Capítulo trece

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-¡Momento de despertarse! ¡Arriba, Danner, arriba!

-Ay, cállate, Clifford –puse la almohada sobre mi cabeza, intentando evadir al pelirrojo que saltaba en mi cama.

-¡Pero te tenemos una sorpresa!

Abrí un ojo para mirarlo por debajo de la almohada.

-Te escucho.

-Iremos a la playa, te llevaremos a surfear por tu primer día con veinte años.

-¡No bromees!

Lancé las sábanas lejos para ponerme de pie en la cama con Mike.

-Claro que no, apresúrate.

Y básicamente salté a la ducha.

**

Otra sorpresa me llevé al ser informada de que Jane, Tyler y Gala también estaban invitados a mi "iniciación de los veinte". Al parecer los chicos los habían invitado porque eran "los más cercanos a mí", aunque Ashton me aclaró que la idea había sido de Calum y que él creía que sólo era una excusa para volver a ver a Gala.

Quizá yo pensaba lo mismo.

-¿Quieres ayuda para bajar tu tabla...? Oh, olvídalo –Calum miró con asombro divertido- eres fuerte, Hathaway.

-Ella sí, pero puede que yo no –Jane exclamó con la cabeza metida en el maletero del auto, donde venía la tabla.

-¿Dos? ¿Surfeas también Jane? –preguntó el rubio.

-Oh no, yo no, soy nula en los deportes –se apartó cuando Calum fue a sacar la segunda tabla- Esta es de Tyler, me pidió que se la trajera porque él debía pasar a otro lado antes.

-Aún no entiendo cómo cupieron ambas en el maletero, nuestro auto no es tan grande –fruncí el ceño.

Juana había venido con el automóvil que habíamos comprado un año atrás para las dos, apenas sacamos nuestra licencia. Gala había dormido en el apartamento por lo que vinieron juntas y llegaron acá unos cinco minutos después de nosotros. Los chicos y yo llegamos en la camioneta que habían alquilado, siendo muy cómico ver a Ashton conducir como un padre responsable a cargo de cuatro niños.

-Están entre el maletero y los asientos delanteros –Jane frunció el ceño al ver la facilidad con la que Calum sacó la segunda tabla- Fue una travesía, Gala casi queda inconsciente.

-Confirmo eso, tuve que agacharme para que no me golpeara en la cabeza. Fue un desastre.

-¿Pero te moriste?

-Casi queda tirada en el suelo Juana, asume tus errores.

-Tu nacimiento fue un error –murmuró por lo bajo.

-Esa estuvo buenísima Jane –la peculiar risa de Ash llenó el lugar.

Y todos tuvimos que reír porque, bueno, la risa de Ashton Irwin no era algo que podías ignorar.

***

Estábamos recostados en las toallas de playa, algunos tomando sol y otros como Michael, aferrado a la sombrilla para no lastimarse su sensible piel.

-¿A qué hora llega Ty? –hice un puchero- estoy impaciente por ir a sufear.

-No creo que le tome mucho más, me dijo que serían treinta minutos o algo así.

Y como si lo hubieran invocado, el motor de una motocicleta replicó por toda la solitaria playa.

-¡Al fin!

Me puse de pie para ir a recibirlo y el resto me siguió.

Tyler apareció en el camino con su motocicleta negra a toda velocidad. Fruncí el ceño, algo preocupada.

Sabía que Ty era un profesional, pero eso no dejaba de lado mi preocupación cada vez que lo veía correr, o, en este caso, conducir en espacios abiertos.

Era vertiginoso.

Se detuvo en un derrape frente a nosotros. Sacó su casco de su cabeza y revolvió su cabello hacia abajo para ordenarlo. Sonreía como un niño.

-Qué tal –se bajó de la moto con el casco bajo el brazo- No me mires así Danner, no me demoré tanto.

-Me pones nerviosa.

-Hey –apretó mis mejillas- Sabes que no me pasará nada.

Suspiré, besando su mejilla.

-Menuda manera de conducir Ty –saludó Ashton, chocando puños.

La acción se repitió con los cuatro chicos ahí. Cuando fue el turno de Luke, noté la diferencia. Luke evadía mirarlo a los ojos e incluso me atrevería a decir que su puño estaba demasiado apretado para un saludo casual. Por otro lado, Tyler le dio esa mirada de superioridad que, yo sabía, empleaba cuando se sentía inferior.

Rápidamente giró su cuerpo para saludar a las chicas con un beso en la mejilla.

Aún nadie había mencionado la situación de ayer, menos aún cuando deducimos que algo negativo había sucedido.

Luke había estado toda la mañana muy callado y poco expresivo. Ni hablar del camino hasta acá.

Algo había pasado y yo quería saber qué fue.

-Danner ¿Vamos? Estoy desesperado, hace mucho que no surfeo

-¡Si! –nos alejamos corriendo del grupo para volver a donde nuestras cosas estaban instaladas- ¿Las clases están muy exigentes?

-Ni te imaginas, esta es la primera vez que corro en la moto desde hace unos seis meses. La medicina absorbe tu tiempo, te lo juro.

Empezamos a desprendernos de las ropas que traíamos hasta quedar en traje de baño. Si...hacia demasiado calor para traer puesto el traje de surf.

-Dios mío, por ustedes me hago bisexual –halagó Jane llegando a nuestro lado.

-Apoyo –dijo Michael, haciéndonos reír a todos.

-Bien chicos, volveremos en unos minutos.

Puede que esos minutos se hayan transformado en una hora. Y es que surfear era algo que disfrutaba, y aún más hacerlo con Tyler. Piruetas por aquí y por allá, carreras, guerras de agua y mucho más se desataba en el mar con nosotros recorriéndolo.

Nos detuvimos a descansar un poco mar adentro. Ambos nos sentamos en nuestras tablas y contemplamos la lejana orilla, donde se veían pequeñas hormiguitas en vez de a nuestros amigos.

Era el momento perfecto para preguntar.


N/A: ya, no me maten, perdón por el mega atraso (motocicleta de Ty abajo)

N/A: ya, no me maten, perdón por el mega atraso (motocicleta de Ty abajo)

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