En ese momento tuvo varias opciones presentadas ante él y sin pensarlo demasiado escogió aquella que muchos hubieran ignorado debido a los riesgos que presentaba. Pero quizá en el sentido común cabía el alejarse, dejarlo todo, buscar otro camino que resultara más agradable que este dolor recorriéndole el cuerpo. Seunghoon sentía que perdió el sentido común en el momento que le hablo a Jinwoo en aquel parque, porque su corazón latio con fuerza rogándole que huyera de tal destino vertiginoso que los consumiría en las llamas que se dibujan en sus ojos, los temores que en su voz se notaban.
Era Lee Seunghoon, creado para un éxito inmediato, educado por unos padres amorosos que adoptaron a una pobre niña que se encontraba en una situación compleja. Ellos calificaron con facilidad en toda la documentación y también el pequeño Seunghoon como un ejemplo perfecto de hermano que la protegería ante todas las cosas. Entonces las personas que lo analizaron felicitaron a sus padres por tener a un hijo tan brillante, agradable y hermoso. Por ese tiempo era casi perfecto entre los demás niños que le rodeaban, sus padres solían comprarle dulces los fines de semana que acudían al parque y lo checaban para que hiciera todas sus labores teniendo en mente que crearían aun niño increíble. Los aplausos eran parte de su rutina, las sonrisas, la aprobación constante.
Seunghoon veía el techo, soportando el dolor que le causaba entre un placer extraño y destrucción que se lo iba comiendo. Mientras pensaba en que era un niño brillante, que todos eran sus amigos, sus padres orgullosos "¡Ahhh!" grita en el momento que Jinwoo aparta el encendedor de su brazo. Siente la piel escocer, su cabeza dar vueltas y la cordura escapándose entre sus dedos "Mírenme, soy el niño ejemplar" besa a Jinwoo obscenamente, metiendo la lengua con urgencia y este le corresponde dejando que haga lo que desea con su boca. Siente las manos de su amante tocándolo, rasguñando con fuerza, apretando las quemaduras que le acaba de hacer y lo escucha gemir. Avienta sus caderas, chocando así sus miembros desnudos, creando un ruido de las pieles sudorosas haciendo contacto, retumbando en la pequeña recamara. Muerde de su labio inferior, jalándolo hasta que la sangre sale manchándolos en un hilillo que se mezcla con la saliva.
Jinwoo le da una cachetada para que suelte su labio, separándose dramáticamente. Seunghoon conoce muy bien este juego, por lo cual jala de sus cabellos lanzado su cabello hacia atrás, dejando a su merced aquel jugoso cuello que blanquecino se le ofrecía como un menú. Pasa su lengua por la manzana de adán, lo besa, chupa dejando marcas moradas, azules, verdes. Escucha claramente sus quejidos pero sólo le jala más del cabello. Muerde ahí donde hay un morete, hasta que la sangre brota, tomándola como un vampiro. "Eres el chico perfecto" lo suelta, Jinwoo se desploma en la cama, con su respiración acelerada; lentamente abre sus piernas, tocando su miembro para estimularse ante un Seunghoon que atento observa sus movimientos con detalle. Ve las marcas a lo largo de su piel y le excita, apartando el temor que aparece como su conciencia; posa sus manos en las rodillas de Jinwoo. Besa desde los muslos, deteniéndose entre sus piernas, para pasar a la siguiente. El mayor baja sus dedos para meterlos ante él, sin el sumo cuidado, con un ardor que se localiza en su orificio.
Seunghoon aparta su mano y lo voltea, levantando sus caderas para que así sus posaderas queden a su merced. Sin previo aviso le da una fuerte nalgada que hace que Jinwoo suelte un grito inesperado, da otra y otra, continuamente, admirando como estas se van coloreando de rojo. Las separa sin tacto alguno, lastimando un poco en el acto antes de introducir su dedo con fuerza, luego mete el segundo, hasta llegar al tercero y así crear el compás de introducir y sacar "ahh, ahh" los gemidos de Jinwoo son amortiguados por las almohadas, escuchándose atrapadas. Estira su brazo tomando consigo un cigarro cercano y el encendedor que se halla entre las sabanas.
— ¿Acaso piensas fumar mientras te estoy cogiendo? — lo voltea, con la cabeza hacia arriba. Jinwoo toma el cigarro prendiéndolo aun estado acostado y lanza el humo en su rostro —Recuerdo que cuando éramos adolescentes te regañe porque fumabas — los dos ríen. El mayor le ofrece el cigarro y Seunghoon lo acepta tirando las cenizas en el pecho de su amante.
—También recuerdo que te daba miedo el fuego cuando éramos unos niños — recarga su espalda en la pared que se encuentra pegada a la cama. Toma el cigarrillo y tira las cenizas en la piernas de Hoon —Temblabas cuando te invite a quemar unas hojas conmigo ¿No te parece bastante gracioso? — lanza el humo contra su rostro.
Seunghoon lo jala de las piernas, para que quede acostado de nuevo; abre sus piernas y mete su miembro de una embestida. Jinwoo grita muy fuerte y probablemente los vecinos lo escucharon, pero poco les importa en este momento. Siente un escozor que va ascendiendo, es como si se pudiera romper en dos en ese momento, pero lo disfruta de una manera inexplicable. Arruga la sabana, haciéndola bolita con los puños de su mano. Seunghoon comienza con el vaivén violento, haciendo rechinar la cama obscenamente y el cuerpo de Jinwoo es movido cada vez más adelante hasta que su cabeza topa contra la pared. Se levanta un poco tomando su miembro para estimularlo mientras se lleva acabo el acto. Seunghoon levanta sus piernas para colocarlas en sus hombros y así adentrarse más. La cabeza de Jinwoo se golpea con fuerza contra la pared debido a las embestidas y buscando dejar de chocar se acomoda, lanzado fuera de él a Seunghoon; este lo toma del cabello y lo estampa contra el colchón, le abre las piernas casi rompiéndolas y mete su miembro nuevamente. Levanta sus piernas manteniéndolas de esa manera. Jinwoo alcanza el cigarro aun prendido y con la mano que lo sostiene le quema, logrando así que se corra dentro de él.
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Fuegos Artificiales
FanficLa clásica historia de los mejores amigos; corriendo tomados de la mano con inocencia ante tal tacto, sin discurrir demasiado en trivialidades. Estaban tan acostumbrados a tenerse el uno al otro, que ya se imaginaban su vida junta por la eternidad...