Al final le convencí para que me llevara a mi verdadera habitación, cuando entré creo que hasta se me iluminaron los ojos, era mucho mejor que mi antigua habitación y le triplicaba en tamaño. Había una cama como para dos personas, una ventana enorme, desde donde se podían ver varias casitas, la mayoría de vecinos cercanos, y a lo lejos edificios enormes y un poco de mar.
- Por lo que veo te gusta, ¿no? Tienes suerte, es una de las mejores habitaciones de la casa -dijo interrumpiendo mis pensamientos.
- ¿Y cual es la mejor? -pregunté curiosa.
- La mía, por supuesto -dijo en un tono orgulloso.
Sonó tan arrogante al decirlo, como si todo lo mejor lo tuviera él y por ello no hiciera falta ni que preguntara.
- Ah, está bien, disfrútala entonces -dije tirándome a mi nueva cama.
- ¿Qué pasa? ¿Te has ofendido?
No dije nada, seguí con la mirada en el techo.
Le eché un rápido vistazo, vi que estaba frunciendo el ceño, imaginaba que ya sabía que se debía a lo de su contestación anterior.
- Está bien, no te molestaré...
Y sin decir más se dirigió a la puerta para salir, pero antes de irse definitivamente, se detuvo y sin girarse para verme dijo:
- ¿Sabes? Eres difícil... eso me gusta.
Y esta vez sí que se fue. Hizo que me sonrojara, maldito... ¿Quién se creía que era para saber como soy o no? Me giré sobre la cama para el otro lado quedando con la mirada hacia la ventana y después de estar un rato pensando me quedé dormida.
Me desperté con mucha calor y sofocada, deseando estar en mi cama, que todo hubiera sido una pesadilla y ahora estuviera entre mis suaves y cómodas sabanas de mi casa. Abrí los ojos y supe que no había sido un sueño, estaba en esa habitación que parecía una casa entera en vez de un solo cuarto de lo grande que era. Fui a lavarme un poco la cara al baño de mi habitación para despertarme y cuando salí de la habitación oí esa voz de nuevo.
- Al fin te despiertas bella durmiente, tus ronquidos se oían desde mi habitación. Por si no lo sabías nuestras habitaciones están pegadas una al lado de la otra -dijo eso ultimo con voz lenta y provocativa.
- Yo no ronco, y, ¿te has dado cuenta de que me acabas de llamar princesa? Bella durmiente -dije repitiendo el nombre de la princesa mencionada.
- Oh, ¿te he dicho bella durmiente? Perdona, pensaba que había dicho trol durmiente, lo siento me confundo cuando hablo con personas raritas.
- Ah, claro, es que estabas hablando contigo mismo, porque yo no te estaba prestando atención.
- ¿Si no me estás prestando atención como es que estas hablando conmigo ahora mismo? -contestó.
Y así empezó una discusión en la que nos gritábamos cosas que ni nosotros mismos podíamos entender por el jaleo que se estaba armando.
- Chicos, chicos, ¿que ocurre? -dijo Max subiendo las escaleras.
- Solo discutíamos por que tareas de la casa íbamos a hacer, es que Ciara quiere las mismas que yo hago, no te preocupes papá, enseguida lo solucionamos.
Killian me miró amenazador, no quería que dijera nada.
- Así me gusta chicos, que colaboréis, bien hecho, pero Killian, si quereis las mismas tareas estoy seguro de que podríais hacerlas juntos, así le enseñas hasta que Ciara se acostumbre a estar aquí.
- ¡¿Qué?! -gritamos Killian y yo a la vez.
- Si, así os conoceréis mejor y podréis ayudaros. Bueno, vuelvo con Isabella, que estamos preparando la cena, hasta luego chicos. -iba a comenzar a bajar la escalera de nuevo pero se detuvo- ah, por cierto, esta noche durante la cena nos gustaría hablar de unos temas con vosotros.
Cuando se fue chillé:
- ¡¿Tenías que decir las faenas de la casa?! Genial Killian, nos has condenado a estar juntos mucho más tiempo del necesario.
- Si no te gusta podrías haber hablado tú. Además no creo que sea tan malo verte sudada y moviéndote con la respiración agitada.
- ¿Alguna vez te dijeron que eres un cerdo? -fije frunciendo los labios.
- Si, pero nunca me he visto un morro de cerdo ni una colita retorcida.
- Déjalo Killian...
He de reconocer que me pareció hasta tierna su respuesta, me sentía idiota de enternecerme con un auténtico idiota... pero bueno, así era yo, con una mezcla extraña: con personalidad fría y sensible a la misma vez, algo que hasta yo pensaba que era imposible...
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No eres solo mi hermanastro (en edición)
RomanceCiara nunca ha tenido una vida fácil, se le complica más todavía cuando se tiene que mudar a la casa de el nuevo marido de su madre y lidiar con Killian, quien es su hermanastro, sólo que él no ve a Ciara como su hermana, tampoco la trata como tal...