She's kinda hot »5sos

Capítulo cuatro

[foto adjunta de Danner, pues porque sí]

Bajé las escaleras corriendo y me senté, abriéndome paso para ver a lo que se referían.

-He subido el video que nos grabó Rena y los chicos están atacados.

Efectivamente, en el video se veía como Luke y Mike me tenían sobre sus hombros, saltando, mientras los chicos hacían extraños movimientos y yo reía a carcajadas. Duraba unos cinco segundos, no más.

-Todos están armando una gran revuelta de felicidad, mira los comentarios –Luke me tendió su celular.

"¿Es Danner? NO JUEGUEN CON MI CORAZÓN"

"DIOS MIO ES DANNER"

"ESTOY FANGIRLEANDO DEMASIADO, DANNER TE AMO"

"CÁSENSE CON ELLA, DIOS"

"Lanner, Dashton, Dalum, Dachael, no me decido"

Me reí, sonrojada.

-Tenemos que contarles que Danner se quedará aquí –dijo Calum- Anunciemos un LiveStream para mañana ¿Qué les parece?

-Genial, a las 16:00 p.m –Los cuatro tomaron sus celulares y comenzaron a teclear. Luego de cinco minutos, su atención volvió hacia mí.

-Ahora, tenemos que hablar del por qué borraste tu Twitter y te olvidaste de nuestra existencia.

-Yo no...

-Espera, deja ponernos cómodos –los cuatro se sentaron en el suelo, dejando una media luna, así que los imité cerrando el círculo.- Cuenta

-Lo que pasa es que mi mamá me castigó, quitándome el celular y...de paso borró todo a su alcance. Estaba realmente furiosa.

-¿Y por qué fue ese enojo?, si se puede saber.

Claro, los chinos siempre queriendo saber todo.

-Ah, bueno –rasqué mi nuca, incomoda- Me sorprendió besándome con un chico. Un beso bastante, eh...intenso.

-¡No! –gritaron los cuatro.

-¡Solo nosotros existíamos para ti, traidora! –Calum se llevó la mano al pecho.

-Yo te hacia como nuestro angelito.

-Impura...

-Pecadora...

Solté varias carcajadas con sus comentarios.

-¿Qué esperaban? ¿Que fuera una santa?

-Si –contestaron todos.

-Lo que me lleva a recordar el desagradable detalle de un tal ex novio –Luke frunció su ceño y jamás pensé que alguien me volvería a tocar el tema, en toda mi vida.

-Ah, eso. –apreté mis labios.

-¿Hay algo que nos debas contar?

-No hay nada que contar –miré hacia la pared, intentando distraerme de los recuerdos.

-Cómo que...

-Chicos, estoy muy cansada. Creo que iré a dormir ¿Si? –les di un beso en la mejilla a cada uno, que se miraban extrañados.

-Te acompaño, hay que inflar ese colchón –Mike se levantó- Adiós chicos.

Ambos subimos en silencio por las escaleras. Iba contando mentalmente, tal como me había sugerido mi psicóloga.