Capitulo 18:
A la mañana siguiente mi cuerpo está adormecido hasta las pestañas, me levantó y tomó una ducha antes de que siquiera los chicos se levanten para entrenar. Tomo una taza de café y me siento en la mesa de la cocina, el calor en mis manos es tan delicioso. Mi vida no tenía que ser así, no tenía que doler tanto. Es demasiado dolor para tan poca edad, llevo la taza a mis labios y el líquido cae por mi garganta y lo trago, cierro los ojos y unos parecidos hacen presencia en mi cabeza. Dejo caer la taza vacía y mis manos cubren mi cara, esto me está consumiendo y está rompiendo cada pedazo que queda de mí. Una lágrima cae de mis ojos y la aparto cuándo escuchó pasos en las escaleras, es él. La sangre se drena de mi cuerpo y cae al suelo, inhalo con fuerza y finjo que no me afecta su presencia. Sus ojos se encuentran con los míos y mi corazón se detiene, deja de latir por unos segundos, tomó mis llaves y salgo de la casa. Algo impacta la puerta detrás de mí y me sobresalto, el estruendo de algo rompiéndose en pedazos llena mis oídos, me recargo contra la puerta y dejo caer las últimas lágrimas que mis ojos alojan a su alrededor.
Camino hasta la universidad y el campo de fútbol me saluda, hace unos días él estaba aquí y lo teníamos todo para ser felices, lo tenemos aún pero han sido tantas cosas en tan pocos días que ambos necesitamos procesarlo. Le doy un sorbo al café en mis manos y termino mi camino hasta el cuarto edificio, el salón está casi vacío a excepción de un chico unos años mayor que yo, delgado con gafas gruesas y cabello oscuro. La tía Hellen siempre me dijo que no me dejara guiar por las apariencias pero éste parece un buen chico, tomó asiento dos sillas después de él. Esta enfrascado en un libro que parece robarle toda su atención, me fijo en la portada y mi corazón se acelera al notar que es mi libro favorito Orgullo y prejuicio. Levanta la vista y me sonríe, le devuelvo la sonrisa.
—Te gusta ¿eh? Se levanta y toma sus cosas, toma asiento a lado mío.
—Es uno de mis favoritos realmente, es arte pura. Podría decir millones de cosas sobre la obra pero no hace falta, sería ilógico porque todos saben el tipo de obra que es, es real, es hermosa, es el dulce néctar de los dioses reencarnado en panel y tinta. Durante los quince minutos que restan para iniciar la primera clase hablamos y debatimos del libro. El chico se llama Roman Purby y es un estudiante destacado, seremos buenos amigos, los minutos se pasan volando y el aula se llena hasta reventar de chicos obviamente mayores que yo. Miradas se colocan en mi y me encono en mi asiento, un hombre calvo destatura promedio entra al aula. El gis golpea el pizarrones y comienza a hablar de historia universal, tomo una respiración y me desenvuelvo en la única cosa que en la que soy buena.
Mis horarios con Ashley son completamente diferentes y apenas la vi hoy durante el cuarto periodo, ninguna chica se acercó y uno que otro chico trato de conversar conmigo pero cuándo mi nombre salía de mis labios salían corriendo. Tampoco tenía ganas de hacer amistades y mucho menos hoy, sólo que es extraño, durante el almuerzo todo el mundo habla y sonríe, quisiera tener un rastro de sonrisa para no alejar a las personas que cruzan palabra conmigo. Roman aparece con una bandeja sobre sus manos y toma el asiento vacío a mi lado, sonrió y él hace lo mismo, hablamos de nuestros horarios y parecen encajar. Al menos no estaré sola todo tiempo, hablamos de sus planes y metas para fin de semestre, es un chico realmente agradable. Mi cuerpo se estremece cuándo un grupo de chicos aparece en la cafetería, son el equipo de fútbol. Mis ojos buscan unos azules parecidos a los míos y los encuentro mirando fijamente Roman con rabia pura saliendo de ellos, cómo reflejo me separo un poco de Roman que de por si está bastante lejos. Jeff aparece en el cuadro y nota la tensión que se esta acumulándose a nuestro alrededor. Roman me sonríe y hago lo mismo, no se a dado cuenta del tigre que tiene su mirada fija en él cómo si fuese una presa que esta apuntó de cazar. Dylan comienza a caminar hacía nosotros pero un brazo lo detiene, Jeff se inclina y le dice algo, sus pies se detienen y mi estómago se encoje porque está a unos metros y no se cuál es el propósito de su caminata a nosotros. Mis ojos se clavan con los de él y le ruego internamente que no busque problemas, no hoy, no siendo mi primer día, no siendo su primer día de su último año aquí. Su mano va a su cara y cabello, esta molesto es una manía. Se da la vuelta y empuja a todos a su lado, dirijo mi mirada a Roman que visualizo los hechos.
—¿Es tu novio?
—No lo sé, supongo, no sé.
—Bueno.
Termino mi almuerzo con varias miradas sobre mi y unas cuántas sobre la puerta dónde salió Dylan hace unos momentos, esto va a ser peor de lo que pensé.
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Ojos Azules👀💙
FanfictionTodo puede cambiar en unos instantes. Llegar a un nuevo lugar,tener diferente tipo de perspectiva en el mundo allar las sorpresas que nos depara en un simple cambió.