A las 7 nena

1 0 0
                                    

Capítulo 23:

Me desperté con los brazos de Dylan alrededor de mi cuerpo, anoche fue espacial, sentí una gran conexión con él en cualquier sentido. Nos besamos y acariciamos hasta que nos quedamos dormidos. Él me prometió una familia y hacerme feliz y no podía amarlo más por eso, lo amaba tanto que sentía mi corazón hincharse cuándo estaba junto a él, necesitábamos encontrar una solución para sobrellevar la relación ya que no sería suficiente con nuestro amor aunque fuese el más grande. Mi celular vibró en mi mesa y lo tome sin hacer mucho ruido, deslice el dedo por la pantalla y abrí en mensaje que tenía. "Sam ¿cómo estas? Fui a verte al hospital pero cierta persona me lo prohibió, comunícate por favor"
Roman era mi amigo y no podía dejar que Dylan lo alejara de mi pero no podía lidiar con eso ahora, no antes de mi café. Le envíe una respuesta rápida y deje el celular sobre la cama, Dylan aún dormía y me recoste a su lado un momento más, bese sus labios y sus ojos se abrieron lentamente. Aún recuerdo esos ojos el primer día que llegue aquí, no pensé que esos ojos pondrían de cabeza mi mundo y que ocuparían un lugar tan importante en mi vida.
—Buenos días nena.
Su voz era ronca y profunda por las mañanas y era mi sonido preferido de toda la vida.
—Buenos días.
Bese su sonrisa y me pegue a su cuerpo aún más, bese sus labios de una forma tan suave que dolieron porque no era como quería hacerlo en verdad, mordí mi mejilla y deje mi rostro sobre su pecho, inhale y aspire mi más dulce droga.
—¿Qué vas a hacer hoy? El sonido de su voz hizo vibrar su pecho y con ello el mío también, amaba esa sensación y la quería conmigo toda la vida.
—Tengo que terminar algunas tareas y archivar algunos pendientes de mi pasante ¿y tú?
—Quiero mostrarte algo.
Levante mi cabeza y enfoque mis ojos en los suyos, estaban cerrados pero una sonrisa bailaba de su rostro.
—¿Qué es?
—Ya lo veras, termina lo que tengas que hacer y te veo a las siete ¿vale?
—¿Qué es? Dime que es por favor.
—Nos vemos a las siete nena.
Salió de la cama besando la punta de mi nariz poniéndose la playera por encima de su cabeza.
***
Después de ir al consultorio de la doctora Martinez pase por Ashley al trabajo, fuimos por comida rápida y hablamos de tantas cosas que mi cerebro estaba exhausto, Jeff y ella planeaban irse este fin de semana a la casa de los padres de Jeff. Me contó que su relación iba por buen camino y que Jeff era muy lindo con ella, me dijo lo mucho que lo amaba. Mi corazón se estrujó porque yo no podía decir lo mismo, amaba a Dylan y claro que lo amaba pero nuestra relación no era para nada normal sólo esperaría un poco más de tiempo antes de decirle la verdad, sólo un poco más. Llegamos a casa, subí las escaleras hasta mi recámara y sobre mi cama estaba un vestido blanco de encaje con tirantes precioso, encima de el había una nota que decía: "Te veo a las siete, te quiero". Tome el vestido entre mis manos y deje que la tela se deslizara por mis manos lentamente, disfrute de la sensación del encaje y me apresure a tomar una ducha.
***
Estaba terminando de poner sobre mi un poco de labial rosa neutro, mi cabello estaba suelto con unas suaves ondas y mi flor favorita adornada mi cabello, una pequeña margarita. Las siete en punto marcaba el reloj de mi celular, sonreí cuándo exactamente un segundo después llego un mensaje, lo abrí. "Baja ya que estoy apunto de subir por ti :("
Deje mi celular en mi mesa, no lo quería y no esperaba necesitarlo hoy. Baje las escaleras y Dylan estaba de espaldas con un traje negro y camisa del mismo. Su saco estaba abierto y en su mano había una cerveza, baje las escaleras e hice sonar mis zapatos a través de los escalones.
—¿Y bien?
Se giro y su cerveza cayó de su mano, sonrió y paso su mano por el cabello, camine hasta él y lo mire de pies a cabeza, estaba realmente guapo esta noche y quería quitarle esa ropa ya mismo. Bese sus labios y enrolle una mano sobre su cuello, me devolvió el beso y su mano cayo a mi cadera. Nos besamos unos minutos más y rompió el beso con una sonrisa.
—No podemos llegar tarde a esto, así que vamos nena. — 

Ojos Azules👀💙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora