Sus celos

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Capítulo 9:

Ashley no dejaba de hablar pero su voz era un eco en mi cabeza, seguía en shock e ida a lo que pasaba a mi alrededor, chasqueo los dedos frente a mi cara.
—¿Si vienes?
—No Ashley, hoy no.
—Samantha tiene años que no salimos, te esta saliendo polvo aquí, necesitas despabilarte mujer.
—No gracias.
—Sam por favor, es un bar, sólo un par de tragos y volvemos. Te extraño amiga.
—Vale ¿a que hora?
—Siete y treinta, así que tienes dos horas para quitar esa cara de culo que tienes y ducharte.
—Vale.
Me baje de la cama y salí del cuarto, Dylan no estaba ya, no lo estaría más en mi vida a partir de ahora. Me maquille un poco más de lo normal, polvo, sombra y labial color rojo que hacía juego con el vestido de encaje que tenía, las mangas de el mismo eran perfectas y elegantes. Me rice el cabello el ondas suaves y lo solté por completo, estaba casi lista hasta que imágenes de lo mucho que a cambiado mi vida en semanas aparecieron frente a mi y un nudo en la garganta se formo, tenía que controlar esto porque sólo me hacía daño de una forma u otra. No me iba a permitir llorar de nuevo, simplemente no lo haría. Baje las escaleras y Ashley estaba en el regazo de Jeff con una mano alrededor de su cuello, realmente me alegraba por ella, al menos una de las dos era feliz al final de cuentas.

—¿Nos vamos? Ambos sonrieron y salieron conmigo de la casa. El trayecto al lugar fue divertido y por primera vez en semanas sonrei de verdad. Ashley y Jeff eran muy graciosos juntos, ojala las cosas con Dylan fuesen así, ojala no fuese mi hermano joder. El bar era enorme sin contar que era precioso, las luces eran tranquilas y la música era realmente buena para mi estado de ánimo.
—¿Quieren algo de tomar? Dijo Jeff abrazando a Ashley de una forma que me hizo sentir envidia hacía ella por primera vez.
—Un chupito doble, por favor. Sólo quería olvidarme de todo y olvidar las últimas semanas que habían sido un mar de emociones en dónde me estaba ahogando, el dolor de iba a acabar esta noche. Un frío heló mi cuerpo de pies a cabeza, mi piel se erizo a tal grado que dolía y sabía porque. Él estaba aquí, lo podía sentir. Sentía su presencia aquí, era tan fuerte la conección que mi cuerpo reaccionó al instante, su cuerpo era un imán para mi, gire la cabeza y ahí estaba él bailando con una rubia de plástico. Sus ojos se fijaron en los míos y paro de bailar al instante, su cuerpo se tenso y la rubia pego su cuerpo más él. Nuestras miradas se cruzaron y los pedazos de mi alma cayeron a mis pies, sus ojos estaban rojos a tal grado que podía notarlo a distancia. Ashley siguió mi mirada y la bloqueo, me aparte y los labios de Dylan estaban sobre los de la rubia de una forma asquerosa y sucia que me hizo sentir la bilis subiendo por mi garganta. Las lágrimas en mis ojos se acumulaban y picaban por salir, no podía dejar que me humillara de esa forma en frente de todos, no podía desarmarme frente de todos en el bar. Inhale lo más profundo que pude y sonrei, una sonrisa tan vacía que hizo arder mi pecho de nuevo, comencé a baylar bailar y Ashley se unió a mi. Un par de chicos me miraron como si estuviera loca pero no me importaba, seguí bailando hasta que Jeff con nuestras bebidas y un chico rubio de ojos verdes.
—Chicas...
Nos tendió los tragos y bebí el mío de un trago, no me importaba si quemaba mi garganta sólo quería olvidarme de todo a mi alrededor. Ashley y Jeff se apartaron y el chico me dio una mirada de lo más tierna que había visto.
—¿Quieres bailar? Tome su mano y comencé a moverme lo mejor que podía, su erección choco contra mi espalda pero no se sentía bien, se sentía sucio y asqueroso. Abrí mis ojos y mire a Dylan que seguía besando a la rubia que prácticamente estaba follandoselo en la pista sin ningún pudor. Mis ojos se cerraron y una lágrima broto traicionadome brutalmente. Si él podía besar a una chica frente a mi, yo podía también. Las manos del chico se colocaron sobre mis caderas y me acercó más a él. Imagine que eran sus manos las que estaban sobre mi, que era Dylan el que me hacía bailar así, moví mis caderas lo mejor que pide y comencé a frotarme sobre su pierna, no abrí los ojos en ningún momento hasta que la música termino. El sonido acabo y yo también, abrí los ojos y el chico me dio una sonrisa, una gran sonrisa, se acerco a mí y tomó mis mejillas en sus manos se acerco a mí y me beso. Sus labios eran duros, inexpertos y fríos, eran como sal en mi boca. No sentía absolutamente nada cuando estaban sobre mi, su lengua se adentro en mis labios y soltó un gemido, los movimientos eran simples y casi nulos. Quería sentir las cosquillas en mi nuca, el escalofrío en mi cuerpo pero sólo Dylan me podía hacer sentir así. Cerré los ojos e imagine que eran los labios de Dylan los que estaba besando, tome el cabello del chico y lo puse sobre mis manos. Alguien me apartó de golpe y fui a caer de seco al suelo.

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