien? Y ya basta, me siento en un interrogatorio.

-Sí, Cal, no lo atosigues ¿no ves que nuestros invitados pueden llegar en cualquier momento? No queremos que nuestro gran amigo Lukey se cohíba ante el pequeño Ty.

Luke le dirigió una mirada fiera, que no estaba segura si era por decirle Lukey o por haber llamado a Tyler "pequeño Ty".

Era el día siguiente de nuestra excursión a la playa que había terminado un tanto fallida. No fue una tan buena idea el repartirnos, pues todos andábamos a deshorarios y nos costó montones volver a reunirnos todos. En un punto temimos por la vida de Luke y Ty, puesto que pasaban las horas y los condenados rubios no volvían.

Y como nos dio la noche esperándolos, nadie tuvo tiempo de hacer comentarios más que sobre el cansancio que llevaba nuestro cuerpo.

Y aún así, Ashton había invitado a todos otra vez a nuestro humilde (nada de humilde) hogar.

-Hey guapa ¿Estás lista para otra competencia de Volley acuático? Pero esta vez nosotros seremos equipo, ya verás, los destruiremos –Michael me tomó de la cintura, plantando un beso en mi mejilla.

-¡Oh, espera! ¡Acabo de recordar algo! Esa vez, después del Volley, hablaste de una chica que te gustaba...

-Sí, hablaba de ti, listilla –revolvió mi cabello- Pero como eres lenta como un caracol no lo captaste.

-Vuelve a compararme con un caracol y todo esto del noviazgo se irá por el caño –le di un pisotón- Maldición, odio a esos seres.

-¿Le temes a los pequeños e indefensos caracoles? Estás más chalada de lo que pensé.

She's kinda hot »5sosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora