Jasper Frost

VI

Con Samantha fuimos a bailar, este panorama lo había planeado muchas veces pero yo nunca tenía tiempo para ella.


-- ¿Bebé porque están tan distraído?—preguntó Sam acariciando mi cabello.

 -- Nada Sam, sólo tengo un nuevo negocio y ya sabes lo complicado que es—besé su mejilla.

Con Samantha nos conocíamos de los 12 años, siempre hemos sido amigos, nuestro mejor momento fue a los 14 cuando engañamos a una anciana y nos robamos todo su dinero, su Padre el dueño de la dinastía Cook,  un gran amigo de mi Padre, 2 hombres con poder y sus hijos iguales o peores que ellos.

 --¿ Porque hay tanto paparazzi?—Samantha miraba para todos lados.

 -- No lo sé nena— pero algo me hizo voltear, logré ver una silueta muy familiar, mierda, la Princesa Eleanor con su grupo de amigos entrando al lugar, mi cuerpo se tensó. 

 -- Que tal si nos vamos y tenemos un buen sexo Sam, me aburrí de este lugar—besé su cuello para disimular. 

-- Jasper es la Princesa Eleanor— realmente ignoró todo lo que dije,  sentía que mi corbata me  estaba ahogando, estaba muy nervioso, podía sentir el sudor en mi frente. 

 -- No me interesa Sam, me quiero ir —volví a repetir,  esta vez agarré su cartera.

-- ¿Que mierda hace en Las Vegas Jasper?—Insistió, me estaba agobiando. 

 -- ¡No me importa, solo vamos!—grité tan fuerte que estoy seguro que todos pudieron oírme, ella me miró confundida, necesitaba sacarla de ahí y evitar que la Princesa me viera.

Si hay algo que Sam odia es cuando las personas le gritan, esto de seguro se transformará en pelea  y no tendré sexo, lamentablemente fue así; ella me rechazó cuando volvimos a casa, dicho y hecho.

Volví al lugar donde estaba la princesa, tenía que disculparme por lo que sucedió esa noche, tenía que llegar de nuevo a ella de cualquier manera.

--¿Qué mierda haces aquí?—gritó,  comenzó  a golpearme otra vez,  en menos de un segundo estaba rodeado por 8 guardaespaldas. 

 -- Lo mismo que tu Princesa, este es un lugar público— susurré, estaba en medio de un circulo de matones. 

 -- ¡Salgan de aquí!—ordenó, todos desaparecieron.

Estaba observando cada movimiento que daba, esta chica esta jodidamente loca,  en un instante pude bloquear a su seguridad, nunca mencioné que tengo una fuerza bruta impresionante, ella estaba en un  baño con un hombre que besaba su cuello desesperado,  sabía perfectamente como iba a terminar esto, eso me hizo sentir celos, no puedo explicar todo lo que pensé en ese momento pero no me pude controlar, lo aparté de ella, le dí un golpe tan fuerte que cayó inconsciente. 

 -- ¿Qué has hecho lo mataste?—preguntó.

 --¡Tal vez!—respondí y le sonreí,  ella no lo hizo.

 -- No te enojes Princesa, sólo quiero disculparme por... bueno tu sabes, la ultima vez que nos vimos no terminó bien  y te fuiste llorando, eso nunca debió suceder—  me costaba mirarla, son pocas  las  veces que he pedido disculpas, en realidad hacer eso, no es lo mío. 

 -- No me acuerdo de nada Jaspah, eres perfectamente olvidable— su sonrisa me molestó, intentó salir del baño, mis brazos fueron más rápidos, ella me disparó donde más me duele, mi EGO. 

 Agarré su pelo, empecé a besar su cuello con desesperación,  no hizo nada para detenerme, esto no estaba en mis planes, pero ella era tan sexy que me volvía loco. 

-- Me estás haciendo daño Jaspah...—susurró sin aliento, mientras yo la follaba descontroladamente, sin medir mi fuerza. 

 -- ¿Perfectamente olvidable Princesa?--  gruñí, azotando su espalda en la pared, nunca había follado con tanta rabia. 

--Jaspah—apenas pude oírla, su respiración estaba entre cortada, yo me estaba rindiendo.

 -- Eleanor—  estaba desesperado, podía sentir las vibraciones en todo mi cuerpo, apreté su cuerpo al mío y me dejé  envolver por el orgasmo al mismo tiempo que ella.

Su piel era increíble, su espalda tenía pequeñas marcas rojas, de seguro mañana querrá matarme si eso no desaparece, miré su rostro y sus ojos estaban cerrados. 

 -- Princesa, no te duermas-- intenté despertarla. 

 -- No creo que deba besarte para que despiertes como en los cuentos de Princesas—susurré dando mini golpes en sus mejillas, aún no me recuperaba del orgasmo y ella no despertaba

-- ¡Len, despierta!—insistí por última vez y  no respondió, en fin se quedó dormida.

 Mierda, no sabía qué hacer con ella inconsciente y desnuda, no podía dejarla ahí.

 --¿Que haces aquí?—gritó  horrorizada, cubriendo su cuerpo desnudo con las sábanas.

 --Mmm esta es mi casa Princesa— respondí, ella estaba muy  confundida.

 -- No recuerdo nada – cruzó sus brazos e hizo un desprecio. 

 -- Anoche tu y yo... eh  luego te desmayaste así que te traje aquí o amanecías muerta por ahí — entregué una taza de café. 

-- Muy caballero de tu parte Jaspah en serio lo eres—estaba mas que seguro que lo decía con aprecio.

-- Todos saben que prefiero el té con leche-- dejó la taza en la mesa.

-- No me importa-- susurré, luego algo hizo click y se sorprendió.

 --¿Follamos?—preguntó confundida.

-- Si— lancé su vestido hasta su rostro. 

-- Ahora que despertaste, necesito que te vayas, tu equipo de seguridad debe estar por todas partes buscándote—se levantó en un segundo,  su cara de dolor fue preocupante.

 -- Ahora recuerdas lo que sucedió anoche Princesa— me burlé de sus muecas de dolor,  aún tenía marcas en su espalda. 

 --¿Siempre eres así de imbécil?—preguntó. 

 -- No siempre princesa—susurré muy de cerca, comenzó a retroceder  quedando entre mi cuerpo y la pared, no aparté la mirada de la suya, su respiración cambió, eso me hizo sonreír porque me di cuenta que lo conseguí, puedo intimidar hasta la misma Princesa de Inglaterra.

 --¡Aléjate de mí!— intentó apartar mi cuerpo, me separé de ella,  lo que menos necesito es tenerla aquí, podría llegar Travis o Samantha y esto sería un gran problema.

-- Hey nena, se te olvida esto-- lancé sus bragas hasta sus manos, quedó shockeada,  esperaba un simple ''Gracias'' de su parte pero solo recibí un cálido ''Maldito Hijo de Puta'' de sus labios y luego se marchó.

 No podía evitar pensar en ella y reírme, es una chica muy ruda pero tan delicada a la vez que llega a ser confusa, me encanta hacerla enojar y bajarle los humos de grandeza, mencioné antes que intimidar me encanta pero esto es diferente, a ella le gusta ser dominada y a mi me encanta el poder.