Capítulo 24

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—Bien, ya sabes que hacer —Dijo Henri colocándole un pequeño micrófono y un auricular a Louis— Entras como un adolescente, desactivas el campo de movimiento y dices la palabra clave para que Tord entre junto con Edd, Matt y Tom, ¿Entendido?

—Entendido —Respondió el rubio— ¿Cuál será la palabra clave?

‒Brócoli ‒Respondió el castaño‒ no lo olvides.

‒No lo haré.

‒Ya debemos irnos ‒Dijo el noruego‒ Henri te llevará a la base de Leonard, nosotros iremos detrás de ustedes ‒Aclaró‒ Miguel ‒Llamó al chico.

—Aquí tienes —Dijo el de gafas extendiéndole un frasco— trixiodicina al cuatro por ciento, no le des más de una —Advirtió.

—Excelente —Dijo Tord guardando el medicamento en una mochila— Vete con Henri y Louis, solo por seguridad —Ordenó— ya sabes, me encanta tener accidentes.

Miguel asintió y comenzó a caminar junto con los nombrados hacia una camioneta negra que normalmente era conducida por Patryck.

Todos uniformados y con chalecos caminaron hasta la otra salida del cuartel y se acercaron a un garaje cerrado con varios candados. Paul con unas llaves se dispuso a abrir la gran puerta y una vez abierta se pudo ver un grupo de motocicletas de todo tipo, marca y tamaño.

—Soy tan feliz justo ahora —Dijo Tom boquiabierto como si estuviese viendo el cielo.

—Lo sé —Dijo el noruego subiéndose a una de las motos para luego ofrecerle un casco al ojinegro— Sube y agárrate fuerte.

El británico no lo pensó dos veces, tomó el casco, se puso la mochila —Ya que él iba atrás— y se abrazó a la cintura de Tord quien luego también se puso un casco, porque la seguridad va primero. El noruego encendió la moto medio inexperto y arrancó detrás de la camioneta mientras Paul subía a una motocicleta idéntica llevando como pasajero al castaño de la misma forma que Patryck llevaba a Matt.

Con el pasar de los minutos la carretera fue viéndose más desgastada hasta ser inexistente y llegar a un camino de tierra, bastante alejado de la ciudad. Los de las motos se detuvieron a una distancia razonable mientras la camioneta se acercaba con precaución a la entrada de la base.

Generalmente todas las bases tenían alguna bandera bien visible; la armada roja mostraba una bandera noruega con orgullo y esta base no era una excepción.

—¿Ven eso? —Preguntó Tord quitándose el casco casi al mismo tiempo que todos lo demás.

—¿Qué cosa? —Preguntó el castaño confundido, no sabía bien a que se refería.

‒Rusos ‒Dijo Patryck con la vista pegada en la base.

—¿Deberíamos preocuparnos por algo? —Preguntó el pelinaranja.

—Sí... pero no —Respondió Tord— Los rusos son un huesito duro, no va a ser tan fácil como me lo esperaba —Aclaró— Espero que Louis sea buen actor.

La camioneta pasó por entre las puertas metálicas y luego de una media hora salió acercándose al grupo que esperaba por buenas noticias. Henri se bajó y abrió la parte trasera del automóvil dejando ver un computador y a Miguel.

Entraron a ese espacio y se sentaron expectantes mientras el de cabello grisáceo configuraba algunas cosas hasta que por fin de los parlantes se escuchó la voz del rubio.

‒Mi nombre es Samuel House ‒Dijo Louis.

—Samuel, ¿Aceptas todos los términos y leyes que implica trabajar par mi? —Se escuchó una voz distorsionada— Debo recordarte que serás ordenado a llevar a cabo misiones sumamente peligrosas e ilegales.

—Me queda claro, acepto —Respondió el rubio— Leonard, ¿No es verdad?

—Así es. Ya puedes irte al centro de la base. ¡Siguiente!

—Debimos haber puesto una cámara —Dijo Edd; solo escuchar lo que pasa y no poder verlo le daba una sensación de inquietud.

—Es Leonard, hay que atraparlo ya —Dijo algo alterado Henri— ¡Dile a tus hombres que ataquen!

—No, tenemos un plan, apégate a el —Dijo Tord muy concentrado en lo que se escuchaba mientras el hombre bufaba y sacaba un radio.

—¿Louis? —Preguntó el policía a través de la línea.

—Estoy en el centro de la base —Respondió— Dios, Tom, me las vas a pagar caro...

—Descríbeme a Leonard —Pidió Henri.

—No lo sé, no lo sé —Repitió nervioso el rubio— Llevaba una máscara anti gas y pañuelo en el cabello debajo del casco así que no sé si es moreno, pelirrojo o rubio, lo único que sé es que es blanco y... Emm... ojos oscuros...

—¿Algo más? ¿Una altura? ¿Un peso?

—No sé decirte, estaba sentado; aunque se nota que es delgado... Huh, creo que la máscara anti gas esa es la que distorsiona su voz, se escucha como un robot —Informó Louis.

—¿Dónde estás? —Preguntó el noruego.

—Estoy subiendo unas escaleras, parecen importantes —Respondió.

—De acuerdo, pisos altos, lugar correcto —Tord pensó un poco— ¿Qué ves?

—Mucho letreros, sin duda.

—¿Qué dicen?

—Están en otro idioma —Dijo el rubio— Estoy entrando a una cabina, hay mucho botones pero no entiendo lo que dicen.

Todos se miraron entre sí.

—Presiónalos todos —Ordenó el de cuernos.

—¿Seguro? —Preguntó Louis.

—¿Estás loco? —Preguntó Henri.

—No tienes idea de cuánto —Respondió el noruego bajando de la camioneta— Vamos a entrar —Dijo— Dile a Louis que presione todos lo botones, sin excepciones, que no le quede ni uno sin presionar —Agregó sacando un radio diferente al de Henri que funcionaba para comunicarse con uno de los soldados que esperaban sus órdenes al otro lado de la base— Ataquen —Ordenó.

—Sí señor —Se escuchó del radio.

—¿Qué pasó con el plan? —Preguntó Matt bajándose de la camioneta tras él junto con Edd y el ojinegro.

‒Ya no lo necesitamos ‒Respondió Tord‒ Nosotros solo sabemos triunfar de una forma: destruyendo todo a nuestro paso.

Estoy de vuelta ★ TomtordDonde viven las historias. Descúbrelo ahora