Hospital

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Jinwoo abrió los ojos, encontrándose con un techo blanco como el primer escenario que se le presento; aroma a desinfectante atacaba sus fosas nasales inundándolo de unas nauseas irremediables, un constante "pip" resonaba en su oreja derecha, alcanzaba a percibir una demencia ante el ruido repetitivo que seguía un margen robótico y un dolor muscular que se esparcía a cada centímetro del cuerpo. Sintió un calorcito en su brazo derecho, pero como si conociera perfectamente quien le sostenía se evito el asomarse para vislumbrar a un adormilado Seunghoon que le cuidaba. Juraba haber escuchado su voz durante su estado inconsciente, dando palabras de aliento ante otro de esos ataques que solían darle cuando los problemas se hacían presentes ¿No podía sencillamente llorar en silencio? Necesitaba del perjudicar de alguna manera la estabilidad monótona que se ensañaba con su escasa estabilidad. Cerró los ojos, tratando de rememorar la noticia de sus padres separándose, el hecho de cómo sencillamente le mandaban con su abuela ¿Cómo se supone que sobreviviera con alguien que lo odiaba? Era tan irónico ya que meramente era una situación parecida al estado en que sus padres le procrearon. Solo que estaba acostumbrado a esa clase de resentimiento, al virarlos pelear entre palabrerío obsceno y llantos incesantes.

— Siento que moriré tratando de comprenderte — Hoon ha despertado, apoya su barbilla en la palma de su mano. Observa el rostro apacible de Jinwoo, es como si un ectoplasma recorriera el espacio que los mantiene conectados — Quizá soy un adivino, no lo sé ¿Recuerdas que me da miedo el fuego? Nunca te dije la razón de mi pavor por las llamas... no lo sé a ciencia cierta, a lo mejor — hálito profundo, alza la mano izquierda para acomodar unos cabellos que traviesos cubren la preciosa faz de Kim — es un miedo acerca del futuro. Seré consumido por las flamas lentamente, pero me agradara, puedo asegurar que moriré sabiendo que es la mejor manera.

Acaeció que Kim Jinwoo también lo sabía, podía ver los restos de Seunghoon alrededor de la sala flotando. El placer robándole el aire, los alaridos lascivos presionándose en el pecho, estaba meciéndose entre los estragos de la locura calculada. Sentía la cabeza de Hoon descansando en su pecho, considerando sus latidos alternos, los segundos ahorcándolos, el futuro y los viajes en el tiempo enredándolos en un destino apocalíptico. Le rogaría en ocasiones repetidas que se retirara, pero entonces él lo abrazaría quemándose los brazos que lo sostienen. Si existe un Dios, debe haberlos detestado, porque los enamoro para causar una destrucción amena, si, a eso se traducía su amorío juvenil ¿Por qué no pueden ser normales? Jinwoo abre sus cuencas paulatinamente encontrándose con el rostro afable de Lee, sonríen como si las cosas se encontraran bien.

—Estas a tiempo para entrar a la escuela con nosotros — recuerda que antes de haber incendiado su hogar; había acordado que estaría en compañía de sus dos mejores y únicos amigos —Debes pasar por un castigo... pero lo superaras. Tu padre explico tu problema, eso logro que pasara a menores.


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