01|Ojos Azules👀💙

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Capitulo 1:

Dejo en el cesto de basura el envase de mi cuarto café de la mañana. Me mantuve despierta toda la noche estudiando para ciencias sociales, esa materia si que me esta matando pero ahora que lo pienso no sé que me llevo a ella en realidad. Mi cerebro va a explotar debido a la cafeína y todos los conceptos que están almacenados en mi cerebro. Necesito aprobar todas las materias a alas que me inscribí este año si quiero adelantarme un año. En menos de un mes voy a la universidad y con tan sólo 17 años. Lo sé es genial o al menos para mí. Soy la mejor de la clase y mi objetivo es ser la mejor de la generación y por eso estoy aquí con mi cabello revuelto y y ojeras hasta las mejillas. Necesito salir de aquí ya. Desconecto y enciendo mi celular, son las jodidas siete con diez de la mañana. Se supone que mi prueba era a las siete con treinta, voy a llegar jodidamente tarde sino me ducho ya mismo. Tomo mi bolsa de baño y ropa limpia sin hacer ruido a mi alcohólica compañera de cuarto. Necesito salir antes de que despierte y comience a gritar. Corrí hacía las regaderas mixtas y me di la ducha más rápida que me he dado en toda la vida, no me dio tiempo de afeitarme si quiera. Salí y me vestí de igual manera. Salí de la residencia faltando diez minutos con mi cabello aún empapado. Dios iba a sufrir las consecuencias cuándo ni una banda elástica pudiese aplacarlo.

Termine mi examen y para ser sincera estoy segura de que aprobé. Fui directo a la cafetería dónde Ashley me esperaba con un trozo de pizza y un café. Era la mejor. Sus hermosos ojos estaban clavados en Jason y él ni la notaba, ella era preciosa pero no era una barbie de plástico con las que él acostumbraba a salir. Camine hacía ella y me senté a su lado, su gran sonrisa me saludo y dirigió de nuevo su atención hacía Jason.

—¿Sabes que es un idiota, no? Dije dando un mordisco a mi pizza, estaba deliciosa y grasienta. Justo como me gustaba.
—Un idiota del cuál estoy enamorada como una estúpida desde hace un año.-dijo poniendo de forma dramática su cabeza sobre la mesa. —Ash, te mereces más que eso, entiende que él piensa con el pene solamente. No entiendo como eres la mejor de la clase y no entiendas que eres mucho para él.
—La mejor de la clase eres tú Sam, no mientas que eso me hace sentir peor, lo amo Samantha lo amo demasiado. -Por dios San ese chico es un idiota, necesitas superar eso.
—¿Y tú ya superaste a Zack? La sola mención de su nombre me provocaba arcadas. Ese idiota hijo de puta era de la calaña de Jason, un idiota empedernido adicto al sexo. Salí con el por cinco meses, al inicio era un buen chico un caballero en todos los sentidos de la palabra pero empezó a forzar las cosas y trató de llegar a segunda base. Cuándo me negué prácticamente salió corriendo en busca de las bragas de Michell de segundo grado, Michell era una niña inexperta que sólo trataba de encajar en algún círculo social, los jugadores de fútbol la emborrachaban hasta las pupilas y la incitaban a desnudarse frente a todos. Pobre chica se iba a arrepentir algún día. Jason se la follo tantas veces como pudo a mis espaldas y yo aún así sentía lástima por ella. —Lo he superado hace mucho. —Ok si tú lo dices. Se encogió de hombros. -¿Ya tienes todo listo? Recuerda que nos vamos mañana a primera hora.
—Si, sólo me hace falta vacíar mi casillero. -Pues entonces manos a la obra, si quieres puedes quedarte hoy en mi recámara.
—Gracias Ash, en serio gracias.
Ya no aguantó a la estúpida de Sofia un minuto más. Le di un abrazo y camine a los casilleros con una bolsa en mis manos. Ya sólo quedaban unos cuántos libros, hojas y unas fotografías. Delinee el rostro de Zack con mi dedo, llegue a quererlo mucho en serio. En la foto nos veíamos felices, ojala todo hubiese seguido así. Él aún se quedaría un año más aquí. Tiempo suficiente para superarlo por completo. Despegue la foto que tenía con Ashley y sonrei al verla. Nos íbamos a mudar New York con una beca completa a la universidad central, por nuestro desempeño escolar, no podría pedir algo mejor. Íbamos a tener que trabajar a medio tiempo para solventar los gastos de la residencia. La tía Hellen no tenía las posibilidades para ayudarme. La tía Hellen me crió desde que tenía dos años, era lo más cercano a una familia que tenía. Mis padres y hermano murieron en un accidente automovilístico, hace quince años y a partir de ahí me hice cargo económicamente de mi vida. Con trabajos ilegales a mis compañeros, trabajos a medio tiempo y becas escolares. Guarde todo en la bolsa y fui de nuevo a mi residencia rogando de que Sofia no estuviese follando en mi cama. Giré el pomo de la puerta lentamente y me adentre, inspeccione la recámara y Sofia no estaba ahí. Sonreí y tome las maletas que estaban al pie de mi cama, tome mi cargador y salí con las maletas rodando. Se sentía tan bien, me pare en el marco de la puerta y una lágrima cayó de mis ojos, tenía buenos recuerdos de ésta recámara dónde obviamente Sofia no estaba incluida; las veces que Ash se quedó aquí viendo películas y comiendo hasta casi vomitar, las noches sin dormir que pase tantas veces, el sentarme en mi cama y leer cientos de libros. Iba a extrañar todo eso Dios mío.

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