Accidente!

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Capítulo 25:

El efecto en mí no pasaba, fingí dormir durante algunos minutos hasta que el celular de Dylan comenzó a sonar en sus pantalones, lo alcance y se lo tendi. Sus ojos se abrieron y el celular cayó de sus manos, paso sus manos por su cabello y se levanto de la cama.
—Jeff y Ashley tuvieron un accidente, estan en el hospital central.
Mi estómago cayo al suelo y brinque de la cama tomando mi vestido del suelo, las lágrimas comenzaron a caer de mis ojos y mis entrañas se enredaron en mi estómago. No podía pasar esto, no podía seguirme pasando cosas malas a mí, cuándo la vida me daba algo bueno me arrebataba algo mejor. No podía perder a Ashley, no podía perder a mi mejor amiga. Nos vestimos y salimos corriendo hacía la camioneta, corrí lo más rápido que pude descalza hasta que estuve en el asiento del copiloto. Todo a mi alrededor era nítido, borroso y empañado por las lágrimas que no dejaban de salir. Llame por quinta vez a Ashley a su celular pero no había respuesta, llame a Jeff pero mandaba a buzón. Llame hasta que se agoto la batería del celular de Dylan, lo lance a la guantera con fuerza.
—Todo estará bien nena, todo estará bien.
—Enciende la puta camioneta y vámonos.
Las palabras salían de mi boca sin pensarlo pero cada segundo valía oro para mí, cada segundo que pasaramos aparcados aquí sería uno menos sin saber nada de Ashley. Salimos del lugar a toda velocidad, las llantas de la camioneta rechinaron cuándo tocaron el asfalto de la carretera, el aire que se colaba de la ventanilla me congelo las mejillas y nariz pero igual no las sentía. Si hubiese estado con ella sea lo que sea que le haya pasado nunca hubiese sucedido, prometí estar siempre con ella en todo momento y he sido tan egoísta. Su mano cubrió la mía que estaba en mi regazo y la aleje al instante.
—También son mis putos amigos joder, también estoy muriendo por saber cómo están Samantha, pero estoy tratando de tranquilizarme.
Una carcajada irónica salió de mi pecho, no podía pedirme que me tranquilizara cuándo por culpa de nuestro egoísmo nuestros amigos habían tenido un accidente. No debimos aceptar su camioneta, no debimos alejarnos de ellos.
—No tienes ni una jodida idea de la culpa que me esta devorando por haberlos dejado hoy, por venir hasta aquí mientras ellos tenían un accidente.
-¿Qué dices? ¿Te arrepientes? ¿Lo haces?
Un silencio se apodero de la camioneta y de mi boca no salió alguna respuesta, sus manos golpearon el volante con tanta fuerza que me hizo vibrar. Tenía que hablar, tenía que decir algo. Piso el acelerador y la camioneta salió volando, las llantas sonaron fuerte. Su mirada nunca volvió a mi, aceleró aún más y las luces de los automóviles eran lo único que pasaba frente a mi junto con las luces rojas de los semáforos que pasábamos.
Un carro negro apareció en nuestro camino. Un golpe, un sonido que me hizo zumbar los oídos, una luz blanca atravesándome,dolor, vidrios rotos, más dolor y más dolor. Silencio... Dylan... Silencio. No cierres los ojos Samantha, no lo hagas, mantenlos abiertos. Grite pero mi voz parecía no salir, mis parpados pesan. Silencio...

Ojos Azules👀💙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora