Capítulo 17

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Nochebuena.

—Tom, tengo que pedirte un favor —Dijo el noruego sentando en el borde de su cama.

—¿Tiene que ver con tu comportamiento extraño y con lo de ayer? —Preguntó molesto cerrando la puerta de la habitación para luego acercarse a Tord.

—Te he estado ocultando cosas, es verdad, pero necesito que me escuches con atención como persona madura que eres.

—Bien —Dijo el ojinegro— Te escucho.

—La armada no está autorizada a estar en este país, ni la mía ni otra que no recuerdo como se llama —Comenzó a explicar— la idea es deshacerme de ese grupo de personas a cambio de autorización, ¿Entiendes lo que te digo?

—Una guerra —Dijo Tom y el noruego asintió— aun así no entiendo que...

—Necesito que te transformes, Tom —Le interrumpió formando un breve silencio.

—¿D-de qué hablas? —Preguntó— Me inyectaron, ya no...

—No funcionó —Aclaró el de parche evitándose los detalles— era peligroso, tuve que eliminarlo.

—Tord, no puedo.

—Si puedes, si puedes —Repitió acercándose para abrazar al ojinegro quien negaba una y otra vez con la cabeza— confía en mí.

—¡No puedo hacerlo! ¡¿No lo entiendes?! ¡No se como! —Gritó— aunque supiese terminaría destruyendo todo y tal vez matándolos a todos; incluso a ti —Dijo cabizbajo— Confió en ti, pero no es algo que yo pueda controlar y tú tampoco puedes.

—¿Cómo puedes saberlo si no lo has puesto en práctica? —Preguntó parándose frente a él deshaciendo el abrazo— Necesito que lo intentes —Dijo tomándolo de la barbilla para que alzara la mirada; Tom le miró preocupado.

—¿Cómo voy a saber cómo cambiar solo cuando quiero? —Preguntó— Escucha, confiaré en ti. Pero Tord, reconoce tus límites.

—Dejemos eso para luego, Edd hizo chocolate caliente —Respondió Tord sonriente saliendo de la habitación rodeando al británico con un brazo para que le siguiera.

—Deténganse —Dijo el pelinaranja frenado a ambos vistiendo un sweater púrpura que decía «Soy el regalo»— Tienen que ponerse esto ante de bajar —Agregó extendiéndoles una bolsa.

—Olvidé que hoy era el peor día del año —Dijo Tom con una mueca de desagrado.

—Si olvidaste lo regalos también Edd te va a prender fuego —Dijo Matt para bajar las escaleras.

—¿Los olvidaste? —Preguntó Tord caminando de vuelta a su habitación.

—Yo no he olvidado nada —Respondió el ojinegro cerrando la puerta para luego meter una mano en la bolsa sacando un sweater rojo que decía un simple «Aliméntame»— Pff, esto definitivamente es tuyo —Dijo Tom entre risas entregándole la prenda al noruego.

—¿Gracioso, eh? —Dijo Tord lanzándole un sweater amarillo en la cara.

—No puede ser —Dijo el británico al ver el nostálgico color; este tenía escrito «Sweater feo».

Tord se llevó ambos brazos a la barriga carcajeándose a más no poder en cuanto Tom se puso el sweater y su cabello quedó todo revuelto quitándole su efecto de anti-gravedad.

—Literalmente es horrible —Dijo con fastidio mientras el noruego seguía riéndose quedándose sin aire llevándole a golpear cosas— Ya cierra la boca y ponte el maldito sweater.

Estoy de vuelta ★ TomtordDonde viven las historias. Descúbrelo ahora