Jasper Frost

XIV

Pensé que iría directamente a la cárcel, pero no, me tuvo encerrado en un cuarto 2 días.

Todas las noches soñaba con ella, quizás fui un imbécil en venir aquí, pero todo lo que me sucede lo merezco.

 -- Frost– dice James Hill, 

--Te traje comida— llevaba días sin comer, pero la verdad no quería nada.

 -- Gracias pero no es necesario— me disculpé. 

 -- ¿Por qué estás aquí?—preguntó acomodándose en una silla. 

 --¿Ella está bien? —pregunté ignorando su pregunta .

- ¿Que haces aquí?—volvió  a preguntar y esta vez sacó su pistola para intimidarme. 

--¿Ella esta bien?—fue la tercera vez que le pregunté,  se levantó completamente irritado, no estoy de humor para interrogatorios de mierda, yo sólo quiero ver a Eleanor.

 -- ¿Por qué?—preguntó,  la situación era inútil, yo no obtenía respuestas, el tampoco.

 

--¿Porque que? — su mirada estaba pegada en la mía. 

 --Jamás saldrás de aquí Frost— me advierte y eso me hizo reír,  sabía que jamás saldría de ahí, incluso eso era lo que menos me importaba, yo quiero ver a Len.

 --Necesito verla —me acerqué a la reja rendido. 

 --Eso jamás sucederá— respondió,  Hill tiene que agradecer que estoy esposado o lo habría matado con mis propias manos.

 --¿Viniste a ver si tu plan había resultado?—seguía insistiendo,  no respondí. 

 -- ¿Porque mierda estas aquí Frost?—gritó  con todas su fuerzas, las puertas de abrieron de golpe.

 Al principio no pude distinguir quien era, solo vi alguien dando pasos marcados y apretando sus puños.

 -- ¿Príncipe Liam que hace aquí?-- preguntó Hill,  él no respondió, venía directo a mi.

 -- Vas a pagar todo lo que le hiciste a mi hermana—gritó golpeando mi rostro, hizo que cayera al piso e  inmediatamente comencé a sangrar, puta nariz sensible que tengo.

 -- Principe Liam detente –- gritó Hill,   el Principe no obedeció, no podía tocarlo, recibí siete golpes en el rostro y unas 4 patadas en el abdomen. 

 -- No tienes idea de lo que le hiciste a mi hermana, lo perdió todo— me apuntó con una pistola.

 Ni siquiera podía estar de pie, era un príncipe pero daba buenos golpes.

 Estaba apuntando en dirección a mi cabeza y se vino un recuerdo a mi mente de la primera vez que maté a alguien, temblaba de la misma forma.

 -- ¡Liam por favor no lo hagas!—suplicó Len llorando.

 -- Liam si lo haces ya no hay vuelta atrás, Liam por favor—mas lloraba. 

 -- Eres lo único que tengo, por favor no me dejes— el Principe dejó caer la pistola al piso porque no fue capaz de disparar debido a su hermana,  no podía dejar de mirarla, estaba lleno de sangre pero eso no importaba, verla era todo para mi.

Volvió a patear mi abdomen antes de salir y salió de la habitación. 

 -- Hay que llevar a Frost al hospital—dice Hill 

 -- No.. no es necesario—susurré, mi voz estaba cortada, me costaba mucho respirar, la cantidad de golpes que he recibido los últimos meses merece un premio de sobrevivencia, como dice Mamá, los Frost tienen más vidas que un gato.

--¿Que haces aquí en Inglaterra?—preguntó Len, no pude responder, estaba temblando, me faltaba el aire, era un miserable y ella tan hermosa.

 -- Te hice una maldita pregunta—gritó,  me estremecí. 

 -- Porque quería verte—susurré, miré sus ojos y como sus lagrimas caían. 

 -- ¿Viniste a terminar tu plan verdad?—dice, su voz se estaba quebrando.

 -- ¡No!, yo... yo  me retiré, estoy viviendo en Grecia y tengo un trabajo honrado... bueno tenía-- le mostré mis manos esposadas. 

 --Ya no tengo nada que puedas robarme—susurró. 

-- Sólo quería saber de ti— Hill estaba escuchando todo. 

 -- No—dice y comenzó a caminar. 

 --Len no te vayas—supliqué,  siguió sin mirar atrás hasta desaparecer, mis ojos se llenaron de lágrimas, esto se terminó, iré a prisión, perdí a Len, lo perdí todo.