Capítulo 4

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Actualmente:

Tord no podía dejar de pensar en porque —Aunque no fue fácil del todo— Edd lo había perdonado cuando incluso al principio estaba apuntándole con una maldita escopeta.

Tal vez debía dejar la pregunta para después.

Edd finalmente abrió la puerta y se asomó por esta para luego darle paso al noruego quien al entrar noto a Matt y a Tom dormidos en el sillón. Edd cerró la puerta muy cuidadosamente para que esta hiciese el menor ruido posible, y así fue, no se escuchó ni un solo ruido; sin embargo en ese mismo instante el británico abrió sus ojos negros de golpe y lo primero que vio fue a Tord quien se alarmó al instante, y vaya que tenía razón para asustarse.

Tom se levantó de golpe lleno de ira con una expresión amenazante mientras caminaba lentamente hacia el noruego.

—Tom, Tom escúchame, espera —Dijo titubeante el castaño de sudadera verde parándose frente a Tord en un vago intento de protegerle de alguna forma.

Aun así el ojinegro hizo caso omiso, tomó una botella de vodka que había buscado en su piso mientras Edd y el noruego se encontraban fuera, la agarró fuertemente para luego golpearla contra la pared haciendo que la mitad de esta se quebrara convirtiéndose en un arma.

Va a matarme, ¿Va a matarme?, va a matarme —Era lo único que pasaba por la mente de Tord quien se vio a sí mismo con la garganta cortada por el cristal de dicha botella. Incluso se sujetó el cuello y tragó saliva inconscientemente.

Matt quien había despertado hace rato solo miraba la escena sintiéndose inútil al no reaccionar o ayudar de alguna manera.

—Tom, no —Dijo Edd al ver como el nombrado se paró justo frente a él, Tom Le miró para luego empujarlo fuera de su camino con una fuerza considerable y suficiente como para que el castaño cayera en el piso sobre sus codos.

Tord miró fijamente a Tom helado e inmóvil, incapaz de salir corriendo por la puerta que estaba justo tras él.

Con toda luz apagada y solo la iluminación de la TV encendida sobre el británico este causaba más miedo desde el punto de vista del noruego, con esos ojos negros que parecían estar viéndole el alma juzgando cada una de sus acciones mientras que los nervios y el miedo le habían puesto a sudar.

No quería. No quería admitir su miedo a Tom.

El de sudadera roja tembló segundos antes de caer de rodillas y las lágrimas salían sin parar de sus ojos, incluyendo el que se encontraba bajo un parche. Este comenzó a hablar pero con tanto lloriqueo no se le entendía nada. Edd y Matt miraban desconcertados al noruego, ese no era el Tord de toda la vida, desafiante y atrevido.

Tord trató de limpiar desesperadamente sus lágrimas sin lograrlo en lo más mínimo porque nuevas salían de inmediato.

—Lo s-siento, l-lo sie-ento —Dijo con voz temblorosa mirando al suelo.

Tom soltó un «¡Hip!» que sobresaltó a todos, inclusive a Tord que alzó la vista al instante.

Edd sorprendido se dio cuenta de algo muy obvio. Tom no estaba dormido cuando llegaron, él está borracho.

Tom acercó su mano al rostro de Tord quien se hizo un poco atrás por instinto, le quitó el parche dejando ver un ojo completamente igual al izquierdo solo que con un color de iris más claro.

—Que curioso... —Comenzó a decir— yo te «pinché» este ojo en la mañana.

—¿Q-qué? —Preguntó Tord con la misma cara de confusión que tenían Edd y Matt, lo que acaba de decir el chico no tenía sentido.

—No me siento nada bien —Dijo Tom sin soltar la botella y sosteniéndose la cabeza con la mano en la que tenia el parche— ¿Por qué lo usas? Se ve bastante ¡Hip! bien... —Sus palabras se arrastraban.

—Yo, em, b-bueno... —Tord se entrecortaba; una palabra, una palabra en falso e iba a ser apuñalado con una botella— solo puedo quitármelo por la n-noche o a oscuras, es como más s-sensible a la luz o a-algo así —Explicó ahora mirando a todos lados evitando mirar fijamente al británico el cual no le quitaba la mirada de encima.

Tanto Edd como Matt miraban la escena atónitos, sin mover un músculo para que la cosa siguiera tal y como estaba; ¡Los otros dos chicos estaban hablando positivamente! Aunque fuese gracias a que estaban atontados: uno por el alcohol y otro por temor. Es decir, Tord tenía «100% manipulable» escrito en la frente en ese instante.

—Entiendo... —Dijo Tom para luego dar un gran bostezo, se acercó a Tord y le devolvió el parche, soltó la botella y tranquilamente hizo otra pregunta— ¿Duele? —Señaló el brazo vendado del noruego; Tord simplemente negó con la cabeza para que luego Tom solo saliera del lugar tambaleándose de un lado a otro hasta su apartamento.

Todos seguían justo donde estaban boquiabiertos; sobre todo Tord quien tenía la mente tan revuelta como su estómago por culpa de los nervios por los que pasó hace minutos.

—¿Qué demonios? —Dijo Edd reaccionando y levantándose del suelo.

—Creo que voy a reflexionar sobre la vida justo ahora —Dijo Matt mirando a la nada.

—Tord, ¿Tord? —Preguntó Edd llamando la atención del nombrado quien lo miró perdido y con los labios entreabiertos— ¿Todo bien?

—No —Respondió con voz baja y suave mientras su acento noruego resaltaba más que nunca.

—¿No? —Preguntó Edd.

—No —Repitió al castaño— me siento... no lo sé —Dijo con una cara de náuseas.

Edd corrió hasta la cocina y volvió junto a Tord con una papelera.

El noruego tomó la papelera casi arrebatándosela a Edd e inmediatamente vomitó dentro de ella, sintió que casi expulsaba lo que cenó el día anterior.

—¿Mejor?

—Mejor —Respondió Tord— eso... realmente fue aterrador para mí —Admitió.

—Más que aterrador, fue extraño —Dijo Matt acercándose viendo accidentalmente la papelera— Ew —Dijo con una mueca.

—Tord —Llamó Edd— ¿Sabes por qué te he perdonado? —Tord lo miró y negó con la cabeza— porque llevas un arma en el bolsillo y pudiste sacarla todo este tiempo —El noruego abrió los ojos, ¿Sabía que llevaba un arma? ¿Cuándo estos chicos se habían vuelto tan agresivos y hábiles en cuanto al tema? Porque había notado que incluso Matt iba armado, si, Tord podía ver perfectamente el cuchillo que tenía oculto— Además —Continuó— algo me dice que esta vez no tramas algo.

—No es que esté mintiendo ni nada por el estilo, ni mucho menos quiero hacer que cambies de opinión —Comenzó a decir Tord— pero ¿Cómo estas tan seguro?

—Tú y yo sabemos que no solo compraste ropa.

Tord sonrió avergonzado al saber que Edd se había enterado con exactitud de su compra extra.

—¿Cómo? —Preguntó Matt perdido.

Edd se acercó a la bolsa que había dejado caer el noruego a su lado con todo el tema de Tom con la botella y blablablá; de dicha bolsa sacó tres mangas con restricción de edad.

—Oh, claro —Dijo Matt al ver Las revistas Hentai características por sus portadas llenas de tentáculos, el tipo de Hentai favorito del noruego.

—En fin —Dijo Edd— preferiste arriesgarte a morir cortado que atravesarle la cabeza a Tom con una bala, esa es suficiente prueba para mi.

—¡También lo es para mi! —Dijo Matt alegremente abrazando a ambos chicos, los cuales soltaron unas risas— Demonios, Tord, date un baño o algo, hueles a vómito y tabaco.

El noruego rió por el comentario del pelinaranja.

Se sentía como en los viejos tiempos.

Estoy de vuelta ★ TomtordDonde viven las historias. Descúbrelo ahora